Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

Defender a las generaciones futuras

Publicado en ctxt.es el 19 de febrero de 2018

Cuando la dirección de Podemos me pidió en 2014 que realizara, junto a Vicenç Navarro, un documento que les sirviera de base para el debate de su programa electoral hablé con varias personas de diversas corrientes ideológicas para conocer su opinión sobre los principales problemas socio económicos de España y para pedirles propuestas.

Una de ellas fue José Esquinas, quizá el español que en la práctica ha contribuido más en favor de la biodiversidad y sostenibilidad del planeta, trabajando durante 30 años en la FAO, presidiendo su Comité de ética y como alma mater del Tratado Internacional de Recursos filogenéticos.

Esquinas me sugirió que sería muy interesante introducir en España el debate sobre la creación de algún tipo de institución dedicada a defender los intereses de las generaciones futuras. Su argumento era el mismo que utilizó en 1987 el famoso Informe Brundtland de las Naciones Unidas titulado «Nuestro futuro común»: «Las generaciones futuras no votan, no tienen poder político ni financiero, no pueden oponerse a nuestras decisiones». Asumí convencido esa preocupación e in cluimos en el documento una reflexión general al respecto y una propuesta:

«La desigualdad, la explotación de los recursos naturales y el endeudamiento se vienen produciendo desde hace decenios de forma desproporcionada en las sociedades más avanzadas porque no se toman en consideración los derechos de las generaciones futuras que no están hoy día presentes para votar y decidir. Para evitarlo y frenar el crecimiento insostenible de las tres D nefastas (Desigualdad, Daño ambiental y Deuda) es necesario condicionar las decisiones presentes a los intereses de esas generaciones futuras (p. 39)… Puesto que evitar que esto ocurra es fundamental para garantizar la sostenibilidad, habría que crear, como ya se está haciendo en otros países, un organismo independiente que actúe como Defensor de las generaciones futuras con capacidad para impedir que las decisiones económicas se adopten sin contemplar sus efectos sobre el bienestar de la población y la vida futuras en nuestro planeta (p. 54)» (Un proyecto económico para la gente).

La idea no fue tomada en consideración por Podemos, aunque sí por el PSOE que en su último programa electoral propuso «la creación de un Defensor de las generaciones futuras y la elaboración de su estatuto de organización y funcionamiento como adjunto al Defensor del Pueblo».

Tratando de promover esta defensa de las generaciones futuras, la Fundación Savia está llevando a cabo un trabajo muy valioso. Ya ha conseguido que casi un centenar de municipios reclamen su creación y está logrando que la opinión pública y la publicada comiencen a entender que no podemos decidir sobre el futuro sin preguntarnos qué efectos tendrá lo que hacemos sobre nuestros nietos y sus descendientes.

Como parte de esa campaña, la Fundación publicó en noviembre pasado un libro de Manuel Castañón del Valle titulado El Defensor de las generaciones futuras y en el que se hace un análisis bastante detallado de lo que se ha hecho ya en otros países y de lo que se podría hacer en el nuestro.  En él se muestra, por ejemplo, que ya hay al menos 15 países que cuentan con instituciones específicas dedicadas a defender formalmente los intereses de esas generaciones (Finlandia, Hungría, Bélgica, Escocia, Francia, Malta, Gales, Suecia, Alemania, Israel, Brasil, Chile, Estados Unidos, Canadá y Nueva Zelanda) y que las constituciones de otros hacen referencia concreta a la necesidad de esa defensa, lo mismo que ocurre en diversos tratados internacionales. Incluso instituciones privadas o universidades muy prestigiosas, como la de Oxford, han creado instancias para analizar y representar el interés de las generaciones futuras.

En la Unión Europa, el Parlamento pidió a la Comisión en 2008 que examinara la posibilidad de garantizar la representación institucional de las generaciones futuras aunque, llamativamente, parece que en este aspecto se va más atrasado que en la defensa de las llamadas «personas electrónicas», para quienes los eurodiputados han pedido ya la creación de un estatuto jurídico, como bien recuerda Castañón en su libro.

