Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

Sin perseguir a los ladrones no salimos de la crisis

Publicado en Público.es el 3 de octubre de 2014

El escándalo vergonzoso de las tarjetas de Caja Madrid (que posiblemente debe haberse dado en muchas otras cajas) pone sobre la mesa un presupuesto sobre el que coinciden muchos economistas desde hace mucho tiempo: la confianza y la probidad son condiciones fundamentales sin las cuales es muy difícil que se produzca progreso económico.  Así lo habían escrito en sus obras maestras economistas geniales como Adam Smith o John Stuart Mill cuando comprobaban que las diferencias en el progreso de las naciones muchas veces tenían que ver con lo difícil que resultaba confiar en algunas de ellas y que las personas actuaran con honestidad en el mundo de los negocios.

Desde entonces, otros economistas e investigadores han demostrado, incluso con experimentos de laboratorio como los de Paul Zak, profesor de economía y fundador de un conocido centro de neuroeconomía en California, que la confianza es la base de la actividad económica y que, como mostró también el Nobel Douglas North, su ausencia es lo que puede explicar el atraso y la mala gestión económica en muchos países y épocas históricas. Los estudios del primero indican que fortalecer el estado de derecho aumentando las libertades, reducir las desigualdades y la corrupción y facilitar el entendimiento interpersonal son factores decisivos para generar una “buena política” y que ésta es la que promueve la confianza que es el fundamento de la prosperidad permanente. Y un economista del Banco Mundial, Steve Knack, incluso ha llegado a evaluar lo que llama “la economía de la confianza”, afirmando que es la mayor responsable de la ventaja económica de Estados Unidos sobre otros países.

Otros estudios de Yann Algan y Pierre Cahuc, entre otros muchos, han comprobado que la confianza influye directamente en la evolución a medio y largo plazo de la renta per cápita, y en la Chicago Booth School of Business se elabora un conocido indicador que muestra también que la confianza es determinante de la estabilidad de los mercados y las actividades financieras.

Son también muchos los economistas que consideran que la falta de confianza es lo que está impidiendo que se salga con prontitud y éxito de la crisis en la que estamos inmersos. Y esta idea, ya tan generalizada desde hace tanto tiempo, es la que lleva a considerar que será imposible recuperar la confianza en las instituciones y en las relaciones interpersonales necesarias para que haya de nuevo suficiente actividad económica generadora de riqueza sin que se persiga y condene a los responsables de todo lo que ha sucedido en la economía mundial y, en nuestro caso, en la española.

Así lo han defendido premios Nobel de Economía como Joseph Stiglitz o George Akerlof, quien subraya que dejar de castigar a los criminales de cuello blanco es un incentivo para que se cometan nuevos delitos económicos que destruyen la economía.

Sin embargo, lo que está ocurriendo en casi todo el mundo es justamente todo lo contrario. Los responsables de los grandes fraudes y estafas económicas tienen cada vez mayor impunidad porque han acumulado mucho poder político. Un estudio de la Syracuse University de Estados Unidos (sus resultados pueden verse aquí) demuestra que la persecución a los fraudes cometidos por entidades financieras viene disminuyendo en los últimos años, justo cuando en mayor número se han cometido. A Obama le cabe también el lamentable honor de perseguir este tipo de delitos en mucha menor medida que Reagan o Bush.

En España estamos llegando a niveles de impunidad y desvergüenza que no solo han destruido la confianza de la población en las instituciones y en la clase política y financiera, sino que producen ya una indignación que está a punto de crear otro tipo de problemas sociales.

No se puede dejar libres a los ladrones, por muy alta que sea su cuna, por muy grande que sea su influencia, por muy poderoso que sea el partido que lo encumbra, por muy abultada que sea su cartera o por muy alto que esté quien puede ser que caiga si cae el ladrón.

