Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

Pensiones públicas: ¿amenaza real o fraude intelectual?

Publicado en Novas de Galiza nº 131, noviembre de 2013

Los constantes anuncios de la insostenibilidad a largo plazo del sistema de pensiones públicas se presentan rodeados de un halo de inmenso rigor que hace creer a la gente común que, efectivamente, no podrán disfrutarlas en el futuro.

Para ello el discurso se suele basar en estudios financiados por entidades financieras en donde se elaboran escenarios a medio y largo para demostrar que la evolución demográfica de nuestras sociedad será incompatible con la financiación de un sistema de pensiones como el que ahora tenemos. Y sin solución de continuidad, a partir de ahí se propone que empiecen ya a recortarse. Lo que, obviamente, lleva a que quien tenga dinero salga corriendo a suscribir fondos de ahorro privados con los que, al mismo tiempo, se hace creer a los ingenuos que podrá tener garantizado su ingreso en la jubilación.

No se dice, sin embargo, que quienes vienen haciendo ese tipo de estudios no han acertado nunca (y nunca quiere decir eso, nunca, ninguna vez) en sus previsiones. Un caso realmente inexplicable: los bancos que se suponen son tan cuidadosos con el dinero no tienen inconveniente en contratar una vez detrás de otra a los mismos economistas que en la ocasión anterior se equivocaron totalmente en su análisis y previsión de la realidad. Lo que evidentemente muestra que su interés no es que ésta se descubra sino, por el contrario, falsearla para vender más cómodamente sus productos financieros.

Por ahí empieza uno de los fraudes intelectuales más vergonzosos de los últimos años, destinado a hacer creer a la gente que el solo hecho de que, afortunadamente, vivamos más años, es causa de que no se puedan financiar en el futuro las pensiones públicas.

Aparentemente resulta muy elemental y riguroso afirmar que si estas últimas se financian, como en España, mediante las cotizaciones de los trabajadores, si el número de éstos disminuye mucho y, al mismo tiempo aumenta el de jubilados, el equilibrio financiero del sistema se resentirá sin remedio.

Pero lo que es a veces muy evidente no refleja siempre la realidad, como ocurre en este caso.

Incluso suponiendo que fuese obligado que las pensiones se financien solo con las cotizaciones (y no por los Presupuestos Generales del Estado, como ocurre en algunos países de nuestro entorno) resulta que hasta el sentido común más elemental nos indica que ese equilibrio financiero no depende solo de la relación entre trabajadores cotizantes y jubilados.

Además del volumen total de empleados influye el cuantía del salario y en general la distribución de la renta, la cuantía de la pensión, o la productividad, por ejemplo.

Por eso es una simpleza y un fraude afirmar que el sistema no será sostenible solo porque habrá más jubilados en relación con los cotizantes porque aumenta nuestra esperanza de vida. Puede ocurrir, y seguramente ocurrirá pues así viene siendo desde hace decenios, que aumente la productividad y que menos trabajadores generen mucho más producto. Y puede suceder que el número tan elevado de parados que hoy hay en nuestra economía disminuya y que, como en años anteriores, el sistema vuelva a registrar superávit. Y es deseable además que se rompa la inercia tan desigualitaria que viene dándose y que una distribución de la renta más equitativa proporcione muchos más recursos al sistema.

Un ejemplo sencillo muestra lo que señalo. Supongamos un país con 100 euros de ingresos cuyo 60% va a los trabajadores y el 40% a los propietarios de capital, que el coste de las pensiones es 17 y que para financiarlas los trabajadores dedican el 30% de su salario.

Con esa distribución de la renta resultará que el sistema tendrá superávit de un euro, puesto que el 30% de los 60 euros que reciben los trabajadopes es 18 (frente a 17 que cuestan las pensiones). Sin embargo, si todo permanece igual (el número de trabajadores y el de jubilados) pero el ingreso se distribuye al 50/50, resultará que el sistema de pensiones tendrá un déficit de 2, puesto que el 30% de 50 es 15.

Es fácil deducir entonces que el sistema de pensiones tiene amenazas y bien grandes: que disminuya el número de empleados y, por encima de todo, que baje el salario y que la distribución de la renta se haga cada vez más desfavorable para los trabajadores.

