Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

¿Marxista?

Un amigo me dice que algunos me reprochan que no sea marxista. No me preocupa mucho, la verdad. O mejor dicho, nada de nada. Me interesa conocer y explicar la realidad, no ser fiel de ninguna parroquia. Además, me resulta paradójico e incluso gracioso que el propio Marx dijera de sí mismo que él no era marxista y que los que dicen seguir sus enseñanzas se proclaman como lo que el maestro nunca quiso ser. O también que haya tantos marxistas que apenas hayan leído la obra de Marx. Paradojas.

 

Dicho esto, yo sí creo que hay muchas opiniones y análisis de Marx que merecen ser asumidas y, si hace falta, reconocerse marxista para ponerlas en práctica. Una de ellas es el imperativo ético y el principio político que Marx asumía en nuestra civilización: «subvertir todas las relaciones sociales en las cuales el ser humano es un ser envilecido, humillado, abandonado, despreciable” (En Crítica a la filosofía del derecho de Hegel).

 

Si se trata de eso, aquí tienen ustedes a un marxista. 

20 comentarios

anonadadomedejas 20 de febrero de 2012 at 11:38

primero se ensaña con unos chavales comunistas y despues dice que el marxismo es una parroquia
esto es un no parar juan

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Alejandro de los Santos 20 de febrero de 2012 at 12:06

La famosa frase de Carlos Marx («lo único que sé es que no soy marxista») era una ironía crítica dado que los detractores de Marx acuñaron el término «marxismo» que a él mismo no le gustaba, y que además usaban de forma despectiva.
A Marx no le gustaba el término ya que chocaba con su propia concepción de sus estudios. Y llamarlo «marxismo» en vez de «socialismo científico» o simplemente «comunismo» chocaba ya que dejaba entrever (de mala manera) que Marx era el lider del movimiento y lo dogmatizaba (endiosaba).
Un saludo.

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fran 20 de febrero de 2012 at 12:22

Ahí le has dado. Muchos marxistas ni siquiera han pasado del Manifiesto, increíble, pero cierto.
Ahora bien, hay autores, investigadores marxistas buenísmos, como Michel Husson, Louis Gill, Daniel Albarracín, etc, etc…

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Juan Torres López 20 de febrero de 2012 at 12:33

No me he ensañado con ningún «chaval». He combatido ética y políticamente la apología del asesinato político. Y lo seguiré haciendo.
Y no he considerado al marxismo una parroquia.
Me reitero porque el anonadado parece ser otro defensor del marxismo al que le cuesta entender tres párrafos seguidos:
yo sí creo que hay muchas opiniones y análisis de Marx que merecen ser asumidas y, si hace falta, reconocerse marxista para ponerlas en práctica. Una de ellas es el imperativo ético y el principio político que Marx asumía en nuestra civilización: «subvertir todas las relaciones sociales en las cuales el ser humano es un ser envilecido, humillado, abandonado, despreciable” (En Crítica a la filosofía del derecho de Hegel).
¡A ver si leemos mejor!

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Javier Caso Iglesias 20 de febrero de 2012 at 12:46

Un muy certero análisis Juan. Gracias por tus aportaciones. Procedo a compartir y difundir tu artículo en la red. Ánimo y adelante, para muchos eres un verdadero referente. Es una pena que algunas personas que se declaran marxistas no entiendan la definición que Marx ofreció de socialismo: «Movimiento real que anula y supera cualquier estado de cosas existentes», para ello recomendaba «someterlo todo a una crítica implacable». A este tipo de «marxistas» dogmáticos y de parroquia dediqué en mi blog un artículo que titulé: «Sobre reificaciones, fetichismos mitologizantes y otras fantasmagorías testimoniales». Dejo a continuación el enlace por si pudiera interesar al objeto de animar este necesario debate.-
http://javiercasoiglesias.blogspot.com/2011/08/sobre-reificaciones-fetichismos.html
Recibe amigo Juan un muy fuerte abrazo, y lo dicho, ánimo y adelante.

