Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

Slavoj Zizek habla sobre el capitalismo

12 comentarios

Ana Martín-Pintado Infantes 15 de octubre de 2014 at 20:37

Gracias por los contenidos que compartes. Un abrazo desde Madrid.
¡PODEMOS!

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capitaclismo 15 de octubre de 2014 at 20:54

Me encanta como habla el inglés, pero este tío, como dice Chomsky, es un charlatán que nunca dice nada realmente interesante.

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Ivan 15 de octubre de 2014 at 22:25

Yo no diría que las alternativas al capitalismo han fallado miserablemente. ¿Falló acaso la civilización griega por el hecho de que fue conquistada por la civilización romana? Sería en todo caso en el campo de batalla. Las alternativas al capitalismo han fracasado por el hecho de que este ha demostrado ser superior en el campo de batalla y gran discípulo de Goebbels. ¿Acaso la mayoría de ciudadanos del antiguo campo socialista vive mejor ahora bajo el neoliberalismo? Los ciudadanos del tercer mundo que viven en economías capitalistas, ¿disfrutan acaso de mayor nivel y calidad de vida que los excomunistas ? El socialismo democrático de Salvador Allende, ¿fracasó o fue abortado violentamente? ¿Y cómo explicar las dificultades del socialismo cubano o de los procesos de cambio en América Latina sin la política de acoso y derribo por parte de la superpotencia y aliados? Como diría Unamuno, el capitalismo vence pero no convence. Vence por que tiene la fuerza pero no convence porque le falta la razón (y la ética).
Por otra parte, existen diferentes versiones del capitalismo que Zizek no parece contemplar con nitidez. El modelo de la sanidad universal no aclara gran cosa, ya que puede estar igualmente al servicio de la maximización de beneficios, con más descaro incluso que los modelos privados, todo depende de si está al servicio de maximizar el derecho a la salud o de maximizar los beneficios del sector (en cuyo caso, la actuación estará centrada en la medicina reparadora y no en la preventiva, mucho más cara aquella y con un alto coste social). De los modelos sanitarios universales existentes actualmente, se puede destacar que garantizan el derecho a la enfermedad de los ciudadanos (a que esta sea atendida) pero no, en cambio, que garantizan el derecho a la salud (que sólo se puede garantizar desde la prevención de las enfermedades y la promoción de la salud?
De un capitalista, lo único que se puede esperar es la adicción al dinero y, por tanto, que busque obsesivamente el modo de que este fluya al mayor ritmo posible, sin importarle las consecuencias sobre la vida de las personas y el medio ambiente. Depositar en sus manos el destino de la humanidad y la protección de los recursos es el mayor de los disparates. Incluso ellos mismos son víctimas de su adicción, como lo es un heroinómano o un ludópata. La única posibilidad de coexistencia pacífica es bajo el estricto control de las instituciones políticas democráticas, que deben ser las encargadas de responder a las grandes cuestiones: qué, cómo y para quien producir. Si dejamos la economía y la política en manos de los mercados, el resultado no puede ser otro que la búsqueda de beneficios al mayor ritmo posible, cueste lo que cueste y caiga quien caiga. Esto es en esencia el neoliberalismo, un modelo muy diferente al que existió p. e. en las naciones escandinavas hace décadas, bajo el liderazgo de políticos como Olof Palme. Pero esto no significa que otros modelos no sean viables, sino que no han tenido su oportunidad histórica por el empeño obsesivo en su destrucción a cargo de un sistema que, si algo tuvo claro siempre, es su inferioridad y maldad intrínseca, de ahí su actitud beligerante.

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Jordi 16 de octubre de 2014 at 00:07

