Ganas de Escribir. Página web de Juan Torres López

¿Suicidios o crimen de Estado?

Publicado en Sistema Digital el 31 de octubre de 2012

Todos los datos permiten asegurar que una gran parte del incremento en el número de suicidios que se viene dando en España está relacionado con la forma en que se está gestionando la crisis. Ya he comentado en artículos anteriores y más extensamente con Vicenç Navarro en el libro ‘Los amos del mundo. Las armas del terrorismo financiero (Espasa, 2012)’, que en todos los países en los que se han aplicado políticas de ajuste neoliberal se ha podido detectar ese fenómeno, así que no es de extrañar que ahora se esté produciendo en España. Actualmente, parece que en nuestro país se producen entre nueve y diez suicidios cada día y que un tercio de ellos, según se puso de manifiesto en un reciente congreso de Psiquiatría, son los que tienen que ver con problemas económicos de diverso tipo originados por la crisis.

Y no hacen falta muchos estudios científicos para comprobar igualmente que una gran parte de esos suicidios se relacionan con los desahucios, que en estos momentos dejan sin vivienda a más de quinientas familias cada día en España. Ya son bastantes los casos en los que se han producido justo antes de que las autoridades y la policía procediesen a desalojar a las familias de sus viviendas en diferentes lugares de España.

Se trata de un verdadero drama que tiene una responsabilidad muy directa: las autoridades e instituciones del Estado que hasta el momento no han hecho nada efectivo para evitarlo. Todo lo contrario, lo han provocado con las políticas que vienen aplicando e incluso lo facilitan, como esos jueces que llegan a decretar que los desahucios se lleven a cabo sin previo aviso para evitar que la población acuda en ayuda solidaria de los afectados.

El Gobierno actual y el anterior han dedicado sumas millonarias a salvar y proteger a los banqueros y a los grandes propietarios, pero no han tomado ni una sola medida efectiva para acabar de una vez por todas con la desprotección de las familias de menos ingresos que pierden sus viviendas.

Cambiar las leyes para establecer medidas como la dación de pago, la creación de tribunales que gestionen la reestructuración de la deuda familiar, la disminución temporal de las cuotas para las personas sin ingresos o en paro, quitas familiares, u otras parecidas que podrían evitar los desahucios no comportan grandes dificultades legales ni supondrían demasiado coste económico (al revés, permitirían aumentar la demanda efectiva y así mejorar la situación económica). Por eso es injustificable que se sigan llevando a cabo desahucios que provocan docenas de suicidios y un sufrimiento personal y social tan extraordinario.

Que los dos grandes partidos se pusieran de acuerdo en unos pocos días para modificar la Constitución, y así contentar a los poderes financieros, y no lo hagan para adoptar medidas de rango muy inferior dirigidas a proteger a las miles de familias que se quedan en la calle solo refleja que se trata de dos organizaciones políticas que han perdido el norte para convertirse en simples piezas de un dominio oligárquico que ya es insoportable, y que requiere una respuesta social a la altura de su traición a los principios elementales de la ética, la justicia y el buen gobierno.

Es incomprensible, y empieza a producir una rabia inmensa, contemplar día a día a los parlamentarios ocupados en todo tipo de asuntos pero incapaces de acabar con el drama. Es desolador comprobar que los jueces no hayan reaccionado ya cuando llevan tanto tiempo como ejecutores de un derecho que es la antítesis de la justicia. Es patético e indignante ver a la policía defender día a día a las autoridades que echan a las gentes de sus casas y a los Bancos que se quedan con ellas, y golpear con saña a las pobres mujeres y hombres que las defienden. Es una vergüenza comprobar que hasta la jerarquía de la Iglesia Católica, que tanto habla de defender a la familia, llame a la policía para desalojar de sus templos (como en La Almudena de Madrid) a quienes quieren llamar la atención de la sociedad hacia lo que está pasando (en clara contradicción, hay que reconocerlo, con la inmensa mayoría de sus fieles de abajo que siempre suelen apoyarlos). Es tremendo que no salga ni una sola palabra ni un gesto de ayuda del Jefe del Estado, que se dedica, por el contrario, a defender las políticas que provocan el paro y la pérdida de las viviendas, mintiendo sobre los efectos que están provocando sobre la sociedad y la situación económica solo para proteger los intereses de los grupos más poderosos. Es sencillamente insultante, que en lugar de defender a las miles de personas que sufren, el Gobierno no solo siga aplicando sin misericordia las políticas que agudizan la crisis, sino que se dedique a ir indultando semana tras semana a los pocos financieros y políticos delincuentes que habían sido condenados en los años anteriores. Y es un insulto a la inteligencia y un despropósito la Constitución que declara que «todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada», pero que a la vez no impide que se produzcan más de medio millar de desahucios diarios.