La experiencia de otros países muestra que la forma de materializar la defensa de las generaciones futuras es variada. Puede hacerse en el seno de los parlamentos (en el Reino Unido incluso se ha propuesto la creación de una tercera Cámara), como anexo a los defensores del pueblo (tal y como en España propone el PSOE), como órganos del poder ejecutivo o incluso a través de iniciativas privadas. Y, bajo cualquiera de esas formas, la defensa se puede llevar a cabo asumiendo funciones también diversas: legislativas, de control, asesoramiento, denuncia, mediación o litigación.

La necesidad de tener en cuenta los intereses de quienes vienen detrás de nosotros y la exigencia ética de no destruir lo que no es nuestro, como la Naturaleza, parecen obvias pero lo cierto es que los seres humanos, incluso en un estadio civilizatorio que creemos tan extraordinariamente avanzado como el actual, no somos capaces de poner en práctica algo tan elemental para nuestra propia supervivencia como eso. Nuestro planeta y nuestras sociedades están amenazados, quizá de muerte, si no actuamos pronto. Los daños al medio ambiente comienzan a ser irreversibles; la deuda (el negocio más inmenso e inhumano de la historia) crece sin cesar, esclavizando a la población y haciendo insostenibles a nuestras economías; y la desigualdad avanza condenando a una buena parte de las generaciones venideras a vivir sin recursos ni derechos básicos de ciudadanía.

Esos mismos tres dramas nos están afectando también muy gravemente a los españoles del presente y a los del futuro, aunque apenas hablamos de ello. La pólvora del debate público se nos está yendo en salvas, gastamos nuestras energías en darle vueltas a problemas de segundo orden, aunque quién sabe si conscientemente utilizados por algunos para evitar que contemplemos de frente los verdaderamente importantes.

España ha sido señalada en alguna ocasión por ser el país de la Unión Europea que peor cuida sus recursos naturales, el 80% de nuestra superficie corre el riesgo de convertirse en un desierto a lo largo de este siglo, solo el 12% de nuestros hábitats se encuentra en estado favorable, somos el territorio europeo con el mayor índice de flora endémica en peligro de extinción y nuestro modelo productivo no es solo muy costoso económicamente (aunque muy rentable para las empresas) sino ineficiente energéticamente y muy contaminante y depredador de recursos; hemos registrado el mayor incremento de la desigualdad en Europa en los últimos años; nuestros recortes en investigación están igualmente entre los mayores de nuestros socios europeos, nuestro sistema educativo hace aguas y un joven español de entre 20 y 34 años de cada cuatro ni estudiaba ni trabajaba en 2015; la deuda pública aumentó en 2017 a un ritmo de 1.200 euros por segundo y el Estado tendrá que colocar en los mercados unos 420.000 euros de deuda por minuto en 2018.

¿Podemos permitirnos el lujo de seguir soslayando estos temas? A mí me parece que es inaplazable que en España actuemos de una vez para evitar que nuestras generaciones futuras (o incluso ya las nuestras) tengan que vivir en un auténtico infierno, y la única forma de conseguirlo es ponernos de acuerdo para educar y concienciar de todo esto a quienes votan y para darle voz a quienes todavía no pueden hacerlo.

16 comentarios

María 20 de febrero de 2018 at 06:28

Los políticos quieren sequía y contaminación, y la fomentan. No hacen nada, es más dan órdenes de que se haga. Por qué? Ni idea.
¿Qué decir de la cantidad de aviones que veo diariamente desde hace un tiempo mirando al cielo, dejando estelas de contaminación nubes alargadas, feas, oscuras. Aviones pasando una y otra vez para dejar esas nubes tóxicas.
Dicen que vapor de agua para engañar, por eso pasan cuarenta o cincuenta diariamente y por eso no llueve, por eso sequedad, por eso altísima contaminación.
Mire fotos por internet. Yo tengo montones.
Se lo he preguntado a los del Pp, Psoe, Ciudadanos, Podemos, Ministerio de Defensa y Ministerio de Fomento, y…. ¿Sabe usted? No contestan, y miran para otro lado.
Curioso ese afán por el bien de España y los españoles. Ya.