Efectivamente, hay una gran confusión. El capitalismo no gusta, pero en cuanto se trata de proponer alternativas parece que nos quedamos en blanco (¿será ése el problema de la «izquierda»?). Pues bien, en mi modesta opinión sólo hay una alternativa al capitalismo: TRABAJAR GRATIS. El día en que alguien vendió su trabajo a otro, ese día empezó el capitalismo (en la forma que sea), y ese día empezó la esclavitud. Tanto da lo que te paguen: el que vende su trabajo es un esclavo. ¿Por qué hemos de vender nuestro trabajo? ¿Por qué no REGALAR nuestro trabajo? Si regaláramos nuestro trabajo -en vez de venderlo- tendríamos los mismos bienes de los que disponemos ahora (porque las cosas no salen del capital, sino de nuestro trabajo), y hasta es posible que dispusiéramos de más y mejores bienes, y nos ahorrábamos de paso ser unos esclavos en manos del capital. Si trabajáramos gratis, obviamente todos los bienes estarían a disposición gratuita de todo el mundo. ¿Tienes hambre? Vas al supermercado y te llevas todo lo que te apetezca. ¿Necesitas una casa? Vas a una agencia inmobiliaria y preguntas qué casas hay disponibles en tu localidad, y eliges la que más te guste y te quedas en ella hasta cuando quieras, etc. etc. No hay otra alternativa al capitalismo que el trabajo LIBRE Y GRATUITO. Parecerá un disparate, pero no lo es. Y si nos fijamos, cada día hay más cosas gratuitas a nuestra disposición… Baste Internet como ejemplo, la cantidad de bienes (programas de ordenador, información…) que encontramos en Internet de manera gratuita… y con frecuencia son bienes de mejor calidad que los comerciales, lo cual es muy fácil de explicar: el trabajo libre es necesariamente mucho mejor que el trabajo esclavo.
Pues nada, vale, a seguir pensando. Nota bene: no he tomado nada, ni siquiera la cerveza de las 23.30 h. Y además insisto, lo que acabo de escribir lo digo perfectamente en serio y es cosa meditada desde hace tiempo. Obviamente, el trabajo gratuito no llegará de la noche a la mañana, ni por medio de ninguna revolución repentina. Pero es una tendencia hacia la que nos encaminamos, incluso sin darnos cuenta de ello. Sólo falta que se vaya generalizando más y más… O eso, o el capitalismo acaba con nosotros. Otro apunte rápido: en una sociedad regida por el trabajo libre, no tendrá sentido la propiedad privada. No es que haya que «abolirla» (como soñaban los antiguos anarquistas), es que dejaría de tener ningún sentido por innecesaria.

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Jordi 16 de octubre de 2014 at 00:45

Ahora sí me he tomado la cerveza.
Marx da por supuesto que el trabajo se compra y se vende, lo mismo que las mercancías. ¿Por qué? ¿Fue un lapsus de Marx, un error…? ¿O es que el capitalismo está tan introyectado en nosotros que somos incapaces de pensar «fuera» del capital?
Bueno, lo que acabo de apuntar lo digo con la boca pequeña porque hace tiempo que leí «El capital», y puede que meta la pata. Agradeceré enmiendas.

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JM 16 de octubre de 2014 at 08:14

Veo la charla (interpretación personal) enmarañada, confusa y errónea en todas sus apreciaciones, tanto al hablar de capitalismo, como de movimientos contrarios… cae en el trile actual tragando cebo, anzuelo, plomada… empieza bien definiendo el capitalismo original, el productivo… y desemboca en el actual como evolución natural del mismo… si asimilamos industrias productivas con puros esquemas especulativos/de ponzi replicamos la cagada en la banca al abolir clinton el banking act del 33… e impedimos un análisis claro de situaciones, posibles caminos y réplicas ordenadas y coherente a la mierda que hoy llamamos capitalismo… claro que llamamos democracias modernas a este gatuperio ;-)
Un abrazo

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Michel Santiago 16 de octubre de 2014 at 12:17

