Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

¡Qué pena que algunos obispos piensen tanto en el fornicio!

Publicado en El Observador el 17 de enero de 2012

 

En otras ocasiones he manifestado por escrito el gran respeto que siento hacia tantos sacerdotes y monjas que viven ejemplarmente su fe, entregando su vida al servicio de los demás. Los respeto, los admiro y les agradezco siempre su sacrificio y su esfuerzo generoso. Pero eso no me puede impedir que manifieste también mi desprecio hacia los jerarcas que me parece que dan mal ejemplo de ciudadanía al conjunto de la sociedad.

 

Ahora leo que el obispo de Córdoba ha denunciado que  “la incitación a la fornicación es continua en los medios de comunicación, en el cine, en la televisión, incluso en algunas escuelas de Secundaria”.

 

No se si indignarme o reír. Siempre están con lo mismo. ¡Qué enfermiza obsesión! En cualquier cosa ven sexo, lujuria, carne… ahora, incitación a fornicar.

 

¡Qué pena que piensen tanto en el fornicio!

 

¡Qué pena que no les preocupen tanto otros mandamientos y pecados que me parecen de consecuencias mucho más terribles y peligrosos!

 

¡Qué pena que, justo en la diócesis de Córdoba, se cultive tanto temor a la carne en lugar de a la avaricia o al dinero, por ejemplo!

 

Justo en Córdoba, en donde los jerarcas de la Iglesia robaron a Andalucía cientos de millones de euros y donde prefirieron entregar Cajasur a bancos de fuera antes de que quedase en tierra andaluza en manos de los «rojos».

 

Tenía que ser justamente el obispo de Córdoba quien se preocupe por la fornicación y no parece que tanto por otras cosas. El obispo de la misma ciudad en donde un manojo de curas sin escrúpulos se convirtieron en banqueros y arruinaron a una caja para servirse de ella a su antojo, dejando un agujero de 2000 millones de euros que tendremos que pagar los demás ciudadanos (ver: Un agujero de 2.000 millones en un momento tenso). Entre otras cosas, para autoconcederse (y además de forma irregular) pensiones multimillonarias, como la póliza de más de 4,3 millones de euros que se dio a sí mismo el cura Castillejo (a quien llamaban Fray Langostino en su época de Presidente de Cajasur, excuso decir por qué) y que le permite seguir cobrando cada año 250.000 euros que pasarán a sus hermanas cuando muera (ver: El pelotazo del cura Castillejo en Cajasur o Castillejo infló su póliza en un millón cuatro meses antes de salir de Cajasur. La entidad cordobesa ha pagado 4,3 millones por la pensión del ex presidente)

 

¡Qué pena que en la diócesis de Córdoba no hubiera habido cruzados como el actual obispo pero no contra el sexo sino contra la depravación económica cuando en la caja dominada por los curas se gastaban 4,3 millones de euros en joyas o en fiestas o 650.000 euros en dietas a los consejeros de la entidad por asistir al cine, a misa o a conciertos de Operación Triunfo! (ver: Magdalena y el cura)

 

¡Qué pena que en lugar de ser tan estricto y perspicaz a la hora de descubrir incitaciones al fornicio y a la lujuria el obispo de Córdoba no lo sea tanto a la hora de enjuiciar la avaricia de sus banqueros y el daño financiero que hicieron! Si lo fuera, seguro que no hubiera dicho, en relación con la actuación de los curas que arruinaron a Cajasur, que “Por encima de todo quedará patente que la Iglesia ha actuado movida por la ética que brota del Evangelio” (ver La Iglesia ha estado dispuesta a perderlo todo con tal de salvar los puestos de trabajo de CajaSur).

 

¡Qué pena que vea el vicio de la carne en cada esquina y no preste semejante atención al del excesivo amor al vil metal y que no se percate que dotarse a sí mismo de dádivas millonarias con el dinero de los demás no se congracia mucho con el mensaje original de Cristo!

 

¡Qué pena que obispos como el de Córdoba solo se preocupen tanto de la depravación sexual de los demás mientras miran a otro lado para ocultar la que se produce en sus propias filas!

 

¡Qué pena que piensen tanto en lo que hay debajo de las bragas y no se comprometan más con las injusticias, que se obsesionen con la carne desnuda y callen, sin embargo, cuando está pasando en el mundo y en España lo que está pasando!

 

¡Qué pena que escruten a los medios de comunicación para ver si encuentran tetas, penes y fornicaciones y no se paren a denunciar la concentración de su propiedad en pocas manos, su falta de objetividad o la falta de pluralidad de la que hacen gala! O, más triste todavía, que dejen en manos de la extrema derecha los medios de los que ellos mismos son propietarios y que no digan nada cuando se difunden constantemente mensajes xenófobos y totalitarios desde sus emisoras!

