Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

La Iglesia Católica se parece a la Economía

Dicen que la Economía es la única ciencia en la que se puede dar un Premio Nobel a alguien por decir una cosa y a otra por decir todo lo contrario. Pues eso parece que le pasa también a la Iglesia católica. Pueden hacer santo a un Papa por su humildad y modestia, por abrir la Iglesia al pensamiento crítico, a la teología de la liberación, a los religiosos y teólogos más comprometidos con los pobres, al ecumenismo… y el mismo día santificar también a otro Papa por acabar con todo eso.

22 comentarios

ratio et civitas 28 de abril de 2014 at 18:02

Estimado Juan Torres:
Sin ánimo de polemizar, ni de faltar al respeto. Solamente referirme a que lo que planteas en tu página sobre Juan XXIII y Juan Pablo II: no deja de ser un tópico, pero tópico en el peor sentido de la palabra.
Como creyente, siempre me ha preocupado la búsqueda de la verdad, y es por eso, por lo cual le aprecio a usted bastante más de lo que piensa, y no he dejado nunca de leerlo; y ello a pesar de sus críticas a la Iglesia Católica.
Por el mismo motivo, mi compromiso con la solidaridad se lo debo a Juan Pablo II, no se lo debo ni a Hugo Chavez, ni a Lula da Silva, ni a Evo Morales,…ni a ningún líder de la iquierda.
Lo que leo en sus libros (los de Juan Torres), nunca he tenido problemas para casarlo con el magisterio de Juan Pablo II. Nunca he tenido problemas para leer Teología de la liberación y al mismo tiempo el magisterio de la Iglesia. En definitiva, desconozco donde está el problema que algunos se plantean.
Más bien creo que en el mundo de los no creyentes existe un desconocimiento muy grande de lo que realmente es le magisterio de Juan Pablo IIº, y muy grande también sobre lo que es la Teología de la liberación. De manera que si pienso que intelectuales como usted, deberían aportar al bien común investigación en ciencia económica, y, dejarse al mismo tiempo de reproducir tópicos más propios de los medios de comunicación. Lo digo porque muchas veces hasta lo mejor de nosotros mismos queda ensombrecido y nos ganamos el desprestigio por opinar donde no debemos. Estoy seguro que reconocerá que es necesario ganarse al adversario en los momentos tan decisivos que vivimos, si queremos que entre todos salga la luz adelante y el bien triunfe sobre el mal. Creo que fue usted quin dijo que era necesaria una política más trasversal, y en esto le doy la razón, ya que creo que al PP hay que robarle votos, y con estas declaraciones difícilmente se los vamos a robar.
En España, más que política hace falta diálogo cultural de fondo.
Un cordialísimo saludo. A seguir siendo economista, y a no conformarse con lo hecho. Muchas gracias de antemano.

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Beimler 28 de abril de 2014 at 18:27

Tiene mucha razón.Sin embargo,el Papa Francisco,a quien se le podría haber impuesto la santificación de Woytila,en sus palabras de ayer distinguió entre un Juan XXIII,»obediente al Espíritu»,y «guía de los demás guiado por el Espíritu»,y un Juan Pablo II,»defensor de la familia»,como puede serlo cualquiera,yo mismo,o nuestro ínclito Caudillo,que defendía,como es sabido,y segun él y sus lacayos,»la familia,el sindicato(vertical) y el municipio».Creo que es una diferencia importante que no debe pasar desapercibida.

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Rasca 29 de abril de 2014 at 06:58

Los tópicos no dejan de ser lugares comunes a los que muchos – muchísimos – llegan despues de darle un par de vueltas a cualquier cosa. O sea, son como evidencias que se precipitan sin que nada pueda impedir que eso se produzca. Por eso, y sin lograr entender cuál es el peor sentido de la palabra, pediría a los católicos – y a los creyentes de cualquier proposición no demostrable – que hicieran de su creencia algo de su ámbito personal y privado, y así los no creyentes no tendríamos que opinar de sus «topicos». El espectáculo de propaganda montado en torno a la «santificación» de estos dos personajes, no es más que eso: un acto de propaganda para seguir manteniendo el negocio.

