Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

Por decir estas cosas sobre el cambio climático, el capitalismo y los seres humano llamaban loco a Hugo Chávez

14 comentarios

Conrado 11 de marzo de 2013 at 12:16

La pregunta siempre es la misma, ¿Qué cuenta más, lo poco de unos muchos o lo mucho de unos pocos?

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Libérrimo 11 de marzo de 2013 at 15:34

Loco no, gilipollas, ignorante, burro, tonto o botarate. ¿Cómo este fascista, que gobernó uno de los países con mayor cuota productora de petróleo mundial, tiene la desfachatez de hablar y criticar el cambio climático? Calladito debería estar otra vez este osado y procaz lenguaraz si hubiese tenido un poquito de vergüenza. ¿No le dijeron a este nauseabundo mentecato que entre las causas más importantes del calentamiento global se encuentran los combustibles fósiles, es decir, el petróleo, del que Venezuela es el máximo productor mundial?
También, habría que haberle recordado a ese idiota, a ese pobre imbécil, a ese finado, que la palabra capitalismo proviene de cuput-capitis (cabeza), éso que jamás este descerebrado golpista pudo ejercitar, salvo para ponerse la beisbolera.
Loco no, GILIPOLLAS.
Y a ti , lametraserillos gorilero, también habría que recordarte que el sueldo que percibes es gracias, no se te olvide, al capitalismo Vete a enseñar tu magisterio a esos países cuyo modelo económico defiendes y comprueba el salario que percibirías a cambio. Con razonamiento incluido, eso sí.

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Joakim Fridlund 11 de marzo de 2013 at 16:32

Puedes argumentar lo que quieras, Libérrimo, pero plantéate si una media 2-3 insultos por frase te resta credibilidad o te la da. Plantéate también la finalidad de tu intervención. Si quieres llamar y participar a un debate constructivo o quedarte en un intercambio de insultos ¿Qué opción te aporta más a ti y cual nos aporta más a los demás?

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Jose Lafuente 11 de marzo de 2013 at 17:16

Pues yo, entre el que soltó aquel inacecuado, impertinente, insultante y grosero “por qué no te callas” y Hugo Chávez, me quedo con este último.

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E.B.D 11 de marzo de 2013 at 18:45

