Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

La lengua, el cerebro y el alma de la (extrema)derecha en Venezuela y en España

 Hace unos días puse en mi web el siguiente texto:
 
 Como esto no lo cuentan los medios españoles, lo contaré yo:
 «
El presidente del Instituto Nacional de Estadística (INE) venezolano, Elías Eljuri, informó que la pobreza en Venezuela disminuyó en el segundo semestre de 2009 a 23 por ciento, 47 puntos menos que el índice del año 1996, cuando la pobreza extrema superaba el 40 por ciento y la inflación era del 103 por ciento.
 «A muchos de estos políticos e intelectuales parece que se les olvidó que llevaron la inflación a 100 por ciento y la pobreza a 70 por ciento cuando ellos mismos gobernaban», indicó Eljuri.

 Afirmó que Venezuela posee el índice de Gini (que mide la desigualdad en los ingresos) más bajo de América Latina el cual alcanzó el 0,39 por ciento en 2009.
 De acuerdo con cifras de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), el coeficiente de Gini revela que el promedio de desigualdad en Venezuela para el año 2008 se ubicó en 0,41, con lo cual se reconoce un notable avance en comparación con el resto de América Latina.

 «Esto es distribución de la riqueza. Todavía sigue habiendo una gran apropiación del ingreso en un 20 por ciento más rico. Esa distribución igual no nos satisface. Tiene que incrementarse y desarrollarse, y eso sólo es a través de un cambio estructural más profundo», expresó.

 Afirmó que las cifras del INE tienen el respaldo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y del Banco Mundial (BM)». (La fuente era TELESUR)
 

 

 A las pocas horas, un personaje, no sé si español o venezolano, pero desde luego expresivo de lo que tiene en la lengua, en el alma y en el cerebro la extrema derecha que se opone al gobierno de aquel país, dejaba en mi web el siguiente comentario:
 

 

 

  CUÁNTO HIJO DE PUTA!!
  Cuánto hijo de la gran puta pulula por estos lares que todavía siguen dando pábulo a un gobierno que protege a terroristas etarras. Cuánto hijo de puta a quien pagamos el sueldo todos los españoles. De valiente mierda están hechos estos pedazo de sinvergüenzas. Encima y para colmo se cree las cifras dadas por el hijo de perra venezolano. ¿A que también han bajado las cifras de pobreza en Cuba?, subnormal profesorucho, cuando no hay más que pobres y han desaparecido las clases medias y altas, ¿con qué rentas se van a comparar?. Y que la Universidad dé cabida a semejantes bestias. ¡¡Váyase al pedo!!  

 

 

 No les basta que sean datos avalados por el Banco Mundial, las Naciones Unidas y la CEPAL, o que el juez que dice que Venezuela apoya a ETA sea un activista del PP y que lo diga sin aportar prueba alguna y a pesar de que Chávez ha condenado en multitud de ocasiones el terrorismo.
 No. Si algo contradice lo que ellos piensan, es falso. Y si alguien hace algo que limita aunque sea un centímetro sus privilegios para repartir la riqueza y favorecer también a los empobrecidos, se tiran a su cuello sin demora ni freno.
 Ellos son los patriotas, aunque sabotean la riqueza de su país con tal de que no la disfruten otros  que no sean ellos. Son las gentes de bien, aunque combaten a Chávez reclamando su magnicidio. Son los demócratas, aunque se limitan a insultar a quienes saludamos a un pueblo que lucha por ser libre y nos solidarizamos con su esfuerzo tan difícil y a contracorriente. 
 ¡Valientes patriotas! ¡Valientes demócratas!¡Valiente gente de bien! 
 Hagan lo que hagan Chávez y los desheredados, el odio de sus opositores será el mismo.
 Lo que les enrabia no es que se hagan mal las cosas, sino que ya no las hacen ellos sino los que antes, cuando el país era suyo, no contaban para nada.  
 Lo que les molesta no es que los bolivarianos consigan más o menos de los avances que se proponen, sino que quienes nunca significaron nada dirijan ahora la sociedad.  
 Lo que buscan no es lograr que su país avance más que con la revolución bolivariana, sino que sean solo los de siempre quienes sigan diciendo dónde hay que ir.  
 Lo que les saca de quicio no es que la economía esté peor o mejor, sino que no sea todo para las mismas clases privilegiadas de siempre. 
 Lo que les enfurece es que los desheredados, los invisibles («antes no había pobres en Venezuela, los ha traído Chávez», dicen), los que antes no eran nadie y no valían nada, valgan ahora, como ciudadanos, lo mismo que ellos, los únicos que valían antes.  
 Les molesta ver el protagonismo de esos nadies, de los que  nunca tuvieron colegios de pago ni buena educación o buenos médicos a su disposición, ni hogares bien amueblados, ni padres que estudiaron en medio mundo, ni coches lujosos, ni dientes bien arreglados, ni sonrisas perfectas, ni cabellos dorados, ni los cuerpos remendados de tanta operación.
 Les molesta que los pobres, los miserables, los indígenas, los mulatos, los negros (los llaman «monos», como al presidente), las mujeres pobres de los barrios, los niños con mocos, los ciudadanos humildes, o menos humildes pero simplemente solidarios, sean los que dispongan ahora cómo será el futuro de su tierra. 
 Eso es lo que les molesta, porque saben que si los miserables siguen adelante (en Venezuela como en cualquier parte) estarán en peligro sus privilegios de siempre. Por eso quieren acabar con Chávez y por eso nos insultan a los que estamos junto a los que nunca tuvieron nada pero que, justamente por eso, son los que se merecen todo.  

 

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