 

¡Qué pena que les duela tanto lo que hacen los medios en materia de sexo y porquerías carnales y luego pidan el voto para quienes hacen piña con sus dueños, con quienes manejan sus programaciones y con quienes los usan para sacar réditos políticos y electorales!

 

¡Qué pena y qué vergüenza que siempre tengan la misma y enfermiza obsesión!

  Es una pena porque, gracias al poder del que disfrutan, si en lugar de estar pensando tanto en el sexo denunciaran con semejante ardor los crímenes de los bancos, los fraudes de las grandes empresas, los asesinatos de los poderosos, el imperialismo y la explotación de millones de mujeres, hombres y niños, la desigualdad y todo tipo de injusticias, si salieran a la calle para luchar contra otras todas estas cosas y llamaran a la gente para que usara su voto y su fuerza para pararle los pies a quienes son responsables de todos esos desmanes, en lugar de apoyarles y bendecirlos, entonces, con toda seguridad, otro gallo nos cantaría a todos.

23 comentarios

Andres 17 de enero de 2012 at 13:03

Pues eso… que amén!

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R. Carranza 17 de enero de 2012 at 13:29

AMÉN

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MARÍA 17 de enero de 2012 at 20:04

Y una pena, también, que consideren la violencia machista de este sistema patriarcal una desgracia familiar que cada cual debe tratar de puertas adentro y, sin embargo, a la sexualidad le concedan una dimensión social, erigiéndose otra vez tutores morales.
¡Basta ya de financiar a esta cueva de farsantes!

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Deckard 17 de enero de 2012 at 23:58

Es que a éstos se les olvidó aquello de “quidquid sorti accedit, usura est”. En todo caso mi affaire preferido aunque suene a historieta del Decamerón es «Magadalena y el Cura», claro que no faltará el que diga que también pulula mucho Fray Langostino ateo… (ref. Mercasevilla Conection). Que San Pedro se la bendiga.
(PD: no confundir el título de este post con el programa de cierto zampabollos intereconomista, el mismo que no se cortaba en decir que en nuestra educación pública se incita a la violación de menores. Señor.)

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e 18 de enero de 2012 at 01:09

!Qué pena, sobre todo que no paguen impuestos como todos los demás!
!Qué pena que los gobiernos sucesivos de derechas e izquierdas no hayan tenido tiempo de la reforma fiscal que se merecen!

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electroduende21 18 de enero de 2012 at 11:04

Qué pena que tengan acceso a poder dibujar una casilla para recaudar dinero PUBLICO en el IRPF sin pasar una relación de dónde lo gastan.
Qué pena que el jugoso BOE del 31/12/2011 dice también que el Estado entregará, mensualmente, a la Iglesia católica 13.266.216,12 euros”,
http://rosamariaartal.com/2012/01/02/lo-que-el-boe-esconde/
Qué pena que el Papa no viaje a Somalia
“La esencia del Cristianismo está resumida en la historia del Jardín del Edén. Viene a decir que todo el sufrimiento que estás pasando es por haber querido saber más acerca de lo que va el tema. Podías estar en el Jardín del Edén si hubieras cerrado la puta boca y no hubieras hecho una sola pregunta… ‘Se inteligente y te joderé vivo, dijo El Señor’. ¿No es una religión totalmente anti-intelectual?”

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luis seguí del camino 18 de enero de 2012 at 11:48

No me parece mal, en efecto, gue el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, exhorte a vivir la pureza en la sexualidad humana. Sin embargo, me desconcierta gue alguien como R. Cantalapiedra, «vocero» doctrinal oficial del Papa (predicador del Papa, para ser más exactos), en artículo reciente publicado en algunos medios digitales haya asegurado gue dos personas gue practican sexo extramatrimonial libremente están en realidad corrompiendo la «atmósfera social». Vamos, gue algo gue sucede en las alcobas (también puede suceder en playas solitarias, coches en descampados, etcétera, permítaseme la gracieta) tiene una tremenda dimensión pública, negativa según Cantalapiedra.
Pero, volviendo al artículo del profesor Juan Torres, ¿por gué las autoridades eclesiales no ponen la misma insistencia o más en tantos y tantos casos de injusticia económica sí claramente de mayores implicaciones sociales? En no pocas de esas injusticias económicas, la Iglesia católica como «estructura, como aparato de poder», ha estado o está metida. Y desde luego el alcance de esas injusticias es, como mínimo, igual de grave gue el posiblemente producido por la inmoralidad sexual, gue ciertamente existe, pero con la cual hay gue ser muy respetuoso, ciertamente, pues la sexualidad humana toca fibras muy íntimas, muy constitutivas de la estructura óntológica y axiológica de las personas.

