Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

Chapuza, mentira y traición

Publicado en Sistema Digital el 12 de abril de 2012

A nadie le puede extrañar que el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, saliera por la puerta del garaje del Senado para no tener que dar cuentas a los medios de comunicación de las últimas medidas económicas que ha adoptado y concretamente del recorte adicional de 10.000 millones de euros en educación y sanidad. No extraña porque hasta el truhán más descarado sentiría vergüenza si tuviera que justificar una chapuza tan grande, una mentira tan evidente y una traición a los intereses de la Nación tan cobarde.

Es una chapuza monumental que una semana después de haber presentado los Presupuestos Generales del Estado, y después de haber negado por la mañana que se iría en esa dirección (por no hablar de las promesas que se lanzaban cuando se trataba de criticar al anterior gobierno) se anuncie un gigantesco recorte presupuestario adicional en sanidad y educación.

Si hubieran transcurrido unos meses quizá se podría argumentar que se trata de un cambio de coyuntura, de una necesidad adicional, pero ¿cómo justificar una rectificación tan grande cuando casi se puede contar en horas el tiempo transcurrido desde la presentación de las cuentas del Estado? ¿Cómo puede seguir en su puesto sin morirse de la vergüenza y dimitir un Ministro de Hacienda que ha preparado nada más y nada menos que los Presupuestos Generales del Estado con semejante falta de perspectiva y de rigor? ¿Qué se puede esperar de un Ejecutivo que actúa con una estrategia tan errada, con una percepción tan alicorta de las necesidades de la economía y la sociedad española? ¿Cómo se puede sostener un Gobierno que de una semana a otra considera que la educación y la sanidad española necesitan 10.000 millones de euros menos?

Salvo, claro está, que ese Gobierno no se esté pensando en lo que necesita el Estado y la población a la que sirve, sino lo que le exigen intereses extranjeros o particulares que actúan a la sombra incluso de los propios agentes que, por lo que se ve, mantienen en ese Consejo de Ministros.

El anuncio del recorte responde también a una mentira que es bastante fácil descubrir.

Reducir los presupuestos de educación y sanidad en esa cifra tan extraordinaria no va a  contribuir decisivamente a reducir el déficit público.

Docenas de estudios empíricos han demostrado que una disminución del gasto público supone una caída prácticamente inmediata y muy importante del Producto Interior Bruto, cuya magnitud depende del tipo de economía y de las partidas concretas en que se materialice pero que en el caso español y dándose en materia de educación y salud podría ser de entre el 60 y el 75 u 80%. También sabemos que al caer el PIB disminuye lógicamente la recaudación impositiva porque hay menos actividad económica, menos beneficios, menos sueldos y menos transacciones que gravar. La magnitud final de esta disminución también depende de diversas circunstancias (de la estructura impositiva, del peso de los impuestos en el PIB) pero no sería exagerado decir que en un país como España la disminución del PIB producida por un recorte de 10.000 millones de euros en el gasto en sanidad y educación podría suponer una disminución de más de 4.000 millones en los ingresos fiscales del Estado. Y no solo eso, sino que al aumentar el desempleo, aumentarán los subsidios del paro y posiblemente otras transferencias a las familias, en una cantidad más difícil de estimar pero que seguramente no fuese inferior a 1.000 o 1.500 millones de euros.

Es verdad que, al disminuir la provisión pública de servicios de educación y salud que conlleva ese recorte, un determinado porcentaje de la población optaría por adquirirlos en el sector privado, de modo que el efecto que acabo de señalar ser vería compensado, aunque es evidente que no sería realista pensar que lo hiciera en la misma magnitud. En definitiva, y dejando aparte el efecto distributivo y la connotación ética que sin duda tendría el recorte, lo cierto es que su efecto final sobre el déficit es bastante más reducido del que pretende alcanzar el gobierno. Digamos que aunque es buena noticia para los proveedores privados de servicios educativos y sanitarios, es una medida que seguirá siendo insuficiente para los especuladores que lo que están haciendo es apostar con ventaja y a tiro fijo sobre el hecho evidente de que con estas políticas de austeridad (y con formas de actuar como las del Partido Popular en la oposición y en el gobierno) no se va a poder reducir decisivamente el déficit público español.

Y es precisamente esta última circunstancia la que me lleva a una consideración final, pero que no es la menos importante. La actuación del gobierno me parece que supone una auténtica traición a la Nación a la que debería defender. ¿Para qué diablos sirve que nos gastemos miles de millones de euros en el Ministerio de Defensa si resulta que los verdaderos ataques que sufre nuestra población no vienen de fuerzas militares sino de los mercados, y nuestros gobiernos, en lugar de hacerles frente para defenderla, se pliegan ante ellos de manera tan cobarde?