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Mariano Paliza 20 de febrero de 2012 at 12:58

Estoy completamente de acuerdo con tu razonamiento y con tu conclusión. Po lo demás creo que Marx no se envileció más de lo que, como producto de la cultura y de la civilización de vilencia recibió como herencia. Tuvo muchos aciertos científicos, quizás los más y varios, no sí si tantos, errores teóricos, como cualquier investigador los tiene, en el proceso de su desarrollo. Pero, por desgracia o por ventura no llegó a ser líder personal de un Estado, que para mantener e imponer supuestos principios supremos optó por violar otros tantos de ellos. Tal vez si hubiera sido el caso, hubiera dimitido o algo así, puedo imaginar, y no hubiera caído como Stalin y tantos otros en la ostentación y profundización de la vileza heredada. Sin embargo no creo que sea tan importante llamarse o no llamarse tal o cual cosa, o que a uno lo llamen así o asá, o lo dejen de llamar. Creo que lo más importante es mostrar resultados humildemente. Recién conozco tu página e iré conociendo tus aportes. Me han hablado bien y siempre busco las esencias más valiosas. No pierdo la esperanza. Y sé que entre los casi 7,´ de seres, los hay por todas partes; solo que muchos no tienen posibilidades de acceder a la era digital, muchos incluso aún están más allá de las fronteras de esta civilización (violenta). Por un lado, que bien que estén aún fuera de este tipo de relaciones sociales. Pero creo que podremos cambiarla y entonces, también entablar relaciones con estos últimos y seguir construyendo ese otro mundo nuevo, que muchos como Marx, y antes que él, desde Buda, Sócrates, etc., y después de él, como Ghandi, Gramsci, Sartré o Foucault, para no ir más allá, empezaron y anvanzaron en construir.

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Jorge González 20 de febrero de 2012 at 13:08

Le copio mi comentario en Facebook:
Me declaro marxista como también me declaro ignorante en muchas otras cosas. Quizás se lo reprochen porque ser marxista es pensar en otro punto de vista de la sociedad, pero tiene sus variantes. Confieso ser marxista-leninista, pero recordemos que no es lo único que existe marxista como tal (trotskistas, stalinistas…) y esa ambiguedad creo que es la que le reprochan.
Más que a Marx, reconozco seguir a Lenin, ya que llevó a la URSS a ser un pueblo cuya conciencia derrocaron al zarismo, cuya concepción de la sociedad de entonces fue tan extraordinaria que hizo temblar los cimientos del capital. En definitiva, hizo real un sistema de reparto equitativo de la riqueza, de justicia real, y mientras exista este sistema capitalista no habrá nada justo.
¿Tengo que aprender? Si, y mucho, y antes que los principios y las teorías esta el ser estadista, pero que nada nos confunda al ser estadistas. Si se es marxista-leninista es porque se tenga la convicción de que es la mejor manera de organizar la sociedad.

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Ram 20 de febrero de 2012 at 13:25

Ha dicho «no ser fiel a ninguna parroquia», o lo que es lo mismo «no comulgar con ninguna idea» en particular. Poquitas luces…

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Ernesto 20 de febrero de 2012 at 13:42

Yo no sé si soy o no comunista, pero sí sé que aspiro a serlo día a día, lo mismo que a cristiano.
Dicho esto, de este señor lo que tenemos que hacer much@s es aprender. Sobre todo si queremos un mundo mejor, que es de lo que se trata.
Referente a marxista o no, bueno, complejo tema técnico y fácil moral.
Moralmente hay que serlo, técnicamente pues estamos en pleno siglo 21 y todo avanza.
Salud.

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Zapiron 20 de febrero de 2012 at 14:29

Soy de su opinión no pertenecer a ninguna parroquia si bien puedo coincidir con sus ideas.Hay muchas personas que luchan por sus ideales y no por ninguna bandera.Error de los políticos.

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Antonio Gonzalez 20 de febrero de 2012 at 17:47

Bienvenido al marxismo.
Es mas facil pensar asi, aunque duele.