Muchas gracias Iván por refrescar un poquito los auténticos por qués de los procesos históricos. Muchas gracias Jorge por no haber caído en el eterno retorno. Tu fantástico pensamiento hace pocos años hubiera sido tildado de divergente. Por fortuna, muchos están reflexionando hace tiempo fuera de los modelos culturales inoculados, pero no obsta para que aparten sus teorías, incipientes o sólidas, con el bloqueador «utopía». Pero ¿quién no hubiera tildado de utopía la sanidad universal hace bien poco?. Toda utopía avanza hacia su realidad cuando comienza a ser necesaria.
No concibo cómo es posible que el filósofo de moda haya aventurado una tesis tan plana y sintética de un posicionamiento muy propio de los posmodernistas en los 80, aunque su comunicación no verbal lo salva del cinismo de aquellos. En la línea de Iván, podrían escribirse bibliotecas enteras de buenas argumentaciones para desmontarla, desde todas las ciencias sociales y, por supuesto, desde las humanidades. Sólo decir que las ideas que expone como crítica hacia los activistas deja en evidencia su desconocimiento absoluto de los muchos ríos de reflexiones que trabajan en la búsqueda de alternativas, sin ir más lejos los propios Vicent Navarro o Juan Torres, sin que esto signifique que todas están afiliadas contra el mismo paquete de enemigos, (mención al intento de Obama con Navarro, cualquiera que haya visitado EEUU recientemente, o siga sus noticias, se habrá dado cuenta de la degradación y el grado de tensión involutiva que está alcanzando la sociedad norteamerica y lo difícil que en este momento lo han puesto). Pero esos capitalistas de los que habla el teórico esloveno sí son enemigos de los que no se pueden permitir reflexionar más allá de cómo cubrir el día, porque les han robado la misera dignidad de poder comprar su plato de comida y su cobijo para la supervivencia, por mencionar el menor de los males a que estamos expuestos.
Sin embargo, hay algo en lo que estoy plenamente de acuerdo con Zizek, paralelamente a actuar para que todas las decisiones de poder pasen por y para la mejora de las condiciones de la ciudadanía y del planeta, hay además que reflexionar en profundidad, pero para trasladar las reflexiones que reclama Zizek al territorio del discurso público. Un discurso nuevo, que afirme en su base los Derechos de los vivos y de los muertos. Un discurso que puede, efectivamente, seleccionar áreas de acción que comiencen, y aquí recojo su propuesta, por los sistemas públicos, su ampliación y su rescate de los sistemas de lucro personal. El sanitario, que habrá de romper los marcos de la biomedicina y del sitema químico-económico, desde la clínica y desde la academia. El educativo, todos sabemos que esta madre de nuestros corderos parece ahora el vellocino de oro que se disputan los sectores ricos para ser los padres de su transformación, desde los bancos hasta Bates, Zuckerberg. Sin embargo, los problemas que soporta el alumnado y sus remedios pasan por cuestiones desde curriculares (como la educación en medios o educomunicación, el conocimiento del ser humano y sus posibilidades comunicativas, la historia desde el análisis del origen del poder, las ciencias fuera del pupitre, en laboratorio y en campo el conocimiento y puesta en acción de su propio cuerpo y sus necesidades) hasta didácticas y muchas otras, pero sobre todo de decisiones político-administrativas claves. Pero el consenso que necesitan los niños y niñas para dejar sus vidas en buenas manos, y a salvo de las veleidades de partidos de gobierno, pasa por una transformación ideológica de la sociedad que urge comenzar. Aunque sea con el tira y afloja, pasito a pasito. Pensadores que llevan años reflexionando en este tema con grandes resultados hay una buena lista.
Y luego tenemos economistas como los mencionados.
También tenemos de un gran número de buenos periodistas que trabajan y piensan desde sus medios y desde las redes.
Sólo pedir que los políticos que representen a esa numerosa masa de pensadores puedan en breve ser totalmente transparentes

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Antonio Moreno-Socio Derechos Humanos y Plataforma pro Renta básica universal-Sevilla 16 de octubre de 2014 at 13:55

Me ha encantado el comentario de Jordi, el de antes y el de después de tomarse la cerveza. Es cierto, dar gratis, regalar lo que hemos adquirido, lo que tenemos, es lo más humano y lo más gratificante. Ya se decía: Se siente mas placer en dar que en recibir. Es también lo que nos brinda la naturaleza, este globo terráqueo, que es nuestro paraiso terrenal: el sol (nuestro padre sol) que nos da vida, nos calienta, da vigor y hace fructificar todo… El aire, las flores… Lo que pasa es que la codicia, el acaparar para uno, el apropiarse los bienes individualmente, es la causa de todo el mal. Por ello, del capitalismo (dice bien Ivan) lo único que se puede esperar es la adicción al dinero y, por tanto, que busque obsesivamente el modo de que este fluya al mayor ritmo posible, sin importarle las consecuencias sobre la vida de las personas y el medio ambiente. – Creo que, efectivamente, Internet nos muestra el camino: dar, poner a disposición gratuita el talento, para que otros lo disfruten. Cuanto más trabajo gratuito, libre exista, más humanos seremos. Este, creo yo, es también el fundamento de dar una Renta básica universal a todos, por ser personas y ciudadanos. Otorgar esta Renta gratuita, para que todos puedan vivir dignamente y no se sea esclavos del capital, ni se deba vender su fuerza de trabajo, o su cuerpo…es la condicion primera de nuestra libertad… Añado: en el cristianismo (en su recto sentido) lo principal es también lo gratuito, «la gracia», el dar y darse a los demás. Dad gratuito lo que recibís gratuitamente. Gracias a Jordi e Ivan por sus atinados comentarios.

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Antonio Espejo luengo 16 de octubre de 2014 at 18:05

Dejando un poco al margen todo esto sobre las teorías del capital, que por supuesto son ineludibles, creo que el mayor problema que tenemos, uno no despreciable, parte de la sociedad, y no sin su razón, es que el capitalismo es el sistema para vivir mejor. Desde hace pocas décadas nos están bombardeando con el mantra de los mercados y desde hace menos con la globalización, ¿ ahora como podemos decir que esto es la mayor estafa, que ha hecho el capital a las clases medias y la clase obrera?. ¡Cuidado con la prima de riesgo! , ¡hay que ser más competitivos!, y para eso bajan los salarios, aumentan mas la horas en la jornada, trabajo a tiempo parcial , eliminaran las vacaciones , se harán planes de jubilación si quieren comer, y para que seamos felices nos haremos un seguro privado, que por cierto gran parte la pagará le seguridad social, sin extenderme más ya es hora de que abramos los ojos antes que nos expulsen de las universidades

