Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

Lo llaman democracia pero no lo es

http://www.youtube.com/watch?v=GgYGvaIB4Oc&sns=em

11 comentarios

Escaños en Blanco 24 de diciembre de 2013 at 10:00

Los conceptos son correctos, pero los datos son peores todavía. En realidad la abstención fue mayor que el número de votos del PP (hay que mirar los datos del BOE, que incluye el voto por correo, no el de la web del Ministerio, que no lo incluye)
Escaños en Blanco intenta dar una solución a esto sin esperar a que los políticos cambien las leyes… porque lo más seguro es que no las cambien.
Un saludo

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Manolo 24 de diciembre de 2013 at 14:05

Un amigo mío publicó esto hace ya algún tiempo:
http://minombre.es/miramamolin/2012/05/16/bueno-nos-enteramos-o-no/
Considero que, además de una nueva constitución, habría que utilizar el Voto Personal Transferible, a mi modo de ver el que mejor reúne lo bueno de los sistemas mayoritario y proporcional, a diferencia de la ley D’Hont que mezcla lo pero de ambos. Por si alguien no lo conoce, puede verse:
http://demopunk.net/sp/sp/pool/stv01.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Voto_%C3%BAnico_transferible
Saludos cordiasles.

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José Manuel 25 de diciembre de 2013 at 10:54

Es más de lo mismo. Los dos grandes partidos y los nacionalistas que también recogen los frutos de la concentración del voto y están muy a gusto en el machito.
Fijaros en lo que ocurrió en Asturias, que se ha roto el pacto entre el pesoe y upyd que consistía en revisar las circunscripciones electorales en el Principado.
Se ve a la legua, que al soe asturiano le dieron el toque desde Madrid, por si la iniciativa trascendía al resto de España desatándose una tormenta en la que seguro que se iban a mojar los que menciono al principio de éste comentario.

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Antonio 25 de diciembre de 2013 at 15:19

Para mi, lo realmente lamentable de esta situación es que la gente no ejerza su derecho al voto (un tercio de abstenciones). Además de ser poca la presencia democrática que tenemos los ciudadanos, desaprovechamos la oportunidad más importante para elegir lo que queremos, o lo menos malo.

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Barrabás 25 de diciembre de 2013 at 18:20

El sistema electoral implantado desde la transición, es aquel que favoreciendo un bipartidismo entre dos fuerzas que aceptan el status quo previo de no cuestionar la supremacia del poder económico sobre el interés social, garantiza el blindaje de las cámaras a opciones políticas transgresoras de dicho status.
O sea, resumidamente, «dejar todo atado y bien atado».

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Jose Lafuente 26 de diciembre de 2013 at 10:06

El 20 de noviembre de 2011 el PP ganó las elecciones en la urnas y por mayoría. Según las reglas del juego, estaba legitimado para gobernar, aquella noche del 20 de noviembre. A partir de entonces quedó deslegitimado al no cumplir lo que prometió en las elecciones. A partir de entonces gobierna SOLAMENTE porque existe un VACIO LEGAL que hace que el que gana las elecciones engañando a los ciudadanos e incumple las promesas electorales, pueda seguir en el poder. Sería bueno solucionarlo.

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Antonio Gonzalez 26 de diciembre de 2013 at 18:34

La democracia tiene problema desde sus orígenes,
aquella antigua democracia que nos pintan como
ideal solo servia para que votaran unos pocos, los
patricios.
En aquellos tiempos se creaban los ciudadanos solo
ra el servicio militar por par de décadas y era un
honor, pero hasta ahi.
Hoy en dia, es lo mismo pero se disfraza todo con
una tontas idea de que el voto vale.
Pero solo hay que mirar alrededor, cuantos de los
gobiernos de los paises mas democráticos tienen
un tipo o tipa al frente que no eligio nadie.
Solo eso convierte todo en una farsa.

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JM 27 de diciembre de 2013 at 04:22