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sociescuela 20 de febrero de 2012 at 18:03

Marx no pretendió hacer un sistema filosófico, su pensamiento parte de un estudio serio del capitalismo de su tiempo, y a partir de ahí lo que realiza es un método de análisis histórico, de tal manera que lo que pretende es saber donde situarse para adelantarse a la situación histórica que favorezca al revolución.
Evidentemente ese análisis lo que lleva consigo es una metafísica (materialismo dialéctico) y una filosofía de la historia (materialismo histórico).
Su referente político sería mucho más el socialismo clásico (no la socialdemocracia) y no tanto los partidos comunistas que tienen más de leninismo. Sería más el PSOE de Pablo Iglesias que el PCE de Carrillo. De todas formas el pensamiento de Marx está presente en Kausky, Rosa Luxembourgo, Lennin,…no es algo privativo del comunismo.
De todas formas, Marx fue un gran pensador, al que hay que volver a leer, pero claro actualizando lo que ya no vale para nuestro tiempo (el capitalismo de hoy no es el de entonces), y desde luego se puede criticar también su materialismo, por ejemplo a partir de la aportación del personalismo.
De todas formas, en muchas formaciones políticas hay sobredosis de «marxistismo», o de «catecismo marxista» al uso, que anula cualquier ejercicio sano de al razón.

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Natalia 20 de febrero de 2012 at 18:11

Pues lo mismo digo, si ser marxista, es aspirar a un mundo más justo, con mejor reparto de la riqueza, donde detrás de cada mercancia haya un trabajo digno y no explotación laboral y saqueo, donde no se comercia con personas, donde se denuncia que precio y valor no son lo mismo, yo también soy marxista.
Mucho mejor desde luego que los padres del liberalismo, que justificaban las esclavitud.
Ahora estoy leyendo Oligarquía y caciquismo de Joaquín Costa, escrito en los principios del siglo pasado, y las similitudes con el presente, y el descredito del sistema parlamentario de la época es sorprendente.
Un rey en Nueva York ( Chaplin )
http://www.youtube.com/watch?v=o9UIdd_I4H8

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Hono 20 de febrero de 2012 at 19:28

Que lástima,por los analisis que vd. efectúa y por su devoción a la justicia,hubiera afirmado que sí lo era.He leído a Marx bastante y he disfrutado,como me gusta leerle a vd.y a Alberto Garzón.Creo que Marx aspiraba a la democracia auténtica,y que ésta no es posible sin el socialismo.Diría que era partidario,usando una expresión corriente en su época,de la «república democrática y social»,algo muy actual.Digamos que el socialismo no es más que la profundización(y la realización)de la democracia,la democracia que no se detiene a la puerta de las empresas,sino que penetra en ellas y las transforma.

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Mario 20 de febrero de 2012 at 20:23

Desde luego, en términos políticos puede ser una pregunta muy compleja, pero en términos económicos no lo es. Yo diría que marxista es, al menos:
1) Quien considera la teoría laboral del valor (o teoría del valor-trabajo) como la única que explica coherente y completamente los valores y los precios.
2) Quien considera el plusvalor (o la plusvalía) como el origen del beneficio y, por ende, la explotación de la clase trabajadora como fundamento de la acumulación de de capital.
3) Y, derivado de todo lo anterior, quien afirma el antagonismo genético y esencial entre capital y trabajo, la imposibilidad radical de planificar y coordinar el capitalismo para paliar o eliminar sus contradicciones intrínsecas, la lucha de clases como el motor de la Historia y la concepción del capitalismo como una etapa histórica más cuyo fin es, como todas las demás, dejar paso a otra distinta.
Me dejo otras cuestiones más polémicas, como la famosa caída tendencial de la tasa de ganancia o el derrumbe necesario del capitalismo y su sustitución por el socialismo, pero creo que, en el fondo, no son esenciales para responder a la pregunta planteada.
Opino que no puede llamarse marxista (ni no marxista) quien no se haya planteado, al menos, estas cuestiones.