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Francisco González-Deleito Domínguez 20 de febrero de 2018 at 07:56

Completamente de acuerdo. Solo una observación: Es repetida la situación de quien abandera causas para abortarlas, dejarlas sin desarrollo, y al tiempo aparecer ante la opinión publica con el maquillaje de lo que no se es, pero conviene parecerlo. Es el caso, en nuestro país, del PSOE, que viene, desde hace décadas, afirmándose como socialdemócrata, y por ello defensor de un razonable nivel de igualdad, de los equilibrios naturales, etc y cuando ha podido gobernar, ha hecho todo lo contrario. No podemos olvidar que el PSOE ha ocupado a lo largo de la historia una posición pretendidamente de izquierdas, o de centro izquierda, y sin embargo, siempre ha terminado tomando decisiones favorables a la derecha social y económica.

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joan-pasqual 20 de febrero de 2018 at 08:00

Las 3 D y generaciones futuras son dos términos nuevos pero muy clarificadores. Es necesario que lleguen a más gente y que tomemos conciencia todos.
Gracias por ofrecernos un articulo como este después de tanto tiempo.

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jose 20 de febrero de 2018 at 10:41

Saludos a Juan Torres.
Este artículo hace que me acuerde del polémico INFORME PETRAS realizado por el sociólogo y colaborador de Noam Chomsky: James Petras.
Recuerdo que dicho informe fue encargado en su día por el CSIC (Centro Superior de Investigaciones Científicas) en los años en que gobernaba el PSOE.
Tras seis meses de estancia en Barcelona, dedicados plenamente al estudio y desarrollo de este informe, fue entregado a los anfitriones del CSIC, para su posterior publicación como habían acordado.
Si hacemos un profundo análisis de nuestra situación laboral y social, que tan bien supo ver Petras, vemos que aún continúa degenerándose tras la salida del PSOE y con el paso del relevo de la política neoliberal a los actuales gobernantes del PP con el consentimiento ahora del PSOE y Ciudadanos (C´s).
En resumen, deja en evidencia que o no se actuó, o no se quiso actuar, pero que se sabía el modelo de sociedad a la que nos encaminábamos. “De aquellos polvos vienen estos lodos”.
Volviendo a su artículo, hace que me surjan varias preguntas: ¿“la creación de un Defensor de las generaciones futuras…” no se quedará metido en un cajón (del olvido) como el informe Petras?; ¿No cree que parte de culpa la tienen los jubilados, por no preocuparse del futuro de sus hijos o nietos?; ¿No cree que parte de culpa la tienen también los jóvenes, por no elegir a políticos que defiendan sus intereses (en vez de ir a votar se van a la playa). En la antigua Grecia les ponían el termino de “idiotas” a todos aquellos que no se preocupaban de la política para defender sus intereses.
Otra recomendación referente al PSOE, hace muchos años se le denominó “pesoetraidor”. No baje la guardia. Me da la impresión que lo están utilizando, es decir anulando (ya ve que no digo manipulando).
Muchas gracias por sus artículos.

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Amador Saez Rueda 20 de febrero de 2018 at 12:07

Grácias siempre por darnos armas con que identificar al enemigo. A cero pesetas, pudiendo darte otros placeres compartes tus conclusiones para inteligencias médias, como si fuera esa realmente tu profesión, así las recibo yo con agradecimiento porque valoro tu esfuerzo creativo de enseñanza que te dignifica, por personas así es por lo que no se vuelca el mundo, y mirando hacia abajo, a la generalalidad, con água del grifo, cuando podrias recrearte a otro nivel. Personas como tú, Rosa María, se saben la lección y la comparten sembrando luz y guia en la eterna y maldita condición humana de la sumisión. En el mundo de hoy: ¡a cero pesetas! Amador Saez Rueda.