Uf… este Libérrimo… bueno… a ver…
Necesito ser coherente con lo que voy a sugerir. Es decir, necesito que el contenido de lo que aquí escribo tenga su correspondencia en la forma de expresarlo y, además, que sea adecuado al fin.
Sobre lo primero -la forma- no tengo que hacer mucho esfuerzo: me educaron en el respeto hacia el otro, sea o no parecido a mí. En referencia a lo segundo -el fin-, reconozco que he de esforzarme un poco más para no responder a ciertas provocaciones o, lo que es lo mismo aquí, para no dirigiéndome directamente al agresor verbal.
Y es que lo que deseo sugerir tiene que ver precisamente con eso, con no dar posibilidad de réplica a estas personas que de vez en cuando vierten toda su rabia, impotencia vital, amargura, o lo que sea que motive sus exabruptos, haciéndolo hasta el punto de desmentir el talante democrático que se les pudiera atribuir de partida en un foro como éste.
Sólo quería proponer una opción sencilla como es la de ignorar estas intervenciones ignominiosas. Así de difícil en cierto sentido, pero así de simple también. Creo que, además, en caso de pertenecer dichos comentarios a un desdichado enfermo mental, y no a un energúmeno, corremos a veces el riesgo de caer en lo mismo que criticamos, el insulto, pero sobre una persona que necesita ayuda en lugar de actitudes que repliquen el problema o acrecienten su dolencia mediante la participación involuntaria en sus delirios. Esta posibilidad hay que contemplarla. Sobre todo en el caso de la esquizofrenia.
Por el contrario, si esa persona no es más que un individuo mentalmente sano pero peligrosamente incívico, creo que sería bueno recordar que la violencia, cualquiera que sea su manifestación, obedece casi siempre a algún tipo de frustración mal canalizada, que abarca un abanico de egoísmos algo más amplio que el de los clásicos siete pecados capitales, muy complejo en sus interacciones.
A mí me ayuda mucho tener presente esa evidencia relativa a la frustración, y creo que puede servir también como recurso para otros compañeros de foro que se sientan igualmente indignados ante la brutalidad de estas manifestaciones. No me estoy refiriendo tanto a sentir pena por estos individuos para hacer acopio de templanza; antes bien, creo que en mi caso se trataría de asumir que la frustración también es otro sentimiento humano, que ninguno estamos permanentemente libres de ella y que, por lo tanto, aunque en un principio no lo parezca, estamos aquí también ante un ser humano que, en última instancia, sufre igualmente y… ¿qué le vamos a hacer? Quien esté libre en todo momento de tales flaquezas, que arroje la primera piedra.
Yo por mi parte, ya me daría por satisfecho si el responsable de este blog no perdiera más el tiempo con esta persona -tal como yo me lo he propuesto hoy dirigiéndome a los demás y tratando este tema por primera y última vez-; e, insisto, que nuestro anfitrión no perdiera más ese tiempo, tanto si Libérrimo necesita tratamiento psiquiátrico (nosotros no podemos ayudarle), como si es de esa parte de la humanidad que no dudaría en aniquilar, si tuviera la oportunidad, a la cualquiera que no piense igual .
De todas formas, a pesar de que quiero terminar insistiendo en mi propuesta de no réplica, me queda siempre la duda con este segundo tipo de personas desquiciantes, las no tratables psiquiátricamente: de darse el caso, ¿se corresponderían finalmente sus actos con lo que sus maneras parecen reflejar? Muchos consiguen desahogarse simplemente así. No les hace falta nada más.
Espero que éste sea el caso, porque de lo contrario, se acrecienta numéricamente cierta desventaja que se aprovecha de una situación desafortunadamente ratificada por la historia: aquellos que nos empeñamos en comprender la humanidad de los otros como un reflejo de la nuestra estamos en gran inferioridad de condiciones vitales frente a tales personajes.
Bueno, ojalá todo se quede en esas manifestaciones, que no es poco…

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E.B.D 11 de marzo de 2013 at 19:04

Disculpe, Juan. Esta no es una intervención para publicar si no una rectificación (espero llegar a tiempo después de haber releído mi propuesta).
En mi anterior comentario aún pendiente de aceptación, me equivoqué de entrada. La quería incluir en su último post de (Im)pertinencias, no en el del vídeo sobre Hugo Chàvez.
Fe de erratas (la próxima vez revisaré desde mi lector de noticias, no sólo el post sino también mis palabras antes de publicar el comentario):
En el tercer párrafo: «para no dirigiéndome» quería ser «para no dirigirme».
En el que precede al penúltimo párrafo «a la cualquiera que» quería ser «a cualquiera que».
Gracias por adelantado.

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Miguel Angel 11 de marzo de 2013 at 19:52

Que triste, cuando un criterio personal se quiere imponer a base de insultos, cuando los razonamientos son escasos y pobres se recurre a eso propio de personas intolerantes, recordando formas cuarteleras propias de quienes por sistema político estarían gustosos viviendo bajo una dictadura fascista. De todas formas un tipo que habla así se cataloga por sí mismo, a parte de demostrar cobardia por esconderse tras un seudónimo.