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Manuel 29 de abril de 2014 at 07:39

Es cierto, al Papa Francisco le podríamos preguntar, ¿Qué hacia, cuando Videla tiraba desde los aviones, a personas opositoras a su forma de pensar. Los bendecía o les daba la extremaunción.

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Jacinto Martin-Prat Valls 29 de abril de 2014 at 10:26

Estimado Juan:!Esa es la iglesia a la que tantos nos dimos de baja hace muchos años y cada dia pierde miles mas,aunque siempre nos muestran una plaza abarrotada del famoso «millon» de personas!Una iglesia con 2 Papas,- hito historico sin precedentes,o si los hubo,no lo recuerdo ahora- o dicho en «cristiano» un Papa cesado y despedido del cargo por la Curia vaticana,a cambio de otro,supuestamente,mas docil.Tampco me parece raro beatificar a dos Papas antinomicos;asi es la iglesia:hace lo que le da la gana,como cualquier multinacional economica y de poder que,a fin de cuentas,resulta ser.Nota:he puesto Iglesia,con minusculas,porque esta,desde luego,no es la de Jesus.A las «santidades» he preferido -por respeto – no «minuscularlas».Lo de «multinacional» suena muy marxista,algo que no he sido nunca,pero no se como adjetivar a esa enorme maquina de gestos vacios,con un mensaj exento de valores cristianos y siempre insultando a la sociedad,de la que vive magnificamente,y sin perdonar a aquellos que no hacen lo que ella dice que Hay que hacer,pero tampoco hace.

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Francisco Javier 29 de abril de 2014 at 13:17

En teoría soy comunista y cristiano, es decir creo en el camino que emprendió el bloque socialista soviético con las reformas que quería hacer Gorbachov y su Perestroika: socialismo democrático. Opino que era un buen camino, que acabó derrotado en la guerra Fría. Y para acabar con esta vía colaboró de forma importante Juan Pablo II , no me gustaba este Papa y menos que le hagan santo. Sí me gustaba la teología de la liberación y Juan XXIII porque simpatizaban con esa vía.
Lo mismo los premios nóbel de economía; expertos en perfeccionar la maquinaria capitalista; esa economía que trata de hacer cada vez mas de oro y brillantes al autobús que lleva a ninguna parte a una porción privilegiada de la población, dejando en tierra al resto. Y esto en detrimento de la construcción de mejorables bicicletas socialistas que nos llevaran hacia alguna esperanza a toda la población mundial. No me gustan esos economistas y menos que les den el nóbel.

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Mª Pia Uribe 29 de abril de 2014 at 14:20

Desde mi posición de no creyente el único papa que me ha merecido un gran respeto
ha sido Juan XXIII. El Vaticano II fue el único avance realmente positivo en la Historia de la Iglesia y ninguno de sus sucesores hasta ahora (incluido Juan Pablo II por mucho que le hayan santificado) se ha molestado en retomar su doctrina. Habrá que esperar a ver si el Papa Francisco puede hacer algo antes de que se lo carguen.
Mis mejores deseos para los creyentes que aman la paz pero sobre todo la Justicia. Mientras los países supuestamente civilizados sigamos aprovechándonos de los recursos naturales y humanos del resto y les vendamos armas para que se sigan matando a nuestro beneficio, alguien de buena voluntad puede creer que habrá Paz?
«Juan Pablo II defensor de la familia» ¿de qué familia hablamos? desde luego no de los millones que mueren de hambre ó cruelmente asesinados. ¿De qué les sirve la Teoría de la Liberación? Con todos mis respetos me gustaría que «ratio et civitas» si fuese tan amable me lo explicase.