El fraude consiste en hacer creer que las amenazas son otras, que las pensiones son muy generosas y que habrá demasiados jubilados, para proponer entonces medidas para «resolver» la insostenibilidad del sistema que lo que hacen en realidad es hacerlo desaparecer para favorecer la suscripción de fondos de ahorro privados.

Sin embargo, si se hace un análisis realista se llegaría a la conclusión de que lo que de verdad hay que hacer para salvar el sistema (que es lo que quiere casi el 80% de la población) no es recortar pensiones o alargar linealmente la vida laboral y disminuir el carácter solidario del sistema para promover que la gente recurra a los seguros privados (sobre cuya desastrosa evolución y rentabilidad, por cierto, nunca dicen nada los sabios que se dedican a pontificar sobre el supuesto fracaso de las pensiones públicas) sino todo lo contrario: hacer políticas que fomenten el empleo y, sobre todo, mejorar la distribución de la renta que es el verdadero quid de la cuestión.

Si dejamos que los ingresos salariales se sigan deteriorando como hasta ahora no solo haremos que vayan cada vez menos recursos al sistema de pensiones públicas sino que, además, se debilitará la demanda y el mercado interno, disminuirá la actividad y el empleo y se agravará aún más la crisis del sistema. Todo lo contrario de lo que ocurriría si colocamos a la igualdad y el bienestar social como objetivo central de las políticas económicas y no al enriquecimiento continuado de los mismos de siempre, como hasta ahora.

17 comentarios

Paco Gomez 5 de diciembre de 2013 at 09:45

Por favor que nos degen de engañar estos políticos mentirosos, degen de meter miedo a los jubilados y au que la mayoría no nos lo creemos hay una cantidad de personas que sufren por sus afirmaciones.

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Alfonso Casas 5 de diciembre de 2013 at 10:30

Amigo Juan, una vez mas gracias por tus escritos, pero…yo le diría a los jubilados, que se dejen de miedo, ¿que tienen que perder? después de toda una vida trabajando, en mi caso 45 años cotizados, yo ni la vergüenza tengo que perder, la perdí en el camino, a lo mas que puede llegar estos asquerosos gobiernos que nos ha tocado sufrir, es que me metan en la cárcel, y eso ya lo tengo asumido, así que se espabilen

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magda brown 5 de diciembre de 2013 at 11:32

Como no estoy dotado para el dibujo – una vineta/chiste sería lo más indicado- paso a exponerle mi sentir sobre este tema de las pensiones. En el Reino Unido, el gobierno acaba de ampliar hasta los 70 el derecho a disfrutarlas (pensionistas del estado). El argumento es que las esperanzas de vida son mayores – o esos son sus cálculos) Claro que, que si nos fijamos en la continua baja de acceso y calidad de vida como consecuencia de los recortes salvajes de asistencia social( sobre todo la sanidad pública) no es difícil teorizar que lo que proponen estos gobiernos «europeos» – tan imbaucados del modelo estadounidense que a toda costa se nos vende- es , para ellos, un negocio redondo. A menos sanidad, más probabilidad de acortar la esperanza de vida; al alargamiento de la edad (pensional) , menos probabilidad de que haya que realizar o cumplir esos pagos. Déficit,resuelto: el dinero se queda en caja: negocio redondo.

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JORGE 5 de diciembre de 2013 at 13:59

¿FRAUDE?, EL QUE USTED PERPETRA A DIARIO CON SUS LECTORES.SOLO BASTA CON LEERLE UN POQUITO PARA DEMOSTRAR LO FALSARIO DE SU DISCURSO.LAS PREDICCIONES, BOTARATE, MENTECATO, SE BASAN EN EL SISTEMA QUE TENEMOS,NO EN EL QUE PODRÍA SER.NO ENGAÑE SOBRE ESCENARIOS QUE NO SON; NO BASE SU POBRE DISCURSO SOBRE EL CONDICIONAL, PORQUE SI ASÍ FUERA, SI MI ABUELA TUVIERA DOS RUEDAS, YA NO SERÍA MI ABUELA, SERÍA UNA BICICLETA.

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Antonio Gonzalez 5 de diciembre de 2013 at 17:46

En realidad todo eso lo definio muy claro Cristina
Lagarde ( FMI ) desde un principio, la gente vive
demasiado tiempo » gracias al sistema de salud y
los planes de retiro.»
Palabras muy graves por sus consecuencias.
En principio, por menos que eso, en Nuremberg
se ejecuto en la horca a varios caballeros.