Sin perseguir y castigar a los ladrones y criminales de cuello blanco que han provocado la crisis, sean quienes sean, ni saldremos de ella ni podremos evitar que la otra crisis que nos espera sea mucho peor y más trágica.

7 comentarios

Antonio madariaga 6 de octubre de 2014 at 01:46

Gracias Juan por seguir denunciando tanta falacia, o como diría un católico tanta «rapiña».
La biblia no dice nada de esta epidemia que padecemos en España. Una epidemia que se inocula en la la casta política desde la edad media, cuando se repartían las tierras conquistadas, luego vino el siglo de oro, y el oro y la plata de América, que iba a donde iba. Más recientemente, el botín e la guerra civil, se lo reparten la iglesia y los vencedores. Y la justicia?. Existe en este país un poder judicial que vele por el pueblo?.
Yo creo que, como en toda familia, si los padre no da ejemplo, los hijos no tienen porqué aprender a ser ciudadanos honrados, creerán desde niños que la cosa es así como la viven cada día en su casa.Y, aquí, el padre del estado el Rey ha dado poco ejemplo de ciudadano honesto y honrado con la hacienda pública, también tenia o tiene una herencia por ahí, por Suiza, igual que el Sr. Pujol. Pero antes de finalizar el siglo XX, ya tuvimos ejemplos de personajes en la política y las administraciones del estado que hacían y actuaban como si ·todo el monte fuera orégano» . Si todos los «ladrones y criminales de cuello blanco» devolvieran lo que se han llevado que es de todos, en este país no tendría que haber recortes en sanidad, en educación, en becas, en investigación, etc. Mira amigo Juan, la suma de lo que se ha desfalcado y estafado a la hacienda publica, contando solo desde la época de Juan Guerra o Luis Roldan, las empresas tapadera, los consejos de administración y presidentes de las cajas de ahorro, hasta los sobres del P.P. cuyo gestor esta en la cárcel, el Sr. Barcenas, hasta las tarjetas opacas de cajamadrid, yo estimo que asciende a más de 300 mil millones de Euros. Conclusión, a estas personas no solo hay que meterlas en la cárcel, sino que no puedan salir hasta devolver el dinero a la hacienda pública, y eso lo veo dificil, en este país. Me queda la sensación, casi es depresión, que donde meten la mano los políticos lo fastidian todo, casi es mejor pagarles el sueldo pero que se queden en su casa sin hacer nada, ya que cada vez que hacen algo es para destruir lo que tantos años nos costo levantar. Se han cargado todo lo publico, han hipotecado a este pueblo hasta no se sabe donde y cuando, estamos en un mar de corrupción y resulta dificil ser optimista. Me siento ABATIDO. Si tuviera otra edad, cogería la maleta para no volver.

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Jano 6 de octubre de 2014 at 11:22

Buenas a todos.
Como siempre profesor: enhorabuena. Se puede decir más alto pero no más claro y con mayor precisión.
Además: oí decir antes de ayer a Pablo Iglesias que usted y el profesor Navarro están diseñando el modelo de propuesta económica para Podemos. Me temo que a más de uno (sobre todos a los «teóricos del perroflautismop») debe «habérsele hecho de noche» al saberlo. Especialmente porque sin duda serán propuestas solventes y honradas, contrastables y difícilmente cuestionables. Además; seguro que se les van a unir una legión de economistas, tal vez menos conocidos pero igualmente solventes, que amplificarán y defenderán vuestras propuestas. ¡¡¡qué difícil van a tener los «economistas de cabecera» del régimen, seguir vendiendo como «ciencia» económica lo que nos más que doctrina ultraliberal !!!!

