Publicado en La Opinión de Málaga. 2-05-2004
En algunos círculos económicos y empresariales es corriente que haya quien se extrañe y ponga el grito en el cielo porque la inmensa mayoría de los estudiantes de económicas afirman en las encuestas que no desean ser empresarios.
Lo que ocurre es que se confunde en ese caso el papel social del empresario con el de quienes trabajan en sus empresas. El empresario es quien dispone de capital y lo arriesga llevando a cabo negocios. Esa capacidad de asumir riesgos y el carácter emprendedor que debe disponer un buen empresario para poder ganar dinero es un valor ejemplar y una base fundamental de la actividad económica y de la creación de empleo.
Pero, aunque es extraordinariamente deseable que la mayor parte de la población sea capaz de arriesgar y emprendedora, es obvio que no todas las personas tienen capital suficiente para convertirse en empresarios.
Por eso siempre he creído que era un error poner el énfasis solamente en la promoción del empresariado, cuando lo que hay que hacer es procurar que los hombres y las mujeres, en cualquiera que sea la actividad que lleven a cabo, sean emprendedores. Es decir, innovadores, imaginativos, arriesgados, cooperativos, diligentes, instruidos, y capaces de hacer frente a su futuro con decisión y a base de ideas novedosas y rompedoras de la inercia. Unos, como empresarios, los demás, como trabajadores, funcionarios, artistas, o cualquier otra cosa. Cada uno en su lugar.
Cuantos más empresarios haya en un país, más fácil será que abunde el empleo y la riqueza, pero desgraciadamente no basta con eso. Lo que es más importante, entre otras cosas porque sin ello no será posible que crezca y progrese el propio tejido empresarial, es la capacidad de crear y ayudar a crear riqueza por parte de todos los ciudadanos.
Las actitudes pasivas, conservadoras, inertes y burocráticas son las que frenan el progreso y las que impiden que una sociedad como la andaluza se modernice y avance. Precisamente, el Centro Andaluz de Emprendedores ha organizado esta semana el primer Día Provincial dedicado a difundir la cultura emprendedora en los centros escolares. Una magnífica idea que hay que potenciar para que nuestra sociedad y nuestra economía sean cada más dinámicas e innovadoras.