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Ivan 11 de marzo de 2013 at 21:02

Pocas veces hemos tenido la oportunidad de escuchar un discurso tan brillante y conmovedor como este. La frase de los ecologistas lo resume todo: «si el clima fuera un banco, ya lo habrían salvado». ¿Qué dirían los ilustrados del siglo XVIII si hoy tuvieran que juzgar a la nueva clase dominante? La aristocracia tenía muchos vicios y defectos pero su grado de depravación no era comparable con el de la burguesía. Yo pregunto: ¿dónde están los ilustrados? Hugo Chávez lo era sin duda, como demuestra su intervención en la cumbre sobre el cambio climático, por ello la respuesta del imperio y de las burguesías de América Latina fue siempre acabar con su vida. Sin embargo, ¿qué habría que hacer con una clase social que salva su dinero después de estafar a sus semejantes y sin embargo no es capaz de salvar al planeta y de asegurar no ya el futuro de los demás sino incluso el suyo propio? La ociosidad y el egoísmo de la aristocracia causó mucha pobreza y sufrimiento a las clases humildes. Casi todos celebramos los avances en todos los aspectos que acompañaron a las revoluciones que pusieron fin a su liderazgo. Pero, si tuvieramos que elegir entre la aristocracia del siglo XVIII y la burguesía del siglo XXI, yo no tendría ninguna duda en mi preferencia a la hora de determinar la clase que ha alcanzado el grado más elevado de depravación y peligrosidad. Entonces, vuelvo a preguntar: ¿dónde están los ilustrados?
Hugo Chávez pone el dedo en la llaga al sentenciar que el capitalismo es el problema y, sobre todo, la mentalidad capitalista. A uno le gustaría vivir en un mundo donde la economía quedara al margen de la competitividad y de la ludopatía. Si tuvieramos que destacar el rasgo que más influyó en nuestro proceso de hominización, para mí no hay la menor duda de que fue la cooperación. Resultaría imposible de imaginar a un antepasado nuestro fabricando el útil más sencillo sin otro humano vigilando la posible presencia de depredadores o grupos rivales y sin que el resto del grupo le mostrara una actitud cooperante y respetuosa con el producto de su trabajo. Tal vez fue (como sugieren algunos expertos) la consanguineidad de los machos y la exogamia de las hembras lo que logró reforzar la cooperación, lo que nos llegó a convertir en la especie más cooperante entre los primates. ¿Y qué puede resultar más adaptativo en una especie que la cooperación en el ámbito de la economía? Por el contrario, ¿qué puede resultar más desadaptativo que la competitividad en el ámbito de la economía? Lo sensato sería que la economía estuviera al servicio del hombre en armonía con el planeta y que todas sus manifestaciones fueran el resultado de la más estrecha cooperación.
El hecho de que hayamos permitido que sea la competitividad y la ludopatía quien determine qué, cómo y para quién producir es lo que nos ha conducido al peor escenario imaginable. No podemos permitir que disvalores tan graves desde un punto de vista psicológico sean los que muevan los engranajes de la producción y asignación de recursos. La lógica de la mentalidad capitalista no puede ser más simple e infernal: la acumulación exponencial de riqueza más allá de las necesidades materiales, que tiene en la competitividad y en conducta adictiva dos de sus valores supremos. A aquellos que todavía no son capaces de ver al hombre decadente y peligroso que se esconde en cualquier burgués, yo le preguntaría: ¿por qué descubrimos con facilidad la mente enferma, nada adaptativa, sin autocontrol y antisocial del ludópata que, por dinero, pierde su patrimonio, pierde su trabajo, pierde a su familia y pierde a sus amistades y no somos capaces de ver lo mismo pero en un grado superlativo en la conducta del burgués que, por dinero, priva de derechos a sus semejantes, ocasiona guerras, agota recursos, provoca graves catástrofes ambientales y amenaza la supervivencia de todos, incluída la de ellos mismos? Muy grave tiene que ser sin duda la enfermedad mental de la burguesía para que su conducta convierta a este planeta en el museo de los horrores, ello amenace su propia existencia y no sean capaces de autocontrolarse y modificar su conducta. Estableciendo un símil con el cáncer, diríamos que, en la actualidad, las células malignas han decidido aplicar la quimioterapia a las células benignas para acelerar su propio desarrollo y multiplicación sin importarles que ello implique en breve plazo la autodestrucción. Para el neoliberalismo, no hay más redistribución de la riqueza válida que la que sea capaz de incrementar sus privilegios. Confiemos en que los ilustrados del siglo XXI no demoren más su entrada en escena y que sepan utilizar lo mejor de la psicología en la modificación de conducta de la perturbada y peligrosa clase dominante para que los nuevos avances científicos, técnicos y culturales se traduzcan en una sustancial mejora en las condiciones de vida de nuestra especie y del planeta. Seguro estoy de que los nuevos ilustrados sabrán reconocer a Hugo Chávez como uno de sus más ilustres precursores.

