Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

La necesidad de un nuevo tipo de debate económico (y político)

Publicado en Público.es el 9 de abril de 2014

Es evidente que hay diferencias entre las dos formaciones políticas que han comenzado a hacerse un sitio destacado en el mapa político español, Podemos y Ciudadanos.

En materia económica es lógico que las haya también, y posiblemente de modo amplificado puesto que en ese terreno la ideología y los intereses sociales que se quieran defender son determinantes de lo que se dice. No hace falta ser un experto para saber que entre los economistas ha habido siempre, por esas y por otras razones de tipo metodológico, diferencias profundas a la hora de reconocer la realidad, de analizarla y de realizar respuestas para transformarla. No han dejado de darse desde que se comenzaron a elaborar los primeros análisis científicos en esta materia y no van a desaparecer ahora.

Tratar de ocultar esas diferencias o, lo peor, demonizar y anular a quien está al otro lado del pensamiento económico dominante es una reacción totalitaria, pero desgraciadamente muy habitual no solo en los medios o en la vida corriente sino en la propia Academia.

De hecho, creo que la principal responsabilidad de que ocurra eso recae sobre los economistas académicos de la corriente dominante. Ellos y ellas son los ciegos, desconocen y no hacen nada por conocer los enfoques críticos y no solo han acabado con la posibilidad de que las ideas y el análisis económico alternativo actual sean conocidos en las aulas, sino incluso la historia del pensamiento económico. Tanto ha sido así que en muchos países o en universidades tan señeras como Harvard, ha habido protestas de los estudiantes de Economía por el “autismo” de la disciplina a la hora de enfrentarse a la realidad y por la parcialidad del profesorado ortodoxo. A uno de sus popes, nada más y nada menos que N. Gregory Mankiw, se le sublevaron los estudiantes por esa razón, denunciando “el carácter sesgado” de sus clases (la noticia y la carta de sus estudiantes pueden leerse aquí).

Lo cierto es que es lamentable que ocurra eso, porque así se empobrece la ciencia y de esa forma perdemos todos, pues se cierra el paso a la innovación y se cercena la libertad, que es lo peor que le puede pasar al pensamiento para que con él se pueda conseguir un mundo mejor para todos. No deberíamos olvidar nunca que el respeto a los demás y la libertad efectiva son los prerrequisitos esenciales para que florezca el conocimiento y la ciencia, que son tan fundamentales para el progreso y la vida humana.

Eso es algo que se olvida muy a menudo porque las ideas económicas son de todo menos neutras. Siempre afectan de un modo desigual a las personas y a los grupos sociales, y es lógico por ello que cada uno tome posición en su contra o a favor según como crea que le benefician o perjudican. Es precisamente por ello por lo que decimos que los problemas económicos no tienen soluciones técnicas sino políticas y que éstas deben adoptarse democráticamente. De otro modo, cuando la democracia no llega a la economía, como en nuestro caso, lo que se consigue es que unos grupos sociales puedan imponer su interés distributivo a los demás.

Es con este último fin que con tanta frecuencia se niega el debate, se ocultan las diferencias, se trata de hacer creer que solo hay una alternativa posible, o se persigue y anula a quien hace propuestas diferentes a las que convienen a los grupos sociales que detentan el poder.

En esta última estrategia de ocultación los medios de comunicación resultan esenciales, como también la Academia, siempre sometida al poder dominante por muchos que sean los resquicios de libertad que pueda conceder.

Ahora que Ciudadanos está empezando a mostrar propuestas económicas frente a la situación de crisis en la que nos encontramos, puede comprobarse fácilmente hasta qué punto se dan esos males entre nosotros.