Se podría argumentar con razón que recurrimos a los mercados para financiar nuestros gastos (e incluso que algunos de estos han sido innecesarios e injustificables y que nuestra economía necesita reformas profundas para evitar que se repitan en el futuro) y que es lógico que los mercados sean los que impongan entonces sus condiciones pero ¿hemos de aceptar sin más que los grupos financieros que dominan los mercados los manipulen para alzar artificialmente el precio de la deuda o que impongan los derechos que puedan o no disfrutar nuestros ciudadanos y las medidas de política económica que ha de adoptar nuestro gobierno?, ¿no han generado así una deuda odiosa e ilegítima a la que tenemos el derecho de repudiar?, ¿no tienen nuestros gobiernos el deber moral y político de denunciar lo que está ocurriendo, de reclamar a las autoridades europeas que igualmente la condenen y la repudien, en lugar de limitarse a aceptar los dictados de los terroristas financieros? ¿Debemos limitarnos sin más a pertenecer a un club que permite que eso suceda, que nos arruina y que institucionaliza el saqueo de las arcas públicas por los bancos y los especuladores privados, como sucede cuando se permite que el Banco Central Europeo prácticamente regale a los bancos todo el dinero que quieran para que resuelvan sus quebrantos patrimoniales especulando y comprando deuda de los gobiernos dejando sin financiación a las economía, en lugar de que lo proporcionen a los Estados y estos garanticen el funcionamiento normal de las empresas y de la economía en su conjunto? Las enciclopedias y diccionarios dicen que traicionar a la Patria es colaborar o asociarse con elementos non gratos o enemigos defraudando así a los nacionales y perjudicando sus intereses, ¿no es evidente entonces que la traiciona el Gobierno que renuncia a defender la soberanía nacional y que daña a sus ciudadanos con tal de contentar a quienes dominan los mercados?

16 comentarios

Fred Astaire 13 de abril de 2012 at 08:27

¡Plas, plas, plas, plas…! Totalmente de acuerdo, Juan. Es lo que vengo percibiendo, comentando y difundiendo entre mis amigos y conocidos desde hace mucho tiempo.
Me gustaría saber quiénes son los asesores que dictan lo que tienen que hacer a «Rajoy, Montoro, De Guindos y Cia, S.C.»… ¡que ya podía ser una sociedad colectiva (S.C.) con su mismo régimen de responsabilidad por las deudas sociales…!
Es imprescindible que el Gobierno haga públicos los datos de los grandes inversores institucionales (estados, bancos, aseguradoras, fondos de pensiones, etc…) en deuda pública española, con especificación de sus suscripciones, fechas, etc.; y también que para permitir el acceso de inspectores de la UE a las cuentas de España exija el acceso de inspectores españoles independientes (no dependientes de la Administración del Estado) a las cuentas de Alemania, Francia y el resto de países que nos están poniendo en el ojo del huracán, que no son como las pintan.
@ichingiking

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Manolo 13 de abril de 2012 at 08:36

Completamente de acuerdo. Además creo que es la primera vez que leo (no digo que no lo haya dicho alguien antes, sino que yo lo leo por primera vez) la definición de traición a la patria que haces y que, referida a evasores de capitales e impuestos, manifesté a mi lista habitual de contactos hace unos días y que te transcribo:
«Ante la nueva agresión del gobierno a la gente del común y el perdón a los evasores de impuestos (traidores a la patria*** les llamo yo), te invito a que participes en la campaña:
Exige que NOS DEVUELVAN el 90% de lo cotizado en nuestra vida laboral
firmando la carta al tal Montoro ése.
Es una acción de ACTUABLE, promovida por la periodista ROSA MARÍA ARTAL.
(Si te parece, mira los vídeos y comprueba la tremenda hipocresía de los franquistas, teniendo en cuenta los informes que se citan de los inspectores de hacienda).
——————————————————————-
*** la «patria», para mí, no son los árboles, el paisaje, los edificios, etc… sino las personas y quienes dañen a las personas, provocando hambre, miseria, y males semejantes, son, para mí, los peores enemigos de la «patria» (la ciudadanía), es decir traidores merecedores de las máximas penas.»

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JOAN OCANA 13 de abril de 2012 at 09:53

Me parece correcto lo que vd. dice. Pues el Sr. Rajoy empieza pronto a faltar a su palabra de cumplir con su responsabilidad.