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Agustín Franco 29 de abril de 2014 at 16:28

Muy interesante. Recomiendo el interesante libro sobre las herejías de la iglesia católica del jesuita González-Faus. Ahí critica con rigor la idolatría del papa, entre otras cosas. Lo importante es ser capaz de ver las alianzas de poder en todos los estamentos sociales (economía, política y religión). Veríamos cuánto de común hay, a saber, la explotación como eje fundamental del neoliberalismo (cuya Troika Ideológica se define por la alianza entre cristianismo, capitalismo y machismo). Abrazo.

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JANO 29 de abril de 2014 at 21:39

Buenas.
Creo que es imposible hablar de «la iglesia» así en general. Porque -en efecto- cualquier cosa que se diga de ella poede ser eso y su contrario. Estamos ante una organización con mas caras que un icosaédro. Tiene tal cantidad de aristas, que es imposible, pero imposible, describirla de una forma justa. Cuando hablamos de la iglesia, ¿de quién hablamos?. ¿De una jerarquía corrupta hasta los tuétanos? ¿de gente de base, buenísimas personas, que tratan de seguir el mensaje de Jesús? ¿de cáritas? ¿de Bertone y su miniapartamento?. Es un mundo plagado de héroes y de villanos, y se sientan unos al lado de los otros. Así que cuando te metes (a veces más que harto y con razón) así en general con «la iglesia», te puede caer la del pulpo de gente que (para mí, inexplicablemente) se siente «iglesia» -supongo que en el sentido de «ecclesía» – y sin embargo tiene poco o nada que ver con la «iglesia» a la que nos referimos nosotros. No se si aclaro algo o contribuyo en algo.

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Mª Pia Uribe 30 de abril de 2014 at 00:58

A Francisco Javier: Perdona que me dirija a ti. Puedo entender que seas católico y comunista, pero lo que no logro explicarme es que seas comunista y creas que Gorbachof y su perestroika hicieron algo a favor del socialismo democrático cuando lo único que hizo fue ayudar a desmantelar la URSS y dejar todo el poder del mundo en manos de EE.UU. Disculpa mi intromisión y discrepancia. Por mi edad la historia no me la han contado, la he vivido, al igual que la de la Iglesia; la de la transición; la de que la Monarquía nos ha salvado; la de que la Constitución ha venido funcionando muy bien y por tanto más vale no tocarla; y un largo etcétera de falsedades. Pido disculpas.

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Cristina 30 de abril de 2014 at 05:35

Muy lúcidos estos cinco renglones de Juan Torres. Siguiéndolos, también se puede decir que la iglesia católica se parece al peronismo: un gran movimiento de masas que de izquierda a derecha abarca todo el arco ideológico.
En el discurso las dos jerarquías defienden la asistencia a los pobres y reprochan la avaricia de los ricos. Pero cuando los pobres o los ricos no se dejan, hay que elegir bando. Perón tuvo finalmente que elegir, y los primeros asesinados fueron los diputados de la izquierda peronista. Y cuando Juan Pablo II tuvo que elegir fue asesinado el obispo Romero. Sobre la paz de los muertos (y la gloria de los Nobel del credo económico- financiero)todos siguen siendo hermanos cristianos y compañeros peronistas. A la hora de rendir honores todos son reconocidos por ser fieles a sus convicciones.
Jorge Bergoglio pertenece a ambos movimientos y se mueve con toda comodidad en esas aguas. Es un peronista que se ubica a la derecha, una agrupación de origen filo nazi que se llamaba en vida de Perón «guardia de hierro», hoy diluída en la más aceptable «corriente conservadora» del peronismo.