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Hono 21 de febrero de 2012 at 12:41

La democracia que penetra en las empresas y las transforma,esto es el socialismo.La «colectivización» de las empresas que efectuaron espontáneamente los obreros catalanes durante la guerra,y los de otra partes de España,también,supongo,esto es el socialismo.
El marxismo es un método de análisis de la realidad social(el «materialismo histórico»),más que unas conclusiones,y un objetivo,el socialismo,en la forma,creo,que he descrito antes.En el Mensaje Inaugural de la 1ª Internacional,entiendo que lo deja muy claro,»el trabajo asalariado debe ser sustituído por el trabajo cooperativo».

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Juan Carlos 22 de febrero de 2012 at 01:29

Una vez más, estoy casi completamente de acuerdo con Juan Torres López. Aunque un servidor se considere marxista y comunista, no puede dejar de hacer suyas las acertadas reflexiones de Juan Torres, que van en la línea de alejarse de todo dogmatismo y de cualquier tipo de «talmudismo» que se limite a repetir citas de las escrituras sagradas (que no por «sagradas» dejan de ser en ocasiones poco leídas).
Respecto a los tres puntos que el tertuliano Mario expone como característicos de toda postura marxista que se precie, debo decir que no suscribo ninguno de ellos (o que no los suscribo sino de manera harto problemática). Tal vez esos puntos sean los propios de un marxismo «ortodoxo», ya en franca decadencia tanto política e institucional como cultural e ideológica. Pero no así de un marxismo o neomarxismo crítico, renovado y no dogmático, un marxismo que ya no pretende ser exclusivista ni omniabarcador y que se funde eclécticamente con otras corrientes políticas y de pensamiento.
Cordiales saludos comunistas.

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Antoni Puig Solé 22 de febrero de 2012 at 06:03

No me voy a sumar a los reproches por que “no seas marxista”. En todo caso, ¿estás seguro de que no lo eres? Piensa en los del otro barrio: hay muchos que son neoliberales sin ni siquiera haberse dado cuenta. Ahora bien, me parece simplista tu recurso a la celebre frase de Marx en la que él afirmaba que “no era marxista”. Es una frase a la que se suele recurrir par justificarlo todo si tomar en cuenta el contexto en el que fue pronunciada. Lo que hacía Marx con su frase era expresar su rechazo a las simplificaciones a la que algunos supuestos “marxistas” habían sometido a su pensamiento y frente a tal simplificación afirmaba que si aquello era el marxismo, el de marxista no lo era. Un abrazo.

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Desde aquí abajo 26 de febrero de 2012 at 23:05