Cuando se presentó el documento que Vicenç Navarro y yo elaboramos para Podemos se produjo enseguida una reacción furibunda, no exenta de ataques personales contra nosotros dos. Se empezó diciendo que no éramos nadie (a pesar de que Navarro es el quinto científico social español más citado en la literatura científica mundial). Un colega de la Universidad Autónoma de Madrid al que prefiero no citar (es una anécdota pero significativa) no ha parado de decir de mí desde entonces que “solo digo tonterías” e incluso pone en duda que sea efectivamente catedrático de universidad.  El intento de poner sobre la mesa propuestas diferentes de política económica llevó consigo insultos y descalificaciones que todavía no han desaparecido. Es verdad que al mismo tiempo ha habido también muchas personas expertas que, a pesar de estar en desacuerdo con todo o parte de lo que proponemos, han sido extraordinariamente respetuosas, que han hecho críticas constructivas y contribuido con elegancia y rigor al debate sobre cuestiones económicas que tanto necesita España. Pero las reacciones en los medios y de los creadores de opinión ante el documento que presentamos a Podemos fueron rotundas: el ataque visceral, manipular alguna que otra propuesta concreta para descalificarla a cualquier precio y, sobre todo, obviar sus ejes centrales, es decir, la necesidad de democratizar la toma de decisiones económicas y lograr un pacto amplio y efectivo que frene el crecimiento vertiginoso de la desigualdad en España.

Y el cainismo y la mala fe que vienen acompañando al debate económico en España (si es que se puede denominar así) se percibe claramente en lo que está ocurriendo con propuestas prácticamente idénticas realizadas en su día por Navarro y yo y más tarde por Ciudadanos.

Cuando nosotros proponíamos centrar el debate económico en el incremento de la desigualdad se nos calificaba (si es que alguien se hacía eco de ello) de trasnochados y peligrosos comunistas. Si lo hacen (y yo me alegro) Rivera y Garicano (aunque desarrollen el asunto de modo diferente) son sensatos y centrados.

En su día, nosotros propusimos la moratoria de grandes infraestructuras en AVE, puertos o autopistas, entre otras, porque habían generado mucha corrupción y escasísima utilidad social. Cuando eso se mencionaba, era simplemente para tacharnos de irrealistas y de querer hundir la inversión y la economía. Ahora Ciudadanos propone (y yo me alegro) disminuir la inversión en AVE y la propuesta se saluda como rigurosa y positiva.

Nosotros proponíamos que los autónomos coticen según su ingreso real y se proclamaba a los cuatro vientos que queríamos arruinarlos subiendo sus impuestos. Ahora lo propone Ciudadanos (y yo me alegro) y se saluda la medida como conveniente y favorable para la economía y los autónomos.

Hay diferencias. ¡Claro que las hay y las seguirá habiendo! Pero también hay coincidencias y, sobre todo, creo que nadie se puede arrogar para sí mismo la exclusiva capacidad de resolver los problemas de España. Hay que acabar para siempre con las prácticas totalitarias que solo buscan destruir a quien piensa de modo diferente y por eso es fundamental que desterremos el frentismo.

Es imprescindible aprender a debatir con respeto y con rigor. España necesita poner sobre la mesa análisis plurales de sus problemas económicos y no imposiciones. No vamos a salir de la situación en la que estamos con prepotencia, creyendo cada grupo que solo él tiene en su mano la salvación de los demás.

Hace falta un debate sincero y plural. No trifulcas ni circos mediáticos. Hay que aprender a pensar juntos y a escudriñar los entresijos de las distintas propuestas para encontrar los puntos de encuentro y no solo diferencias. Si queremos vivir y convivir en paz tenemos que aprender a limar, y no a exagerar, lo que nos separa y a poner en marcha lo que nos une, por poco que sea, aunque seguro que es más de lo que a primera vista parece. Y hay que aceptar que nadie puede imponer su interés a los demás, sino que hay que dar la voz a la gente, también y sobre todo, en materia de reparto del ingreso y la riqueza.

Tenemos que hablar mucho más de economía pero sabiendo que no solo hablamos de cuestiones técnicas de las cuales solo puede opinar la gente preparada para ello. Cuando lo hacemos hablamos en realidad, y al mismo tiempo, de política, de intereses legítimos en disputa y en conflicto, pero de un conflicto que no podemos resolver como venimos haciendo, permitiendo que unos amasen siempre la harina mientras que son siempre otros los que se comen el pan.

La conformación mucho más plural que con toda seguridad se va a imponer en el mapa político español es un buen momento para poner en marcha otro tipo de debates, otro tipo de tratamiento de las diferencias y de las propuestas plurales. En España no nos podemos permitir el lujo de prescindir los unos de los otros y mucho menos en materia económica.

12 comentarios

felix de valois 9 de abril de 2015 at 20:18

Resulta bastante increible que los cuatro apuntes tan sencillos y claros como los que expone sean,al tiempo, tan viliendiados y tan rechazados, no solo desde la propia Sociedad sino tambien, desde los propios integrantes de la disciplina. Deben ser cosas de la política.