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Francisco Javier 30 de abril de 2014 at 12:27

Para Mª Pia Uribe
Ya digo que soy teórico y por eso cuando leí el libro Perestroika (tengo 55 tacos), escrito por el mismo Gorbachov, creo recordar que él estaba por la evolución del sistema soviético hacia un socialismo democrático. La impresión que yo guardo es que abrió un poco la puerta y desde dentro y desde fuera reventaron el sistema, dando lugar a lo que dices acerca de dejar el mundo a manos de EEUU. La idea de la Perestroika me pareció muy buena pero luego la realidad a la que dio lugar nefasta. Puedo estar equivocado pero en el libro está muy claro hacia donde habría que caminar.
Un saludo

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Agustín Salvador 30 de abril de 2014 at 18:33

En mi opinión y polemizando en parte respetuosamente con ratio et civitas (la verdad precisa de mucha investigación y poca creencia), la Iglesia Católica con sus 2.000 años de existencia es una Institución-Estado con su nomenklatura y burocracia poderosa y bien establecida, tras muchos siglos de purgas internas, guerras, inquisiciones… Siempre en comunión con los poderes terrenales, ora esclavistas, feudales o capitalistas (o de todo un poco a la vez) a los que no sólo les guiaba e influía “espiritualmente” (y les influye a los aún creyentes) con una ideología-religión (inventada sobre vidas y hechos no demostrados), sino que a su vez les ofrecía y ofrece a aquellos los servicios conducentes a una mejor dominación y amansamiento-resignación de las clases populares.
Como toda organización muy consolidada y estable, tiene su “ala izquierda”, su “centro” y su “ala derecha”. Y, según como sus jerarquías y expertos analicen situaciones sociales concretas (y altas y bajas de adhesiones) juega una baza u otra.
Los Papas son unos líderes-portavoces (dicen que, incluso, de Dios en la Tierra) que con mucho boato representan la política eclesiástica escogida para cada momento. Ahora hay uno tirando a campechano y populista, para contrarrestar un poco al anterior más doctrinal y conservador. Si al santo polaco hubo que relacionarlo con la “caída del Este”, el actual argentino algo tendrá que ver con el rumbo de algunos países latinoamericanos, a los que habrá que volver a llevar por el “buen camino”. De cualquier manera la horquilla de posibilidades entre la “izquierda” y la “derecha” de la nomenklatura purpurada es muy estrecha (ver sus “doctrinas sociales” dando una de cal, otra de arena y tranquilidad al Capital). Hay un “Obama” en el Vaticano, pero nada más.
Lo que pasa es que hay gente católica muy militante y muy comprometida con los de abajo, a los que aprecio sinceramente, que necesitan ilusionarse con un gurú espiritual recién llegado al cargo, al cual, por como les ilumina con sus nuevos modales y apariencias, le atribuyen la voluntad de cambiar en profundidad las cosas y abrir el camino para que la Iglesia, al fin, se convierta en algo así como una federación de comunidades de base, no jerárquica y democrática, sin discriminación a ningún nivel por razones de género, orientación sexual, etc., y sin las pompas de este mundo (muy medievales por cierto), a la vez que respetuosa con el resto de la gente de otras religiones e ideas, dentro de una sociedad plural y laica. Les suelo decir que no sé que hacen ahí dentro, que la Iglesia no va a cambiar ni ellos la van a cambiar, que mejor se salen y crean algo nuevo. Es difícil mi empeño, porque estos católicos han sido muy educados y encantados mediante un preparado religioso de tratamiento popular que les ha terminado dando un punto de ingenuidad, que a veces encuentro hasta delicioso.
El cuento igualmente se lo pueden aplicar los seguidores de algunas “Iglesias Comunistas” que he leído por ahí.

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Beimler 30 de abril de 2014 at 18:39

Estoy contigo Francisco Javier,el camino que inició Gorbachov era el camino correcto,el del socialismo y democracia.