Interesante artículo de ácratas:
La solución es más democracia: Democracia Formal, verdadera, real, eso que la gente desconoce lo que es, porque la confunde con la Justicia Social. Y ésta es consecuencia de aquélla, no es en sí misma la propia democracia.
La Democracia son cuatro cosas, pero muy claras:
1. Sufragio universal, libre y secreto.
2. Independencia de poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial desde las propias urnas, en separadas votaciones también en el tiempo.
3. Representatividad, conocimiento objetivo de qué diputado representa a cada persona concreta, lo que se consigue con las circunscripciones unidiputacionales y con el control del diputado desde la Asamblea Ciudadana Diputacional, cuyo mandato sobre el diputado es imperativo. El diputado (palabra que significa recadero) debe servir a su Asamblea, no al contrario. Lo que se consigue cuando el diputado cobra directamente de la Asamblea, no del Estado. De modo que el Congreso de los Diputados (no hace falta Senado) no pertenece al Estado, sino al Pueblo.
4. Procedimiento claro para deponer en cualquier momento a un diputado corrupto o que incumple el mandato imperativo de su cuerpo electoral. A denuncia de la Asamblea, y con voto en una proporción determinada, el diputado es llevado ante la Judicatura competente, le es retirada su acta de diputado y es puesto a disposición judicial para que se depuren sus responsabilidades civiles y penales, si las hubiera.
La partitocracia cleptocrática española incumple las condiciones 2, 3 y 4.
La 2, porque el Parlamento elige al Presidente del Gobierno; y porque éste, igual que muchos de sus ministros, pertenece simultáneamente a los poderes Ejecutivo y Legislativo (¿Qué independencia de poderes puede haber, pues?).
La 3, porque el sistema de listas de partido (da igual si son abiertas o cerradas, eso es un truco para despistar a los incautos) impide conocer a TU diputado, al que puedes exigir y deponer. ¿Cómo puedes deponer a alguien que no sabes si te representa? ¿Cómo puedes deponer a alguien de una lista si no es posible saber ni siquiera si lo has votado, puesto que tu voto es secreto? ¿No ves que sus opositores tratarían de deponerlo si ello fuera posible?
La 4, porque nadie puede deponer a un diputado, ni siquiera el Jefe del Partido puede. La consecuencia son los casos de transfuguismo sin castigo ciudadano, diputados que traicionan no ya a la gente, con la que no tienen ningún compromiso medible, sino a su formación política.
Por lo tanto, en España NO EXISTE UNA DEMOCRACIA, sino una putocracia, un régimen oligárquico de partidos. Los jefes de partido mandan sobre toda su formación, de modo que el Parlamento es innecesario. Los jefes podrían reunirse en un bar y votar las leyes ellos solos, no ya sin participación del Pueblo, sino ni siquiera de sus diputados, puesto que son mudos, sordos y ciegos, pero obedientes. ¿Qué hacen entonces en la Política? Lo que aclaró el diputado Zaplana: «Yo estoy en la política para forrarme». Pero lo mismo podría decir cualquier otro diputado, sea de la formación que sea, con honrosas excepciones, como Anguita, Labordeta o Coscubiela y algún otro.
Ha llegado el momento de cambiar todo esto.
Pero no pidamos otra cosa más que DEMOCRACIA FORMAL. El resto viene solo. Y el que diga lo contrario, enreda a los lectores por maldad o por ignorancia.
Si no hacemos todo esto, la Troika se saldrá con la suya, llegará la «ayuda» del FMI (que en vez de un salvavidas nos arrojará una piedra de molino al cuello) consistente en cambiar la deuda de bolsillo e incrementar los intereses. España se convertirá en un país pobre, inculto, con servicios públicos deficientes y sin otro trabajo que los servicios a jubilados y turistas a bajo precio.
¿Es eso lo que queréis? ¡Pues en marcha!
ácratas.net

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Antonio Gonzalez 28 de diciembre de 2013 at 17:54

En un juego arreglado, los detalles no cuentan.
Y asi es la democracia de hoy, se sabe que se
busca y a quien se designara al final, el tonto
vota creyendo lo que le dicen, eso porque no
aprende de los hechos, de ehecho por eso es tonto.

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Jano 2 de enero de 2014 at 21:29

Buenas.
Se pueden modificar muchas cosas. Se pueden ajustar las leyes. Se puede decir lo que se quiera, pero hay una realidad: Si tu no decides por tí, otro lo hará:
En una palabra: Los que se ponen «estupendos» y deciden que están por encima del bien y del mal. Los que no votarán «porque-todos-los-politicos-son-iguales» etc. y mil justificaciones estúpidas más, deberían tener muy claro, que aunque ellos no vayan a votar, VAN A SER ¿GOBERNADOS? POR INDIVIDUOS QUE HABRÁN SIDO ELEGIDOS por una minoría.
Luego no vale abrir la bocaza y quejarse. El que no vota «calla» y el que calla otorga.
Ahora, dentro de poco va a haber elecciones europeas. El sitio del que lo queramos (o sepamos) o no, vienen las mil y una decisiones que afectan a nuestras vidas. Se admiten apuestas: ¿de cuánto va a ser la abstención? Bueno, pues que se sepa: como dejes que otro coloque a «los suyos» tú, te jodes.
De momento no hay otro método.

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Indalo 5 de enero de 2014 at 18:28

Con los niveles de participación que hay en las elecciones y con este análisis, está claro que siempre perderá el que ha ganado. Argumento de hoy contra el PP y argumento de mañana contra el PSOE. Y como no interesa una reforma de la ley electoral, así nos quedamos todos: cada vez más insatisfechos.

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