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Maputxe 13 de abril de 2012 at 10:15

Profesor, gracias por compartir, tan generosamente, sus análisis y reflexiones.
Estoy tan impotente, amargada y viendo el futuro para mis hijos color de hormiga, que se me ha ocurrido que si tuviera ocasión de tener cerca a estos polític@s, técnic@s y grandes señorías, tan iluminad@s todos ell@s, escupiría al suelo mostrando mi profundo desprecio.
Y en una loca fantasía, he imaginado a la gente llana, trabajadora, los que hacemos el país, escupiendo al suelo al gran paso de estos elementos sociales patógenos, esparcidos como mala hierba por todo el planeta; entonces, acabarían por huir avergonzados a esconderse para siempre en sus guaridas de truhanes.
Perdone esta forma de permitirme compartir mi dolor.
Un saludo.

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kikobolla 13 de abril de 2012 at 11:24

Me encanta que hayas sacado la palabra «traición», por que es totalmente cierto. Me jode que «ellos» fardan siempre de patritas, que si la unidad de España y otras sandeces, pero la verdad a la hora de dar el callo son unos auténticos traidores. Es parecido al caso que comentaste hace unos pocos días de los famosos «defensores de la familia» que defensores nada de nada, más bien al contrario.
Yo ya hace tiempo que la palabra traición la utilizo mucho al referirme al gobierno o a los grandes adinerados.

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Ubaldo Rodríguez 13 de abril de 2012 at 12:38

Ocurre que se dan continuamente palos de ciego. El problema es hasta cuando van a seguir dándolos. Creo sinceramente que así estaremos cuatro años, porque naturalmente con esta ruina y esa prepotencia no los volveremos a votar.

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Roderic 13 de abril de 2012 at 14:32

Muchas gracias por poner en palabras lo que muchos sentimos.
Es usted un referente para los que nos dedicamos a explicar la importancia de las palabras para el conocimiento de la historia y del análisis del presente más allá de la verborrea neoliberal.

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Sergio Uribe 13 de abril de 2012 at 14:35

La lógica privatizadora es muy simple y a la vez engatuzadora para los usuarios, en el corto plazo.
Desfinanciar los servicios básicos y públicos para hacerlos muy ineficientes y hasta detestables por la población, generar una sensación primero y luego una realidad palpable que los indicadores de eficiencia, de calidad desmejoran, como por ejemplo, los «peores resultados de las pruebas están en el sector público», la «peor atención hospitalaria es de los hopitales públicos». Al pasar del tiempo, se inicia un constante entrega de subsidios con recursos fiscales a entidades privadas, voucher a la demanda que grupos económicos capturan. En mi país se diseño en dictadura militar, en vuestro país les costará un poco más, pero ese es su norte. Trasladar los recursos fiscales hacia las arcas privadas.
Como siempre y en todas partes, luego de muchas marchas y movilizaciones, no me puedo explicar que la gente siga votando en las urnas a quienes sistematicamente nos diriguen hacia ese estado de cosas, en españa ahora es Rajoy.

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Antonio Rodriguez 13 de abril de 2012 at 16:38

Yo además pienso otra cosa, que Rajoy nos mintió con el dichoso acuerdo con la UE para reducir el deficit público hasta el 5,4% del PIB en lugar del 4,4 como correspondía, presentándolo además como una gran victoria de su gestión.
La reducción adicional del gasto en otros 10.000 millones de euros creo que representa aproximadamente un 1% del PIB luego el objetivo del deficit para este año no será el 5,4 sino el 4,4 como estaba pactado. Un subterfugio para dejar las cosas como estaban engañando a la ciudadanía.
Salud, República y Socialismo

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Alfonso 13 de abril de 2012 at 17:25

Juan, siento que todo esto es predicar en el desierto, que se puede esperar de este gobierno, yo reénvio todos tus correos, pero creo que no se adelanta nada, no solo el estado esta engordando a los gordos, sino que da facilidades a los bancos para que puedan estafar a miles de honrados ciudadanos que unos pocos ahorros de toda una vida de trabajo, o una indemnización por enfermedad o accidente, los tengan bloqueados los bancos, y ni el fiscal mete mano por delito continuado. ni por nada, sabiendo que han sido engañados. por favor quien defiende al pueblo.
En otro orden de cosas, sacan pecho por la privatización de Argentina, haber si tomamos ejemplo y privatizamos algo aquí

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Antonio Gonzalez 13 de abril de 2012 at 20:54

Que clase de gobernantes democráticos y populares, que no se atreven dar la
cara ni a la prensa y muchos menos al pueblo.
Torres cada día se hace mas evidente la farsa en que vive el mundo, si Rajoy
no puede caminar por las calles de cualquier ciudad de Espana con un solo
escolta y de compromiso, esta lejos de representar al pueblo.
Tremenda farsa que lucia bien, cuando todo podía ir bien, por suerte todo eso
se acabo.