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Khan 6 de octubre de 2014 at 16:40

Es que aquí la confianza no tiene nada que ver con lo ocurrido, sino con lo que muestran los medios de comunicación. Si no se hubiera publicado esta noticia, la confianza no se habría visto afectada, ya que en la mente de la mayoría esta noticia no existiría. ¿Seguro que es este el mayor robo que ha experimentado este país en los últimos años? ¿Es esto en lo que debemos centrar la atención y preocuparnos?.
Creo que cuantitativamente hablando es ridícula y sobredimensionada la importancia que se le da al asunto de las tarjetas, como si el problema de las ex-cajas de ahorros españolas fuera ese!. El grueso del agujero no lo ha provocado esas tarjetas, si se le da tanta importancia mediática, será que se quiere centrar ahi la atención y desviarla del problema real?. «Perseguir a los ladrones» me parece más bien algo que vende mucho en cuanto a psicología de masas, que buscan un chivo expiatorio a sus problemas, cuando la causa real, material es bastante más fría: peak-oil y auge de los BRIC, si occidente tuviera una actividad económica en la que se consumiera petróleo a los niveles de 2005… el mercado colapsaría, la crisis financiera evita la crisis real de recursos.
Esa es la causa material, real… pero España no tiene soberanía sobre su moneda, y ha convertido algo sin valor (el dinero fiduciario, el euro), en algo por lo que pelean las élites locales para sobrevivir, porque así se lo exige quien marca las reglas del juego (Alemania, EEUU). Vamos a suponer que el euro tiene algún valor real en sí mismo (aunque la realidad no es así, la fuerza de EEUU convierte esa ilusión mental en algo real, porque España no tiene otra forma de realizar su comercio exterior que aceptar que el euro tiene algún valor en sí mismo). Suponiendo tal cosa… la cuestión es… ¿Cuál sería el estado del sistema financiero español si la banca española no hubiera extraido (robado) ingentes cantidades de dinero vía el timo de la estampita legal de las prefentes?. ¿Por qué no se pide que todo el dinero dado a créditos impagados durante la burbuja se trace su movimiento y se exija su devolución? Mejor hablar de tarjetas, que son una cantidad irrisoria a lado de este par de estafas legales de cantidades matematicamente muy superiores (los números, por suerte, no son cuestión de opinión, ni de modas mediáticas).

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Vicente 6 de octubre de 2014 at 20:48

Preventivamente y en el sentido de la confianza, hace ya mucho tiempo que alquilé una caja fuerte y es donde deposito mis pocos ahorros. De ninguna manera permitiré, en las circunstancias actuales, que con esos pocos ahorros los bancos hagan sus negocios y sus barbaridades especulativas. Hasta tanto no vea en la cárcel a los responsables de la situación en la que estamos, financieros y políticos, no volverá la confianza a mi conciencia para volver a actuar como lo hice siempre.

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Para "antonio madariaga" 7 de octubre de 2014 at 10:33

La Biblia dice «¡Ay de los que juntan casa a casa, y añaden heredad a heredad hasta ocuparlo todo! ¿Habitaréis vosotros solos en medio de la tierra?».

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Alfonso 7 de octubre de 2014 at 19:33

sin palabras.
https://www.youtube.com/watch?v=ZpHhszW6gOA
Ex-Agente del CESID «EL ARAÑA» revela 41 razones por la abdicacion del Ex-rey Juan Carlos
http://www.youtube.com

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Jano 9 de octubre de 2014 at 20:04

Buenas a todos.
Un poco tarde pero no me resisto a dejarle una nota a Khan.
Amigo: Los árboles no te dejan ver el bosque. LAS TARJETAS ERAN LA MORDAZA (DE ORO) que permitían que en los Consejos de Administración se aprobaran las cosas que se aprobaban. ¿De qué -si no- le van a dar a un mindundi una pasta así?
Un consejero que cobra un poquito, NO MIRA PARA OTRO LADO cuando le ponen delante a firmar según qué cosas, pero uno al que están forrando literalmente, no es ya que mire para otro lado. ¡¡es capaz de «sacarse los ojos».
ESO SON LAS PREFERENTES, LOS CREDITOS IMPAGADOS E IRRECUPERABLES LOS….
Un saludo.

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