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Fuel 18 de enero de 2012 at 13:50

Son los únicos que no han sufrido recortes, si tanto libido contenido tienen que se lo gasten en señoritas de mal vivir y potencien el consumo y la economia

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Azucena 18 de enero de 2012 at 14:36

Y… ¡Qué pena, que unos osen pasar al acto y se aprovechen de niños indefensos! Vivo en Bélgica, y es de escándalo los abusos sexuales recientemente salidos a la luz……

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anónimo 18 de enero de 2012 at 16:58

Qué pena también que se preocupen por el fornicio en los medios de comunicación y no en los otros miembros de su secta que fornican a la fuerza con niños.

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Lucho 18 de enero de 2012 at 17:19

Esto me recuerda a lo que contaba el antiguo superior de la orden de los dominicanos… que después de una conferencia sobre el voto de la pobreza celebrada por una de sus provincias acabaron cenando en un restaurante muy caro. Al final de la comida, uno de los hermanos puntualizó en voz alta: «Bueno, si la semana en la que hemos discutido sobre la pobreza hemos acabado aquí, ¿dónde acabaremos el año que viene que nos toca hablar sobre la castidad?

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juanjo78 18 de enero de 2012 at 17:45

No es precisamente eso solo lo que da pena, son sus continuas incoherencias los que les hace perder cada día más.
Estas homilías van dirigidas a sus incondicionales para no perder su estatus.
A estas alturas ya estamos curados de espanto y ya sabemos que si te masturbas no vas directamente al infierno, en fin, como dijo Joan Manuel Serrat, cada loco con su tema, el de la iglesia ya esta muy visto, no hay por el cual asustarse, un saludo y hasta pronto

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ElaineMarley 18 de enero de 2012 at 17:48

Lo que verdaderamente es una pena es que curas que sí que hacen lo que muestras en tu último párrafo queden relegados a misas en conventos de clausura por defender estas ideas.

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Andres 18 de enero de 2012 at 18:11

El mensaje del clérigo es para los que son de la iglesia católica, no para los demás. Veo bien éste mensaje para ellos, si no que se salgan de ésa iglesia.

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ANNATAR 18 de enero de 2012 at 19:11

A DIOS REZANDO Y CON EL MAZO DANDO

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pepe 18 de enero de 2012 at 21:45

El tema de la fornicación está sacado de contexto por la curia. Realmente en las organizaciones patriarcales no se penaba la fornicación, sino el adulterio referido especialmente a la mujer, y no por moralidad, sino por motivos de herencia, para evitar que esta pudiera pasar a hijos no engendrados por el pater familia.

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jesus 18 de enero de 2012 at 22:24

COMO DECIA SON IGLESIA, PERO IGLESIA DE SATANAS.
COMO ELLOS MISMOS DICEN NO SE PUEDE SERVIR A DIOS Y AL DINERO. QUE SE APLIQUEN EL CUENTO.

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JACINTO MARTIN-PRAT VALLS 18 de enero de 2012 at 23:27

A mi no me dan pena,Juan.Tantos años viéndolos junto al poder,tanta desverguenza para acallar unos pecados y denunciar el sexo,tanta arbitrariedad legal,amigos de socilistas y populares cuando están en el poder,amigos de dictadores de baja estofa,y tan lejos del Espíritu y la Palabra de Cristo,que no puedo mas que avergonzarme.Y con esto no pretendo ponerme por encima de ellos,pero si este sistema democrático no es capáz de ponerlos en su sitio,mal vamos a ir.

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Elvira Meligrana 18 de enero de 2012 at 23:29

Efectivamente sólo saben pensar en lo único (al menos lo único para ellos): el sexo, especialemente el que practican los demás. Ya sabes, sólo ven la PAJA en el ojo ajeno. Cuando se trata de sus prácticas, homosexuales o heterosexuales da igual, nunca tienen nada que reprocharse. Y qué decir de la pederastia. Lo dicho para la Iglesia, el fornicio es su gran oficio.

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José Miguel 18 de enero de 2012 at 23:51

Joder, que buen post.

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Doctor Placer 19 de enero de 2012 at 09:57

la frase ¡Qué pena que no les preocupen tanto otros mandamientos y pecados que me parecen de consecuencias mucho más terribles y peligrosos! es para enmarcarla. Enhorabuena al autor por su precisión (y por su valentía, estos actos de denuncia suelen caer mal y traer malas consecuencias). Los andaluces debemos sentir orgullo de tener paisanos como este señor. Gracias desde Sevilla.

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Anhell 19 de enero de 2012 at 10:12

Yo me hacia inquisitor y los mandaba a todos a la hoguera. Te explico pq hacen esto: Llevan toda la vida igual, que si historia irreal, que si milagros, que si seres mitologicos, al final creen saber de todo sin saber nada.

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Anónimo 29 de enero de 2012 at 13:42

Pena me da a mi ver como hablas de la Iglesia. ¿Por qué tanto odio hacia una institución que sólo intenta hacer el bien y luchar por la salvación de las personas?
Pena me da a mi de leer tu publicación.

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