Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

4 comentarios

Miguel 24 de mayo de 2012 at 16:12

Esto es desde luego lo que yo llamo pensamiento progresista: sentido común, no correr en círculos.
Hagamos la definición del término «calidad de vida».
Declaremos su ausencia como causa de la derrota social. La urgencia nacional.
¿En qué consiste la calidad de vida?
Y que sea la única barricada que el hombre tenga a alzar.
Veremos que para los que teniendo derecho a un trabajo y a una vivienda pero no pueden encontrar un modo de permitírselo, y siempre que las fuerzas armadas no fallen, el campo siempre será un seguro de vida. Un seguro físico y moral. Una estancia en el «sentido común».
El campo es la teta del hombre, el hombre está destetado. La solución al problema siempre viene en la exposición del mismo (ley universal).
Y digo lo de las fuerzas armadas por que el cambio en masa del consumo de un producto a otro siempre traerá tensiones. En nuestro caso serian todos esos ideales de progreso que como aquí bien se explica es una huida para delante: ansiedad. Tensiones desde dentro de uno mismo a la vez que desde una maquinaria ajena que ve como sus acciones caen en picado
Yo no sé que mal tiene el ser esclavo del campo, este es justo y generoso. Sobretodo hace que el hombre se supere, y esto es solo a lo que se le debería de llamar «avance». Y menos hoy en día con la revolución de la información, el aislamiento ya no existe.
Un apunte, esta ausencia de aislamiento que la «revolución» (tecnológica, claro, la única que vivimos, realmente) proporciona, puede ser tan beneficiosa como perjudicial, es por eso que nunca fue tan peligroso vivir en la ciudad como lo es ya. De la ciudad habría que aislarse, la ciudad es la feria del consumismo, la deriva de la sociedad, la «perdida de valores». En la ciudad nunca se creó nada de una manera armónica. ¿Qué futuro digno puede haber ahí que no sea el salir de ella?
Ahora que esto suena como si fuese algo nuevo, es el «avance» al que nos dirigimos, a marchas forzadas, ciudades cárceles en los que impera solo una idea producto de esa ciudad, de un mismo aire. Esta es también la teoría conspirativa, me temo …
Y esto ya es pasado.
Y alguien con poder hay detrás seguro: Véase el reciente anuncio de Unasur de «un gran plan», «una gran idea» que persigue el crear una gigantesca reserva natural …
Y la gente, como claro son «rojos», «de izquierdas», los apoyan sin pensar, quieren «progresar», según digo esto hay millones «de progresistas» aplaudiendo esta «gran idea» que los dejarán atrapados en las ciudades y les quitarán las tierras.
Nos hemos desentendido de la producción de la comida, nos enganchamos a trabajos absurdos que luego perdemos, metemos ahí a las mujeres y juntos acabamos con la natalidad…
Somos unos ilusos, en el campo, la playa o la ciudad, esto es algo que no se puede parar al menos al paso que vamos, con algo de dignidad.

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Juan Murillo 24 de mayo de 2012 at 16:24

Buen artículo. Esta bien escrito y los análisis bien hilados. Una objeción. Todo el esquema se plantea desde una comprensión estática del fenómeno economico-social.
Es evidente que en un planeta , donde casi todos sus límites estan a la vista, no puede haber un crecimiento ilimitado. La derecha neoliberal no puede ignorar esto.
Las grandes multinacionales desde antes de la Trilateral se han gastado muchos millones de dólares en los estudios de los prospectivistas a 50, 100 y mas años, vista.
Ello me lleva a considerar la necesaria existéncia de distintos escenarios previstos, y mas en estos tiempos donde la computación permite analizar complejos modelos.
Simultáneamente, pienso que en todas las luchas, uno de los factores determinantes
de la derrota es la subestimación del adversario

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Arturo Ferrín 25 de mayo de 2012 at 05:37

Interesante artículo de José Luis Manchón, del cual me interesa destacar la siguiente idea acerca de Crédito y Crecimiento:
“La concesión de créditos masivos y a todos los niveles ha sido la forma de sustentar la ficción de la espectacular expansión de las economías desarrolladas. Era una ficción en la medida que la aceleración de la actividad económica tenía casi únicamente que ver con la capacidad financiera para trasladar a través del crédito la expectativa de riqueza futura al presente…Nuestras sociedades de consumo se dedicaron a dilapidar en un muy corto periodo de tiempo la riqueza que correspondía al futuro y lo arrasamos. Esta es la razón por la cual vivimos el momento presente como ausencia de porvenir.”
No puedo menos que recordar un par de consideraciones al respecto del profesor Maurice Dobb, en los años “treinta” del pasado siglo, que aunque en un contexto histórico muy lejano a la realidad actual, no merecían haber sido olvidadas.
“El factor decisivo de la oferta de capital, de acuerdo con su teoría [de Böhm-Bawerk], es la subestimación subjetiva del futuro…en una sociedad socialista no habría razón ni para la subestimación del futuro que da origen al interés como fenómeno persistente, ni para la existencia del interés como categoría de ingreso.” Maurice Dobb. Economía Política y Capitalismo. La tendencia de la Economía moderna (pág.108-109). Instituto cubano del libro 1.971.
“En una economía capitalista el ritmo de la acumulación del capital se determina por dos factores principales: por la distribución del ingreso, que determina la magnitud del ingreso de la clase inversionista, y por los niveles de consumo acostumbrados por dicha clase. De estos factores depende principalmente lo que se ha llamado la “preferencia-tiempo”, o el tipo a que se descuenta el futuro por oposición al presente…Si, por contraste, se quiere precisar el principio que regiría el ritmo de la acumulación de capital en una economía socialista, parece evidente que aquél tiene que consistir en una actitud de igual estimación del presente y del futuro, ceteris paribus, lo que, en otras palabras, equivale a la ausencia de la preferencia-tiempo que es característica de la economía capitalista. Maurice Dobb, Economía Política y Capitalismo, La Ley económica en una Economía Socialista (pág. 199-201).

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Agnate 26 de mayo de 2012 at 19:45

Juan, un articulo muy interesante pero en el he planteado un escenario mediante condicionales respecto a una serie de hechos que no son inherentes a la reserva fraccionaria en si sino en la extrema avaricia del ser humano.
¿ Alguien cree si sería posible tener un sistema de reserva fraccionaria sustentada por corporaciones financieras «eticas» y una sociedad que no se mira constantemente el ombligo ? si es asi el problema no es la creacion de la deuda (dinero) sino en el descontrol (desregulacion) de su creacion y la gestion de la no creacion del interes en si mismo.
———————————- escenario ——————-
Hay una cosa que me hace pensar, en la que este articulo presupone, que hubiese pasado si…
… Si las corporates financieras desreguladas hubiesen creado deuda de una forma «etica» y sostenible, es decir, dando creditos a personas que razonablemente se podría pensar que podrían devolverla y…
…y si no se hubiese traficado dentro de una estafa piramidal con CDOs…
…y los ciudadanos ajenos a las corporates financieras no hubiesen especulado con la vivienda…
…y los ciudadanos pertenecientes a una nueva clase media no se hubiesen dedicado a invertir en productos financieros exigiendo cada vez mas rentabilidad.
En definitiva, a veces pienso en si el problema no es de la reserva fraccionaria sino de la mala etica de las corporaciones financieras y el «yo» egocentrico (manipulable) de los ciudadanos.
—————————

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