Responder
Antonio Gonzalez 10 de abril de 2015 at 02:58

Y que se digan las cosas que no se dicen en el origen de la
crisis o vamos de cabeza hacia otra peor.
Con Islandia a la vanguardia prohibiendo la creacion de
dinero mediante el credito a los bancos debe comenzar un
debate dificil pero necesario.

Responder
Mario Plaza Delgado 10 de abril de 2015 at 04:23

Excelente, Sr. Torres. Muchas gracias.

Responder
Manolo Malime 10 de abril de 2015 at 10:03

Efectivamente, la ideología dominante impone el análisis metafísico de los asuntos, en vez del método dialéctico, la interrelación de lo ideológico con lo material, es decir separan economía de ideología. No solo ese dominio ideológico afecta a periodistas, también afecta a profesionales de la política y de las ciencias técnicas, y como muy dices a economistas académicos, que son en los que se apoyan la casta económica y política para justificar la defensa de sus intereses.
Algo tan sencillo de ver, que todo lo que existe es materia, y que si no vivimos en solidaridad entre la materia humana y la ecológica estamos abocados a la autodestrucción, bien por hambrunas o guerras, o por la simple destrucción del ecosistema a través de la contaminación y el cambio climático.

Responder
Miguel Ángel Malo 10 de abril de 2015 at 11:36

Me gusta especialmente la última frase: «no nos podemos permitir el lujo de prescindir los unos de los otros y mucho menos en materia económica». Creo que da de lleno en lo que necesitamos para que el debate económico sea fructífero.
Todos aportamos matices y diferencias a las propuestas generales. Siempre he sido escéptico sobre las posibilidades del contrato único para acabar con los males de la segmentación laboral. Siendo ésta una propuesta «estrella» del programa de C’s hay otras partes con las que coincido, como la que tú mencionas de reducir la inversión en AVE o la de no hacer tanto énfasis en las pequeñas empresas como motor de la economía (porque cada vez hay más datos que nos dicen que eso no es así en general). En el otro lado, me pareció estupendo que la propuesta original de Podemos de una renta de ciudadanía evolucionase en la propuesta que hicisteis Navarro y tú hacia un sistema de renta garantizada próximo al caso vasco actual. En un país en el que el verdadero suelo de protección social lo forman la prestación y los subsidios por desempleo, hace falta crear una red más sólida para poner límites al riesgo (muy real hoy) de que aumente a largo plazo el núcleo duro de la pobreza y la exclusión social.
Pero los foros de debate son muy homogéneos y, si acaso, a veces se invita a uno solo de la posición opuesta, de manera que parece una minoría con escaso poder de convicción; lo cual refuerza el no-debate.
Apuesto también por esfuerzos renovados para crear espacios de debate más abiertos y con composiciones más heterogéneas.
Un saludo desde Salamanca.

Responder
Edén Sorolla 10 de abril de 2015 at 22:50

Muchas gracias, profesor, por su dedicación y su trabajo. Yo he aprendido (y sigo aprendiendo) mucho de sus explicaciones en vídeos, libros y artículos. Le mando muchos ánimos para que siga usted haciéndolo así de bien y le envío un fuerte abrazo.
Hasta pronto.

Responder
Andres Niporesas 10 de abril de 2015 at 23:20

Comentarios:
1º) Como muy bien lo definió Pablo Iglesias, no nos confundamos: una cosa es el cambio (Podemos) y otra cosa es el recambio (Ciudadanos)”.
2º) Krugman, al referirse a las discusiones con los neoliberales suele citar la frase de Upton Sinclair “Es dificil hacer que alguien entienda algo cuando su salario depende de que no lo entienda”. !Que razón tiene!
3º El poder siempre se apunta como propios, ciertos iconos de sus oponentes: La Iglesia se apropió de las fiestas paganas transformándolas en la Semana Santa y la Navidad. La canción de “Blowing in the wind”, con otra letra, se puede escuchar en algunas misas. En la Tv de Castilla La Mancha existe un programa de lo mas carca con el título “No nos moveran”, canción bandera de la revuelta estudiantil española del 68. Es una forma de anular los simbolismos del contrario
4º El poder siempre se inventa un bueno y un malo y sigue métodos inquisitoriales. Los medios de comunicación lo inculcan a la población, la alienan continuamente desde La TV, los periódicos etc: Los comunistas, los rojos, los bolivarianos, o los judíos para los nazis etc. todos son muy malos. Son los demonios de la sociedad.
A los que le son fieles (jueces, economistas, ingenieros, personas en general) les encumbra, atribuyéndoles cualidades que no tiene y otorgándoles puestos importantes. Por contra, a los que le son contrarios ignoran sus cualidades o les aplican el método inquisitorial de la acusación. Les acusan de bolivariano o cualquier otro demonio que hayan creado.