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M.C. Ferreras 20 de febrero de 2018 at 16:22

El tema es muy interesante .,pero tan largo que es dificil trasladar a persobas que no leen. Se podria sintetizar?

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Pilar Barceló de Aguilar 20 de febrero de 2018 at 20:02

Magnífico Artículo y muy sugerente y necesario. Me preocupa el tema, aunque, a veces, no sea capaz de acertar en qué debo hacer para contribuir a remediar en algo este disparate. Muchas gracias, Profesor por estar siempre al pie del cañón. Un cordial saludo

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Pepe Sanchez 21 de febrero de 2018 at 08:52

Como todos los temas de este sesgo es importantevalorarlo, pero cuidado con valorar el futuro sin realizar el presente.Todas estas propuestas han de tenerse en cuenta para en marcarlas en la acción actual, pero es fundamental no contradecirlas con las acciones presentes.Es lo que pasa y ha venido pasando en el Psoe .dice una cosa y hace otra que la invalida.

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Andres Niporesas 21 de febrero de 2018 at 14:51

¿No estará Vd. cayendo en el gran problema de la idiosincrasia española? que consiste en no resolver los problemas del presente, que son muchos, pensando en resolver los problemas futuros. Mientras pensamos en resolver el futuro nos quedamos sin presente y dejaremos una muy mala herencia a las generaciones futuras.
De hecho yo, que soy de su quinta, siento un retroceso en la ética, en la educación, en las libertades, en los derechos, en la economía, en el funcionamiento de las instituciones, así como un aumento en la inseguridad jurídica y en la inseguridad económica. Si no hemos sido capaces de mantener, ya no digo mejorar, lo nuestro ¿Cómo vamos a arreglar el futuro?

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Jorge Victor Ramiro Montes 22 de febrero de 2018 at 13:35

Me parece interesante su artículo y me da pie a algunas reflexiones: ¿El futuro no es fruto de las decisiones y propuestas del presente? Tenemos a los defensores del pueblo español y autonómico que deberían velar por los intereses del pueblo presente y futuro. ¿Dónde están? Yo no los oigo, hasta ahora no tengo conocimiento como español del trabajo que realizan para evitar esa desigualdad, deuda, conservación del medio que nos sustenta y dudo del papel que desempeñan.
¿Cree que otro cargo burocrático va a resolver el desastre de fututo que estamos construyendo? Yo lo dudo.
Un Saludo.

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JANO 24 de febrero de 2018 at 13:33

Ahora que tengo un minuto…
Primero: MUCHAS GRACIAS por estar de nuevo aquí. Personalmente, he notado la «orfandad». No hay mucho donde logar información veraz y sosegada, imparcial y limpia….¡demasiados falsarios vomitando «opinión»….!
Segundo: Con cariño: M.C. Ferreras: sí podemos resumirlo: NO TENEMOS NINGÚN DERECHO a disponer con nuestros actos o con nuestras omisiones, de la «vida y hacienda» de los que traemos detrás de nosotros…. hay un pequeño libro editado por Susaeta, que recoge el discurso del jefe indígena Seattle a uno de los presidentes de turno de USA, que vale la pena leer…y sí, Pilar, alguna cosilla podemos hacer: consumir productos de proximidad; rechazar productos que sabemos fabricados con la «sangre y el sudor» de gente explotada al otro lado del mundo (o a veces muy cerquita de nosotros…); REPARAR en lugar de tirar; NO VOTAR a nadie que no incluya en sus posibles programas de gobierno la lucha contra estas tres «D» malditas; no dejar nuestras «cuatro perras» de ahorro en entidades bancarias carente de toda ética….es poco, pero si lo hace la gente suficiente, puede ser mucho….es convertir lo que parece extraordinario, en un hábito diario.