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Albert 5 de diciembre de 2013 at 20:03

Jorge, voy a asumir que es ud. un troll, pero ya que nos menosprecia con esa arrogancia le voy voy a decir algo. Lo primero es que yo soy un ciudadano de a pie, un joven parado mas sin estudios superiores, por esa razón sé muy bien que la realidad es aquella que construimos todos nosotros en nuestro día a día, y no la que nos quiera vender unos oligopolios (me viene a la memoria un spot que emitio hace unos años una conocida mutua de seguros privada -no sé si lo recordará, los de su pensar tienen una memoria muy selectiva- dónde sr podía ver una familia desesperada por encontrar a horas intempestivas asisténcia médica, ignorándo que en este país tenemos Sanidad Pública)
La economía, como la realidad, la hacen posible las personas; la economía no es una Ley de la Naturaleza, y sus efectos sobre las personas inevitables como los huracánes. Por lo tanto, las predicciones no pueden ser la norma. Lo que sí ya es la norma que los estamentos que argumentan las ideas que ud . tan ferviéntemente defiende siempre, repito SIEMPRE se equivocan, curiosamente, en favor de los mismos (uy, esa desmemoria suya otra vez) arruinando los países por dónde pasan, dejando tierra quemada. Su razonamiento de «vamos a comernos todo el pan, puede que mañana no haya» es tan absurdo como malintencionado, porque lo que en realidad quiere decir es «déme ud ese pan». (La «ciéncia» de las predicciones autocumplidas nos domina) Pero lo mas absurdo es que ese dogma se enseñe en las universidades, lo que a mi entender, es como si en las facultades de Ciéncias enseñasen el Creacionismo. Entonces, ¿quién es aquí el botarate?
No insulte nuestra inteligencia. Permítame hacerle dos preguntas: ¿Vive ud. de las rentas del capital? ¿Trabaja ud. para un Banco o una aseguradora privada? Si no es así, déjeme decirle una cosa: es ud. un mentecato.

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margarita 6 de diciembre de 2013 at 08:28

Jorge, si realmente quieres convencer a alguien deberías utilizar menos insultos y más argumentos.

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La chilindrina 6 de diciembre de 2013 at 10:30

Creo que algunos de nuestros amados viejecitos deberían hacer algo. Hasta por salud, que la vagancia es mala para la mente. El trabajo libera, no es necesario cargarlos con 8 horas diarias.

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Marisa 6 de diciembre de 2013 at 14:45

De lo que tristemente estoy convencida es de que cuando se considere que una parte del Pueblo sea por edad o sea porque no siga las pautas establecidas, un estorbo para los objetivos de quienes nos gobiernan desde la sobra, se nos quitaran de en medio. La longevidad y el buen vivir, no parece que se contemple en el perfil de la nueva forma de esclavitud de este siglo.

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Manuel 6 de diciembre de 2013 at 20:32

Tuve un plan de pensiones desde 1.993 que pasó por varias entidades bancarias. Lo recuperé al jubilarme el pasado año y me llevé la enorme sorpresa, que cobré menos de lo invertido, es decir 320 euros menos. Además, hacienda me dió un sablazo de 3000 euros de dicho «capitalito».
Y, menos mal que era una cuantía inferior a 10.000 euros. Por tanto a todos aquellos que vayan a constituir un plan de pensiones privado, que se lo piensen, ya que es un fraude, aunque algún mal informado (Jorge), diga lo contrario.
Por otra parte, si me hubiesen permitido gestionar el 30% de lo que coticé a la seguridad social durante los 43 años de mi vida laboral, tendría una pensión mejor que la que me ha quedado, y no dependería del capricho de unos políticos ineptos.
Y para terminar, creo que esos políticos deberían empezar por aplicarse la legislación vigente para los trabajadores en materia de jubilación; y, no que con cuatro u ocho años, ya tienen derecho a una pensión.