Responder
ASUN MENDIVIL 11 de abril de 2015 at 08:34

Siga asi Sr. Torres somos muchos mas los que le admiramos,solo q somos silenciosos ,por eso quiero salir del silencio y reiterarselo.Gracias

Responder
Juan Carlos 13 de abril de 2015 at 17:35

Saludos desde Venezuela. Interesante el tema sobre la relación de la economía y lo social; la ideología dominante y su vinculación al sector económico, ello para defender sus intereses (es lógico que piensen asi). Pero importante es que esas relaciones no impliquen en lo académico el alejamiento de las ideas diversas acerca de la economía, porque estaríamos en la época medial, recordemos a Descarte; ya no sería la inquisición física, pero sí la inquisición moral, ética, pública, a la individualidad de la persona. Además, interesante la postura acerca de que principalmente los problemas económicos deben tener una solución política y esas deben encontrarse de manera democrática, agregaríamos desde aquí: participativa y protagónica, por parte de los grupos sociales.
A todo lo planteado hay que agregarle el tema comunicacional…
Saludos…

Responder
Benider 15 de abril de 2015 at 20:47

Ciudadanos es la alternativa de derecha que se está fraguando como recambio al Partido Popular, caduco y corrompido. Pero las cosas no son tan fáciles. El PP ha creado muchos intereses. En los sitios donde gobierna ha creado redes clientelares tupidas dispuestas a pelear con Ciudadanos hasta el último voto. Una nueva clase política, la de Ciudadanos en busca de su sitio institucional y social. ¿Lo conseguirán? Van por buen camino, sus métodos de publicitarse y de hacer proselitismo son algo más modernos que los del PP . Hay que pensar que en España la derecha tiene un base social amplia que está ahora algo confusa con el «espectáculo» del PP. Ahí han echado sus redes. Creo sinceramente que pescarán mucha gente en las próximas elecciones. Pero no nos engañemos, es un partido de derechas, algo más civilizada que lo que tenemos ahora, pero de derechas.No es la primera vez que en España un partido de ámbito estatal tiene su origen en Cataluña. Algo parecido ocurrió con A. Lerroux y su partido Radical.

Responder
Jano 15 de abril de 2015 at 21:02

Buenas a todos.
Como siempre profesor: «En el clavo».
Es un hecho, que hay una rebelión mundial de los estudiantes de economía contra los currículos que les están haciendo tragar. Cada vez quedan menos estúpidos dispuestos a aceptar como «verdades económicas», cosas que luego ven en la calle que son mentira. Esto es: la realidad social en la que viven desmiente la tesis de sus «profesores». Que razón tiene Krugman: «el que se mueva, no sale en la foto». Esto es: deja de cobrar. ¡DESPEDIDO!. No me extraña, que en una huída hacia adelante, en la facultades de económicas, los alumnos, para aprobar, tengan que reconocer el carácter divino de:
a) El neoliberalismo como única verdad doctrinaria
b) El FMI, BM, OCDE, (y cualquier otro chiringuito que se me olvide ahora)
c) Angela Merkel
d) La política económica del PP.
Un saludo.

Responder
Adrián 29 de abril de 2015 at 17:01

Si habla del “otro lado del pensamiento económico dominante” debería algún día citar a Enrique Dussel y recomendar sus sesiones del pensamiento crítico. Así les abrirá a sus lectores la mente para pensar en nuevos sistemas aún por definir. Invíten al maestro, aún esta vivo, reúnanse con sus colegas españoles y con los pensadores de Podemos que se encuentran un poco estancados pero que aún le tienden la mano al cambio. No desaproveche esta oportunidad! Un abrazo.

Responder

Dejar un comentario