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pedro rojas 24 de febrero de 2018 at 18:10

En este articulo Juan Torres no da una lección magistral de como presentarnos ante los demás como si fuéramos una persona «progresista» sin serlo. Si tuviera que definir que es un político lo haría de esta manera:
…» un político es una persona que cuando habla de política parece estar diciendo mucho aunque en realidad no diga nada»…
Y el articulo es un ejemplo grandioso de ello:
– Deberíamos de preocuparnos de los vivos. De aquellos que necesitan ayuda para seguir vivos o para mejorar su actual nivel de vida. Es para lo que existe la política, para tomar las decisiones publicas que permitan mejorar la vida de todos y no solo la de unos pocos.
– Si miramos el indice de natalidad en España vemos que desde el año 2.000 hasta la llegada de la crisis económica en el 2008 la natalidad creció permitiendo que, por primera vez desde hacia mucho tiempo, el numero de nacimientos fuera superior al de muertes en España.
– Con la llegada de la crisis económica los indices de natalidad se desplomaron y las mas de 200.000 almas, que debió de traer la cigüeña anualmente, dejaron de nacer en España. En mi opinión, un autentico genocidio que no sera considerado nunca como tal y cuyos culpables son los políticos de este país, en particular los del PSOE.
– Defender a las «generaciones futuras» queda extraordinariamente bien aunque nadie sepa quienes son esas generaciones futuras y cuales son los derechos y los intereses que debemos defender.
La irrealidad de la propuesta de Juan Torres en este articulo sigue la linea ideológica trazada por el PSOE en su intento de recuperar la confianza de los electores y los bien remunerados cargos políticos perdidos a favor de otros partidos. El PSOE lo soluciona todo proponiendo una «comisión» que estudie un tema sin dar nunca su opinión sobre el tema, como ocurre en la propuesta de una «Comisión para la reforma Constitucional».
Ahora parece que todo puede solucionarse, como dice Juan Torres en su articulo creando un «defensor» de algo. Tenemos un «Defensor del Pueblo» y nada impide crear «El Defensor de las Generaciones Futuras»… y ya puestos … «El Defensor de los Animales», «El Defensor de los Desahuciados», «El Defensor de los Desempleados» y también «El Defensor de los Encarcelados Políticos», aunque quizás en esto ultimo Juan Torres no este de acuerdo.
Creo que Juan Torres ha encontrado la solución a los problemas del mundo:
…»Crear el defensor de cada uno de los problemas de este mundo»…
La misma solución que encontró y adopto la Iglesia Católica hace ya mucho tiempo, que tiene un santo especifico al que dirigirse para intermediar ante Dios y solucionar cada uno de los problemas de los creyentes. Debo de confesar que el santo al que yo le rezo es «Judas Tadeo el Defensor de las causas perdidas».

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José Luis Perez Alvarez 26 de febrero de 2018 at 11:18

Gracias Juan por tus compromiso y junto a Jose Esquinas por ser tan cercanos y faro de pensamientos en pos de un mundo mejor para todos.
Abrazos de todos las personas de la Fundación Valores y en el mío propio.

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Alfonso Casas 26 de febrero de 2018 at 15:01

Como siempre muy bueno y en tu línea docente, pero me parece que no es de recibo, meter a PSOE, ya que esta banda criminal organizada internacional, es como la hidra de las 7 cabezas, por un lado ve muy buena esta idea, como la del TTYP, y esto no es lógico, este engendro debe de desaparecer.
Mas bien creo que sería mas interesante como todas las culturas antiguas, tener un consejo de ancianos sabios, que promulguen y defiendan esta idea.

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Juan Muñoz 27 de febrero de 2018 at 13:33

Artículo muy interesante e ilustrativo. No veo nada claro en cuanto a la creación de ese organismo específico para defender los intereses de las generaciones futuras, pues creo que básicamente las cosas hay que defenderlas cuando votamos y posteriormente exigimos a los votados que cumplan lo prometido. El PsoE no es referencia válida, pues ha perdido TODA su credibilidad, ya que sus actos se caracterizan por hacer lo contrario de lo que prometen. Por ejemplo el «OTAN de entrada no» de la campaña de 1982, lo convirtieron nada más ganar las elecciones, en una ferrea defensa de la entrada de España en la OTAN.

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Amadou 5 de marzo de 2018 at 16:29

Gracias, Alex, tomamos nota.

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