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Jano 6 de diciembre de 2013 at 22:36

Buenas noches a todos (incluido el iracundo Jorge) que más parece un vendedor de pensiones frustrado por los argumentos de Juan que cualquier otra cosa.
Quienes están planificando la ruina del sistema actual, basan sus predicciones en factores de los que ellos mismos manejan las palancas. Juegan -en principio- con las cartas marcadas. Así, cuando «predicen» «no se podrá mantener el sistema» cualquier ciudadano avisado debiera entender: «Nos vamos a encargar de dejaros sin pensión». Es más: nos estamos encargando ya. ¿Cómo? Como indica Juan: desvío del trabajo productivo a países esclavizados, robo legal de una parte importante de los salarios (y con ellos las cotizaciones sociales)…y así un largo etc. que no voy a repetir. ¿Es como dice el iracundo Jorge, inevitable, porque-ésta-es-la-realidad-inamovible? No ciertamente. ¿Quién sabe en qué dirección caminará la Historia? ¿O hay aún por ahí algún cretino que sigue creyendo el cuento del fin de la Historia?. La Historia acabará cuando acabe el ser humano. Ni un minuto antes, y -esto es importante- LA HISTORIA SE PUEDE ESCRIBIR. En consecuencia, cualquier predicción que hagamos puede fallar perfectamente a medio plazo; no digamos a largo.
Así pues, el sistema público de pensiones se vendrá abajo si lo permitimos. Esto es: si continuamos votando opciones políticas que son auténticos virus troyanos infiltrados en el Estado, NO para defenderlo, si no para «abrirle los puertos» de forma que pueda ser «pirateado» convenientemente. ¿Qué otra cosa son esta oleada de privatizaciones sin sentido que se están produciendo por doquier?. Si los ciudadanos reaccionan y cambian el sentido del voto, nada impide cambiar las leyes de tal forma que lo que hoy es «negro» mañana sea «blanco» o -en todo caso- en una escala aceptable del gris. No falta mucho para las europeas. No sé si la gente es consciente de que, hoy día, son ya más importantes para cambiar el rumbo de la Historia que las nacionales.
Las pensiones públicas solamente estarán en peligro irreversible si el PIB desaparece. Si no generamos riqueza suficiente, todo habrá acabado. Incluidas las pensiones, por supuesto. Pero, si ocurriera eso ¿sabe el iracundo Jorge en qué quedarían las flamantes pensiones privadas a las que se quiere conducir a los más incautos de entre nosotros?.
Mientras un país genere PIB suficiente, las pensiones (y todo lo público) NUNCA SERÁN UN PROBLEMA ECONÓMICO, SI NO UN PROBLEMA DE REPARTO; y eso es POLÍTICA, NO ECONOMÍA. Luego solamente se trataría de elgir gobiernos que hicieran leyes adecuadas. Eso es todo.
Pongamos un ejemplo: Una fábrica «X» que hace 10 años empleaba 100 obreros para producir 1000. Ahora esa misma fábrica produce 2000 pero solo con 50 obreros. ¿ha disminuído el PIB? No, más bien parece que ha aumentado. Lo que sí ha disminuido es la cotización social. Ahora solo cotizan 50 obreros. ¿Qué ha sido de los otros 50? Seguramente han sido sustituídos por robots. Así que los dueños de la fábrica «X» se embolsan (completa y sin cotizar por ella) la producción de los robots. Dado el pensamiento POLÍTICO actual, se dirá que «es justo»; que los robots «son del dueño de la fábrica» y que -en consecuencia- es justo que se quede CON TODO EL CAPITAL GENERADO. Pero ¿qué pasa si cambiamos un poco el pensamiento político? Qué pasa si decidimos POLÍTICAMENTE calcular las aportaciones sociales -concretamente en la parte que atañe a las pensiones- que generan los robots de la empresa «X» :un robot, sustituye a «tantos» obreros por los que se cotizaba «tanto» de los cual, para pensiones era «tanto». Bastaría para mantener el sistema público de pensiones obligar POLITICAMENTE (puesto que dinero hay) a repartir a la empresa «X» esa cantidad, aportándola a la Seguridad Social.
No me vale que me contesten que entonces las empresas «se irían», o que «perderíamos competitividad». Esos argumentos eran los que manejaban los empresarios del XIX cuando comenzaron las primeras reivindicaciones obreras. Luego se vió, que eran argumentos equivocados, pero -claro- primero hubo que pasar por dos guerras mundiales. No sé, si el iracundo Jorge, cree que sería mejor ésto último, que reflexionar un poco, y repartir un poco antes de que sea tarde.
Por lo demás, jamás me haría un plan de pensiones. La baldosa es -en el peor de los casos- infinitamente más segura. Hoy he oído un anuncio de Bankia invitando a hacerse un plan de pensiones. Los mismos impresentables que han robado a los pensionistas sus ahorros con las preferentes se atreven ahora a pedirte (con voz melosa de anuncio) que les dejes ¡otra vez! tu dinero a larguísimo plazo. ¡¡¡TIENE COJONES!!!