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ratio et civitas 30 de abril de 2014 at 19:46

Estimados contertulios:
Creo que mi comentario ha generado excesiva «literatura». Tengo que reconocer que internet no es el medio más indicado para el diálogo, lo siento. No puedo responder a todos los mensajes.
Siendo breve, he de decir, que de lo único de lo que se trata es de conocer a un autor, y en este caso a Juan Pablo IIº, y por su puesto a Juan XXIII. Es decir oponer uno a otro, no es más que un «tópico», es decir elevar a evidente algo que no es más que mera apariencia. Quien halla leído el magisterio de ambos papas sabe que no se oponen. Y desde luego, hablar en los términos en los que se habla de la teología de la liberación es también desconocer qué es la teología de la liberación.
Para objetivar el tema: las referencias a la Teogía de la liberación en la encíclica Centessimus Annus de Juan Pablo IIº, y las opiniones hechas públicas por Clodovis Boff (hermano de Leonardo Boff) sobre el caso de su hermano, los mismos documentos de la Iglesia sobre la teología de la liberación,…la orientación teológica del actual Prefecto para la Doctrina de la fe.
Pero en fin, de lo único de lo que se trata es de leer a ambos papas, que es lo que normalmente no suele hacerse.

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Beimler 30 de abril de 2014 at 19:51

Claro que democracia y parlamentarismo(de votar cada cuatro años) no es lo mismo.Hay formas de democracia directa que son seguramente las más adecuadas a un sistema socialista,como la Comuna de París o el sistema de Soviets,o consejos de trabajadores,de los primeros años de la Revolución Rusa.Pero no quiero abrir un debate sobre qué democracia para el socialismo,sino sólo hacer un apunte sobre Gorbachov y el tema de socialismo y democracia que planteó.

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Uay Pek 1 de mayo de 2014 at 02:29

Se parecen porque la economía, como gran religión de nuestro tiempo, tiene su propio paradigma irreductible y original. Y así, su Vaticano (FMI) es quien reparte la santidad económica (o sea el hilo directo con el Dios Dinero) en este mísero valle de lágrimas. Lo demás depende de donde pongamos el listón de nuestra capacidad de autointoxicación intelectual y ceguera ontológica. Allá cada cual.

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Agustín Salvador 1 de mayo de 2014 at 10:34

Cierto diálogo en internet sí es posible. De acuerdo con ratio et civitas en lo de que no hay que oponer a unos Papas con otros, porque a mi juicio sólo son expresión de una misma política vinculada a los poderes de este mundo, adaptada a cada momento histórico y al marketing conveniente para que sus adeptos y alguna izquierda encantada comulgue, sin darse cuenta de que son ruedas de molino. Mucho se habló de Juan XXIII, el Vaticano II, y determinadas encíclicas, pero aquí seguimos como seguimos y la Iglesia Católica en el fondo es la de siempre. Incluso en sus formas, papa-móvil o no aparte. Leer y oir discursos para la galería está bien, pero por su corpus doctrinal y sus hechos que lo corroboran les conoceréis. Démosle un plazo de tiempo de gobierno al nuevo Papa y volvemos a hablar.

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ratio et civitas 1 de mayo de 2014 at 20:51

Estimado Agustín:
Siento decirte que de la Iglesia has entendido muy poco, o casi nada. No puedo responderte a ideas tan generales, tan generales es como no decir nada. Se puede hablar de un tema concreto, pero de generalidades,…es entrar en el terreno de las idelogías, y ahí no merece la pena entrar. Entiendo que lo único que planteas es justificar tus propias creencias. Pero es que yo no he hablado de esas cosas. Juan Torres se ha centrado en las diferencias entre Juan XXIII y Juan Pablo IIº con respecto a la Teología de la liberación.
Ni la Iglesia en su misión está para hacer cosas,… ni los cristianos somos personas buscando no sé qué «gurus»,… ni dejamos de ser personas por pertenecer a la Iglesia,… ni pertenecer a la Iglesia es pertenecer a un grupo idelógico,…Todo esto está al margen de la realidad.