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Beimler 16 de octubre de 2014 at 18:19

Es curioso que dos grandes experimentos,de alternativas al capitalismo en el siglo XX, sean sistemáticamnte ignorados por gente que pretende hablar con autoridad sobre el tema.Me refiero a la Nueva Polìtica Económica (la NEP) de Lenin,que fue lo que dejó ese gran politico como herencia en su país al morir.Era un sistema,como se sabe,de mercado con las grandes empresas nacionalizadas(el «capitalismo de estado»,decía él),permitiéndose las pequeñas y medianas empresas,y quedando la agricultura en manos de los sóviets de agricultores,que generalmente optaban por el cultivo individual,aunque con numerosas fincas de gestión pública.Y es sabido que fue un éxito que permitió que la producción se recuperara rápidamente.El otro ejemplo de experimento afortunado fue en la Cataluña republicana,durante la guerra,parecido en mucho aspectos a la NEP,con las grandes empresas colectivizadas o nacionalizadas,y las pequeñas y medianas en manos de empresarios privados,y en régimen de cogestión.»Sistema de economía mixta» le llamaban.Y fue también un éxito.Es fácil ver las similitudes:En los dos casos las grandes empresas están nacionalizadas(o en régimen de autogestión) y las medianas y pequeñas(en el caso de Catalunya creo recordar que las que tenían menos de 150 trabajadores) en manos de pequeños empresarios pero con un comité obrero elegido por los trabajadores,que toma conjuntamente con la dirección las decisiones más importantes.En ambos hay mercado,y no sistema de planificación central,y en ambos también,el poder(y el ejército) está dominado por los trabajadores y las clases populares,es decir,por la mayoría de la población,y no por una oligarquía financiera o industrial.

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Mª Pía de Uribe 16 de octubre de 2014 at 18:43

Me parece muy interesante, pero más desde el punto filosófico, psiquiátrico y psicológico, que desde el político, económico y jurídico que creo son los aspectos fundamentales en los que centrarse en estos momentos, aun cuando ya sabemos que todo forma parte de un TODO en el que es necesario el conocimiento y estudio de las distintas disciplinas. No obstante gracias por habérnoslo hecho llegar.

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Pinto Ferreira 21 de octubre de 2014 at 00:02

Pensar é excelente! Creio que o senhor está perdido nos seus pensamentos e não se encontra. Por outro lado é delicioso observar um arrombador de portas abertas. Já há muito tempo alguém afirmou qualquer coisa como isto: sem teoria revolucionária não há movimento revolucionário. Mas ao contrário do nosso video filósofo ‘não parou’ para pensar. Pensava enquanto agia. Não temos andado muito depressa, temos é andado devagar. Claro que a alternativa é muito confusa. De outra forma não pode ser. Tem de se construir, irá ficando clara conforme se for construindo, as alternativas, pois é claro que a sua construção não será igual em todo o lado. Parece também que a ideia que tem de capitalista é a do merceiro lá do bairro. Esses sim, ainda arriscam algo. Os grandes grupos não arriscam nada, têm o Estado para os salvar, quem paga é toda a outra sociedade. É capaz de passar demasiado tempo a estudar os livros e descurar o estudo da realidade. Quanto ao Obama que fique lá com ele. Mas é simplesmente miserável a forma como se refere à epopeia exaltante de milhões de homens e mulheres, que saindo da servidão, do mais negro obscurantismo a que estavam acorrentados se atreveram a construir o novo, o que nunca tinha sido feito, vencendo dificuldades inacreditáveis e sem um segundo de tranquilidade e de paz. Sempre acossados pelo inimigo feroz. Não conseguiram, é certo, mas deixaram um legado enorme, Cada um desses mujiques, num minuto da sua vida, deu um contributo muito maior para a história do que qualquer um desses Slavoj Zizek que para aí andam, que palram muito, mas nada fazem, nem querem fazer, nem querem que se faça, pois quem o quer trata com carinho e admiração o que outros tentaram fazer, sem que isso signifique que não se estude criticamente as experiências, se aproveite o bom e se deixe de lado o que não o é. Marx estava contra a Comuna de Paris, antes de acontecer, avisou os revolucionários parasienses para não se meterem em aventuras, mas depois, quando aconteceu, com que entusiasmo viveu essa Epopeia. Depois de derrotada nunca se lhe ouviu dizer que tinha falahdo miseravelmente. Isso são declarações que não admira que sejam proferidas por um admirador de Obama, mas nunca por um pensador digno.

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