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JM 6 de diciembre de 2013 at 22:58

Las pensiones, como toda partida de gasto dependen de su partida correspondiente de ingresos. Siempre han tenido superávit hasta que se vació el remanente y se decició destruir el tejido productivo y los trabajos.
Es curioso que los gurús a sueldo de la casta sea lo único sobre lo que pontifican a 40-50 años vista, cuando no aciertan nada a 2 semanas jajaja.
La labor de nuestros gestores no es proclamar distopías futuras para amansar y acostumbrar a la población, sino elaborar planes concretos basados por ejemplo en cada sector de actividad y mediciones realizadas en el cálculo del pib (a nivel interno no vale para otra cosa ni significa nada como dato agregado, y ni mucho menos justifica medidas globales jojojo), con el objetivo de asegurar el crecimiento anual necesario para garantizar los mínimos de bienestar social… (alrededor de un 1,5% +-).
Los planes de pensiones privados son un bluff, arruinables en cuanto deseen y las aportaciones de cada ciudadano a estos, depósitos a … sólo valen para mantener vivo el esquema de ponzi (es el único dinero con cierto respaldo en bienes reales), el tráfico de armas… y las especulaciones….
Por cierto Jorge, ya que confías tanto en el sistema me permito preguntarte: ¿De verdad piensas que los agentes, corredores de bolsa… pintan algo?… aparte de dar una pátina de supuesto control sobre las finanzas… hace años que sus decisiones… valen cero para los grandes movimientos y jugadas globales… y hasta aquí leo ;-)

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Ivan 7 de diciembre de 2013 at 18:28

Las predicciones, mentecato Jorge, están basadas en el sistema que nos han impuesto y que todavía no ha tocado fondo, ni lo va a tocar mientras en la mente enferma y criminal de la burguesía se pueda seguir maximizando beneficios a costa de la renta e intereses de la clase trabajadora. Por cierto, predicciones que siempre han fallado y que no se cumplirían hasta 2050 (en la situación presente española) con sólo que se dedicara a pensiones el mismo porcentaje del PIB que dedica Italia, una nación en crisis y mediterránea como España.
Y si hemos de sacar alguna conclusión útil los trabajadores de la evolución demográfica es que no se puede seguir defendiendo la actual tasa de natalidad media mundial (mucho menos incentivarla) en un planeta de recursos finitos, donde hay recursos críticos (como la producción de alimentos sostenible) que no permitirían ni siquiera los niveles actuales en caso de que se adoptaran medidas para evitar la erosión y estuviera garantizado un aprovechamiento racional de los recursos hídricos. De poco sirve que existan otros recursos abundantes (entre los que no podemos incluir actualmentente energía limpia y renovable) si la producción de alimentos sostenible, no sólo ha tocado fondo sino que está provocando unos efectos devastadores en la conservación de recursos finitos como el suelo fértil y las aguas dulces.
El hecho de que en España la tasa de fertilidad por mujer sea inferior a dos hijos (como la política del hijo único en la nación más poblada del planeta, cuyo cuestionamiento actual debe ser calificado como acto de barbarie sin parangón) debería ser objeto de inmensa satisfacción en un planeta superpoblado y en una nación donde más del 50% de los jóvenes carece de empleo y donde el nivel de ocupación de las personas en edad de trabajar no supera el 60%. ¿Cómo deberían reaccionar todas esas personas adultas a las que se les niega el derecho a trabajar cada vez que oyen la cantinela de que hay que promocionar la natalidad para poder garantizar unas pensiones, cada día más raquíticas en un sistema económico cada día más productivo?
El estúpido e interesado fomento de la natalidad en un planeta superpoblado y donde más de 200 millones de seres humanos no encuentran trabajo no merece otro calificativo que el de delito de lesa humanidad, sin que tenga otra explicación que el incremento de la ganancia de la clase dominante al mayor ritmo posible, hasta extraer todos los recursos aprovechables del planeta en el más corto plazo posible y convertirlo en un nuevo desierto estelar, como lo son Marte o la Luna. Visto lo visto, no habría que descartar la hipótesis de que cualquier de ellos llegara a albergar «vida inteligente» como el planeta Tierra y que fuera el capitalismo el responsable de la extinción masiva. ¿Cuándo se convencerán los capitalistas de que, con su explotación insaciable y exponencial de los recursos, se comportan como vulgares bacterias y se convierten en células malignas para nuestra especie y los ecosistemas vivos?
Ya va siendo hora de que las clases populares dejemos de comulgar con ruedas de molino. No es el decrecimiento demográfico lo que debería preocuparnos (máxime si tenemos en cuenta que también los jóvenes escolarizados son población pasiva, equiparables a los mayores de 65 años, cuyo número desciende al descender la natalidad) sino el crecimiento en un planeta de recursos finitos (algunos de ellos sobreexplotados) y la procreación sin garantías para los nasciturus (nada debería avergonzarnos más que colaborar en la procreación de carne de cañón o niños yunteros, que diría Miguel Hernandez).