Juan, reitero, cuidado con el ego. Que si yo no soy marxista. Que si yo no soy estalinista. Mira esos otros: “Orgullosos de ser de derechas”. Puestos a puntualizarlo todo, por la izquierda, porqué no te explayas con la traición del psocialismo y sus líderes al socialismo y a la democracia. ¿O es que sólo dan golpes de estado los banqueros? Otra cosa, desde aquí abajo, y para que te enteres. Una verdadera transformación social, futurista, utópica o como tú, en tu independencia intelectual de las parroquias, quieras denominar, tan solo es posible con la abolición de la propiedad privada y tras la negación de tal todo es posibilismo. O sea que todos tenemos derecho a jugar y a especular con Stalin con Marx o con el sursum corda sin tanta disculpa sobre lo que no somos. Aquí abajo las parroquias no son nada. Perdón, sí, una necia masa ficción del sumatorio de los maguffin de los individuos que la componen. Y eso lo saben los de las reformas. La exigencia de una igualdad total formulada por los hébertistas, el grupo más radical de los jacobinos, le pareció excesiva al propio Robespierre que los mandó a la guillotina en 1794. No podía ser de otra manera. Esto lo han olvidado los liberales y los psocialistas. Las relaciones de dominación y las relaciones de sumisión no se extirpan solas. Ellos siempre lo tienen mas claro hasta para las ostias. ¿Sabes lo que se encontraron los bolcheviques en Azerbaiyán cuando llegaron cubiertos por el barro, el sudor y la sangre de la revolución y la contrarevolución? Te lo explico: una tribu que quería su cachito de tierra para criar sus cabras y una buena vagina que les multiplicase los hijos y lo demás les importaba un huevo. Claro que por lo que se ve los bolcheviques deberían haberles pedido por favor que hiciesen una cooperativa. Mira que bonita forma de decir las cosas sobre la inmensa experiencia intelectual que hay que retener del marxismo teórico: “su afirmación del principio del valor-trabajo como fundante de todas las categorías económicas;, su análisis de los mecanismos económicos, sociales e ideológicos del sistema capitalista;, su explicación de las transformaciones morfológicas del valor (incluso si la ley del valor no resulta matemáticamente operatoria por dificultades de concepto y haya que recurrir a un cálculo económico de la explotación y la acumulación a través de la medición de mercancías producidas con mercancías, del estilo, por ejemplo, el propuesto por P. Sraffa;, su interpretación de las causas que generan la alienación de la conciencia; su concepción del ser humano como ser que produce y que se produce a sí mismo y se autorreproduce en el proceso de su vida social;, su visión de la dinámica social e histórica en términos de relaciones de producción material y de trabajo y sólo secundariamente en términos de intercambio; su hipótesis de materialismo histórico entendido como el condicionamiento principal, en última instancia, de las estructuras ideológicas por las infraestructuras económicas y materiales, dentro de una circularidad siempre flexible y muy compleja; su positivismo fundamental, que excluye las entidades metafísicas y las explicaciones en términos de supuestas instancias no identificables intersubjetivamente; su concepto de lucha de clases y de explotación económica mediante la indebida apropiación de la plusvalía producida; su propuesta de una organización social concebida como asociación libre de trabajadores que resuelven vivir cooperativa y solidariamente sin la coacción de poderes dominantes de cualquier naturaleza, y que se rigen por un sistema de pautas racionales establecido voluntariamente” (Puente Ojea, 1995).
Y así favorecemos su lectura, que es lo que interesa. Ah y no te vengas abajo con los despreciables, hombre, que no curras con ellos en una fábrica.

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Cayetano 28 de febrero de 2012 at 12:19

Antes de nada manifestar la admiración hacia tu obra y tu compromiso. Pero la verdad cuando algo no preocupa no ocupa.
Ahora bien, el hecho de que preocupe la percepción que tienen los demás sobre uno y la correspondencia de ésta con la visión propia creo que es algo totalmente natural.
Sí lo que vienes a explicarnos es que eres una persona de izquierdas a la que no se puede aplicar el corse del PSOE o IU, es algo evidente pues tu ser íntimo lo conoceras tú pero en la realidad política española cabalgas de uno a otro y a otros. De otro lado creo que sobradamente sabes que es ser marxista en relación al papel del hombre en su relación con la naturaleza y el hombre. Respecto a la apropiación del valor como producto del trabajo, en cuanto a la consideración de los medios de producción como cosificación de productos de trabajo acumulados y apropiados por el capitalista. Lo que dicha relación antagónica entraña por la apropiación de la plusvalía del trabajo por el capital, determinando un modelo de clases sociales. Y sobre todo que la lucha de clases es el motor de la historia. Todo ello bajo las diferentes formas, con un complejo entramada de clases y contradicciones en la concreción histórica y espacial.
En cualquier caso, soy de la opinión de que uno cristaliza cuando muere, y mientras tanto siempre está evolucionando, sí hoy eres marxista ortodoxo,heterodoxo o keynesiano o neokeynesiano o que se yo, lo que realmente importa o me importa a mí que hoy me reclamo marxista, es que somos compañeros confluyendo desde la diversidad en la resistencia frente al neoliberalismo y te valoro por tu labor intelectual de divulgación, formación, y elaboración de Alternativas. Gracias compañero y que no te ocupe lo que no te preocupe.

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