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Carolo 11 de marzo de 2013 at 21:03

Totalmente de acuerdo con Jose Lafuente. Más que nada por el pequeño detalle de que Chávez fue elegido en unas elecciones democráticas y el rey fue puesto en el trono por Franco. Además, lo que decía Chávez en aquella ocasión (que Aznar era un fascista) era más que argumentable y, personalmente para mí, absolutamente cierto.
Lo peor de todo esto es que hoy en día quienes seguimos defendiendo la idea de que el capitalismo es el problema tenemos que soportar que nos tilden de trasnochados, ilusos, pesados o, sí, de locos.

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paint 11 de marzo de 2013 at 22:00

Grande Chavez… este hombre va a cambiar el mundo a mejor.
Cualquiera que reflexione cinco minutos honestamente sobre el rumbo de la sociedad capitalista tiene que ver que es inviable. No se pueden despilfarrar los recursos del mundo en que convencernos en consumir mas eternamente. Inflen un globo sin parar, o explota o te revientan los oidos. Ademas de malgastar los recursos mundiales en hacer ultra ricos a 500 alienan nuestras vidas en un sinsentido. Estoy seguro que la historia no entendera como una sociedad con la capacidad de la nuestra era capaz de despilfarrar la cantidad ingente de recursos que malgasta en engrasar la rueda del consumo con multiples inventos en vez de investigar para la erradicacion de la pobreza, las enfermedades o tegnologias utiles para la humanidad

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iris 11 de marzo de 2013 at 22:16

pero el video está un poco trucado ¿ no ?

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Cristina 12 de marzo de 2013 at 02:59

Escuche Libérrimo, para reivindicarse como hombre libre en grado superlativo me parece demasiado preso de sus odios. Hagamos una cosa, si Chávez fue culpable del calentamiento global por vender petróleo digamos todo, pero absolutamente todo lo que usted dijo de él, del carpintero que hizo la cama donde usted fue engendrado.

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Alfonso 12 de marzo de 2013 at 18:21

Compañeros, no creéis, que si lo ignoráis, ya no tiene razón el escribir, propongo, no hablar mas de este creador, de la DEMOSGRACIA, que no son mas fachas y mas mal educado.
Disciplina y educación, acabaría con muchos males
un abrazo, y no perdáis, energía, ni tiempo, que me lo hacéis perder a mi al tenerlo que leer, no volveré a escribir sobre este tema.

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Julio Fandiño/ Tercer Camino 13 de marzo de 2013 at 20:54

Chávez hizo suyos en la ejecutoría de su gobierno los vencidos paradigmas de la modernidad, una de sus principales características como político era usar un lenguaje antiimperialista, revolucionario, socialista pero con una práctica política capitalista, neoliberal, entreguista de la soberanía de Venezuela; lo primero le permitía mantener cautivo a una parte del pueblo que creía en su discurso sin darse cuenta de su cada vez mayor complacencia con las multinacionales imperiales. En las últimas elecciones (varias de las cuales incluida esa fue ganada con fraude con la venia de los factores de poder real del mundo) no fue casual que organismos sionistas e imperiales como el Bank of América, el Grupo Bilderberg, apostaran por su candidatura, porque sería? será que son revolucionarios tambien?: http://www.avn.info.ve/contenido/club-bilderberg-reconoce-futura-victoria-ch%C3%A1vez-comicios-presidenciales

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