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maría 7 de diciembre de 2013 at 21:06

Jorge, lo que Juan escribe no es engaño, es razonar sobre lo que debería ser y no es, pero no porque no pueda ser, si no porque hay cuatro listos que no les interesa que sean y 40.000 (con los ceros que sea) ignorantes que se lo creen y van corriendo a hacer lo que los 4 listos esperan que hagan. No se en qué grupo estás tú, por tu forma de insultar creo que en los últimos, aunque nunca se sabe.
Y, Chilindrina, gracias por preocuparte por mi salud, pero no me digas lo que tengo que hacer, y vete a llamar vago con 70 años a tu familiar más cercano.

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maría 7 de diciembre de 2013 at 21:13

Jorge, lo que Juan escribe no es engaño, es razonar sobre lo que debería ser y no es, pero no porque no pueda ser, si no porque hay cuatro listos que no les interesa que sea, y 40.000 (con los ceros que sea) ignorantes que se lo creen y van corriendo a hacer lo que los 4 listos esperan que hagan. No se en qué grupo estás tú, por tu forma de insultar creo que en los últimos, aunque nunca se sabe.
Y, Chilindrina, gracias por preocuparte por mi salud, pero no me digas lo que tengo que hacer, y vete a llamar vago con 70 años a tu familiar más cercano.

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JM 8 de diciembre de 2013 at 01:59

Hola Chilindrina, una pregunta (por supuesto puedes contestar, o no… omandarme al carajo…) La verad no entiendo tu comentario en el contexto del tema ¿confundes la velocidad con el tocino o…. ;-)?
En fin, al hilo de lo que dices… (personalmente creo que los viejos pueden hacer lo que les brote, y cualquiera) en países más civilizados (busca tú los nombres):
.- Hay gente mayor o vieja (no me van los eufemismos) que curra gratis o por un pecunio pactado formando a los más jóvenes… por lo del noujou ese jajaja
.- En algunos se lía parda por pasar de 60 a 62 tacos la edad de jubilación.
.- Otros nos los pulimos en nombre de la democracia por eso de la banca sin intereses, la renta básica…
.- En otros, cuando acabas la educación obligatoria y mientras cursas estudios superiores del tipo que sea… : El estado, es decir el resto de ciudadanos, que aunque aquí no nos entre ni estado ni gobierno tienen un duro, gestionan lo del resto!!! cotiza por ellos para que por ejemplo después de una carrera larga como medicina a la que suman unos años de especialización… puedan tener una vida digan… y sobre todo para que estudiar o no no dependa tanto de la pasta y medios familiares…
etc.
Saludos ;-)

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Prevención fraude interno 24 de diciembre de 2013 at 10:25

Muchas gracias por el artículo, no está completamente vinculado con mi caso pero igualmente me pareció muy interesante de leer. La situación es que recientemente detectamos un caso de fraude interno en nuestra empresa por parte de un trabajador. No somos muchos así que nos sorprendió que llevara tiempo realizando estas prácticas, y más en la situación en que se encuentra la empresa la verdad… todos apretamos y estamos apoyándola en esta delicada situación. Es por ello que ahora me encargo yo de controlar un poco que no se vuelvan a repetir estas prácticas fraudulentas.
De todas formas me ha gustado mucho tu artículo Juan, gracias por la información.
Que pases unas felices fiestas,
Lorena.

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