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Barrabás 14 de abril de 2012 at 13:03

Es triste que a estas alturas aún siga mucha gente pensando que los Rajoy-Zapatero-Aznar-González o cualquier otro gobierno que se ciña el corsé de esta Monarquía del Capital, trabajan para defender los intereses del pueblo, de las mayorías, de los que con su trabajo son los que en verdad construyen el país.
A ver, españolito de a pie, ni Rajoy, ni ZP, ni Rubalcaba ¡trabajan para ti!, ¡entérate de una vez!
Sólo cuando todos por fin empecemos a darnos cuenta de que, en realidad, estos individuos y sus partidos, únicamente velan por los intereses de la oligarquía dueña del capital, será cuando empecemos a exigir la reinstauración de la República Democrática y Popular, el orden legítimo que fue arrebatado al pueblo mediante la violencia golpista de la minoría oligárquica y sus colaboradores salvapatrias uniformados, cuyos descendientes, tanto ideológicos como consanguíneos, son los que, a la muerte del dictador (quien tenía tanta razón con aquello de que “todo lo dejo atado y bien atado”) impusieron las premisas sobre las que tendría que asentarse la “modélica transición”, que no eran más que aquellas con las cuales los privilegios y cuotas de poder e influencia de esos “herederos del antiguo régimen” tuvieran que estar salvaguardados en el nuevo.
En una democracia los intereses de la mayoría han de prevalecer sobre los de la minoría, como vemos en esta “democracia” de la monarquía del capital, esto no ocurre, por lo tanto…. ¡Vamos a por la tercera República!

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José Carlos García Fajardo 14 de abril de 2012 at 13:23

Excelente. Lo comparto y difundo
Un fuerte abrazo, Juan
José Carlos Gª Fajardo

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Barrabás 14 de abril de 2012 at 13:29

Para los que todavía siguen pensando que nuestros gobernantes trabajan para defender los intereses del pueblo copio aqui un fragmento muy indicativo de un texto que me ha llegado y comparto:
«EL MINISTRO SORIA Y REPSOL, O DE COMO ESTADO Y OLIGARQUÍA SON UNA MISMA COSA.
Soria, ministro de Industria, amenaza al gobierno de Argentina, que está estudiando una nacionalización de “YPF” la petrolera Argentina absorbida por Repsol. Lo brutal del asunto es lo tremendamente explícito de sus declaraciones: “Cualquier hostilidad contra empresas españolas en el extranjero será entendida como una hostilidad hacia España y tendrá consecuencias” (Soria). Pues yo exijo, que si esto es así, que se procede automáticamente a la Nacionalización de Repsol y que su consejo de administración abandone automáticamente el expolio de los recursos naturales de Argentina y el resto de países. Si Repsol va a representarme como español me niego a que no tengamos derecho a decidir qué y cómo y dónde tiene que hacer Repsol y por supuesto exijo que todos sus beneficios sean utilizados para financiar los Servicios públicos del país.
Decía Marx: «El ejecutivo del Estado moderno no es otra cosa que un comité de administración de los negocios de la burguesía.» … »
… que no, que no, que no nos reprensentan…

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Solimar 15 de abril de 2012 at 12:59

Para comprender las medidas que ha tomado el gobierno del PP, no hace falta argumentos lógicos,profesionales y documentados como los que nos hace Juán Torres López.Simplemente hay que saber que los más genuinos representantes del capital nos gobiernan,que la crisis que el capital ha provocado por su avaricia e incompetencia,la tenemos que pagar las clases populares porque los que la han provocado no están dispuestos a hacerlo, y tienen la suficiente fuerza para conseguirlo,porque estamos en un club de mercaderes que se llama UE,dotada de los mecanismos que les permite imponer medidas impopulares con la excusa de que lo exige Bruselas,como si esta ciudad fuese un ente que no respondiese a intereses concretos, de clase,del capital.(los llamados mercados)
Si esto no lo entendemos, estaremos dando palos al agua, de ciego.

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Goyi Novo Picouto 22 de octubre de 2012 at 22:43

¡¡¡ Enhorabuena 1!!! Sr. Torres López por la sensatez y calidad de sus artículos.
Espero y deseo que la ciudadanía española no sea tan ignorante, tan cínica, para volver a ejercer su voto irresponsable al PP, en las próximas elecciones generales. Ahora mismo hay que roerlos, aunque no sé por cuánto tiempo, espero que no sea mucho, porque con esta política axfixiante no aguantaremos demasiado tiempo. Regresamos cuarenta años en unos pocos meses. La verdad, es ¡¡¡ indignante !!!!!.

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