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Agustín Salvador 3 de mayo de 2014 at 00:48

Estimado «ratio et civitas»:
Por favor, dame tu versión un poco detallada de lo que hay que entender de la Iglesia Católica y su misión, que me interesa mucho más que las diferencias de matiz entre Papas. No entiendo cómo dices que no se puede entrar en el terreno de las ideologías cuando hay una religión concreta de por medio que transmite ideología. Y por supuesto que la Iglesia Católica SÍ es un poderoso grupo ideológico. En cuanto a lo del «gurú» sólo hay que ver la Plaza de San Pedro cuando se llena de fieles aclamando al Papa, o sus famosos viajes, para darse cuenta de que muchísimos católicos lo viven como a un guía chamánico. Lo que no he dicho en ningún momento es que los católicos no sean personas, que quede claro. Bueno, pues llévame «a la realidad» sin justificar tus propias creencias. Un saludo.

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miguel 11 de mayo de 2014 at 13:50

Ratio et civitas: dices que hay que leerlos a ambos papas para ver que son casi iguales.Yo te digo que «ex operibus cognoscetis eos». Y ahí hay diferencias abismales. En cualquier caso, es en el evangelio donde se aclaran las diferencias. Quien fue más «samaritano» que «sacerdote o levita» de la parábola. SI para uno el sábado era más importante que la persona, o viceversa. J.P. II dejó a muchos tirados en la cuneta pasando de largo o dando un rodeo para «no contaminarse» con los heridos del camino. Su estilo era más condenatorio que misericordioso, y de eso puedo dar fe, como otros muchos secularizados, a quienes trató como apestados. Lee el rescripto de secularización y lo comprenderás. Francisco, por conveniencia, ha pecado de relativista, con lo que ello conlleva de poner en la misma bandeja lo blanco y lo negro, lo correcto y lo incorrecto, lo ajustado al evangelio y lo más parecido a la ley del talión. Dices que tu compromiso de solidaridad s e lo debes a J.P. II. Muy tarde llegaste, pues. Yo esperaba que lo hubieras descubierto y en toda su profundidad en el evangelio que,por lo que veo, anda un poco arrumbado. AH, y no se lo debes a líderes de la izquierda. Bien, ya tenemos más tópicos de los puristas. No olvides lo del Maestro: muchos últimos serán primeros y muchos primeros serán últimos. Y hasta las prostitutas os precederán en el Reino.Te puedes llevar una sorpresa grande y que, para tu ilustración la puedes cotejar en Mat. 25. Ex operibus…. Ysigue con los tópicos de siempre: en el mundo de los no creyentes…A qué te refieres con lo de no creyentes? Si es en el estilo de vida y de razonamientos de la Jerarquía, casada con dios y con el poder, es imposible ser creyente en tamaña contradicción. Lo dice el evangelio, no yo: a dos señores..como que no se puede servir. ¿Por qué sustituyes el mensaje sencillo, breve, conciso y duro de Jesús por el magisterio de unos jerarcas que solo tratan de justificar su propia visión de la vida, reflejo más bien de la de Constantino que de la de Jesús? Hay que optar, señor mio. Mire, Pilato dijo: quid est veritas? ..Y la tenía delante. Ni de Pedro ni de Pablo (ambos papas), sino Jesús (su mensaje). Lo conoce? Pues, Él no diría lo que usted. Seguro.

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Gabriel Domínguez 16 de mayo de 2014 at 22:22

¿Alguien se ha parado a pensar cuántos partidos políticos, movimientos sociales, ideologías, regímenes, dinastías, imperios, estados, revoluciones, protestas, luchas armadas, guerras civiles, libertadores, salvadores de la patria, caudillos y líderes revolucionarios… ha visto surgir y desaparecer la Iglesia? Podemos opinar lo que queramos: la Iglesia seguirá su camino y nuestras críticas quedarán atrás.

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