Cada vez que muere una persona desesperada por el paro o por la pérdida de vivienda, o a causa del peor tratamiento que reciben cuando son dependientes o están enfermas, aumenta algo más la responsabilidad de todas esas instituciones y personas. No podemos ni debemos aceptar que todo lo que está pasando en España, el daño tan grande que se le está haciendo a millones de personas, sea un simple accidente o algo inevitable. Es un daño orquestado, perfectamente evitable y que se produce solo porque se quiere beneficiar a otros grupos sociales. Por eso me parece que las personas que dirigen esas instituciones o que toman las decisiones tienen una auténtica responsabilidad criminal y no solo política que debería investigarse y depurarse cuanto antes.

Tendríamos que dejar de hablar ya de suicidios y de poner sobre la mesa la comisión de un verdadero crimen de Estado porque sus instituciones, que tienen la obligación de evitar el dolor de los ciudadanos y cuentan con medios para ello, son las que lo están provocando. La gente normal y corriente tiene derecho a defenderse e incluso el deber de levantarse contra los tiranos.

17 comentarios

Gonzalo 31 de octubre de 2012 at 15:12

No sé si crímenes de Estado o consecuencia de una economía sin escrúpulos fomentada por unos poderes públicos que no ha velado en ningún momento por nosotros y sí por los más poderosos. Ni siquiera se tomaron la molestia de informar a los más catetos que se estaban endeudado por encima de sus posibilidades. Claro, que en eso consistía el negocio.

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Andres Niporesas 31 de octubre de 2012 at 17:03

He leído un artículo sobre las penurias que está pasando un prestigioso diario global en español. El periodista que lo escribe, un alemán, describe un episodio en el que se comunica un ERE al comité de empresa. En esa reunión el Presidente, al que le atribuye unas remuneraciones de 13 Millones de Euros, mas de dos mil millones, de pesetas comenta que “No podemos seguir viviendo tan bien”.
Esto no es una situación aislada. Lo hemos visto en la banca quebrada y sin quebrar, en la gran empresa y en la pequeña. En las primeras han sido los gestores, ejecutivos o directivos en otros casos, los empresarios.
Pero ¿De donde salen esos botines tan suculentos? Pues como todo botín del saqueo. La reforma laboral, que han legislado los gobiernos a su servicio, les ha permitido reducir la indemnización a una miseria. Indemnización que nunca se provisiona contablemente en los tiempos buenos y que acabaría en sus bolsillos. Aquello que había que reservar en la bonanza para la tempestad se lo han llevado crudo estos.
Por supuesto que hay empresarios que lo están pasando mal, pero hay muchos mas empresarios y ejecutivos que deben una explicación y una restitución a muchas personas de este pais.
¿Con qué facilidad se conculcan los derechos de los trabajadores?¿Por qué no se conculcan otros derechos?

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carlos juan 31 de octubre de 2012 at 20:28

Efectivamente, estos criminales financieros apoyados en políticos cobardes y colaboracionistas equivocan el fin con los medios. Pues, de todo político virtuoso se presupone que su labor es la consecución del bienestar de sus ciudadanos más próximos y en cambio nos han convertido en esclavos necesarios para su acumulación de prebendas y sinecuras. Mientras tanto, nuestra democracia se debilita ante nuestra impotencia e incredulidad. Como dice El Roto «era sólo un prestamo temporal»…

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Miguel Ángel 31 de octubre de 2012 at 23:08

Estimado Juan:
Sería interesante la divulgacion y lectura del estudio que ha realizado nuestro compañero Nicolás González Varela sobre El Suicidio.
En Octubre en todas las librerías de España: inédito de Marx. «Sobre el suicidio» Estudio preliminar y notas de Nicolás González Varela‏.
Novedad Editorial de El Viejo Topo
Sobre el suicidio de Karl Marx
(28-09-2012)
http://www.rebelion.org/docs/156749.pdf
Saludos desde Lebrija.

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isol 1 de noviembre de 2012 at 11:22

Hasta aquí la gente se suicidaba por una decisión personal que compartíamos o no, pero que era respetable porque ir contra la voluntad ajena es un atentado a su libertad para decidir. Desde que los pobres financieros van ciegos por acumular más y más dinero, en el lado de la abundancia enquistada, ya no hay tiempo de pensárselo dos veces y el suicidio tiene sus colas de espera como las de las cajas de los supermercados, con sus empujones y todo porque no se quiere hacer tarde para salir por la tremenda del mal paso. De lo horrible a lo miserable, diría Woody Allen. En sus inicios, el suicidio ya consistió en elegir a la muerte para que nos gobernara. Lo estamos pagando con la vida que nos queda. Ante el suicidio inducido a una nación entera, sólo se quedan de brazos cruzados los cómplices.

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RMPO 1 de noviembre de 2012 at 12:00

El problema es que han llevado y siguen llevando al pais entero hacia el suicidio, por lo que se deduce que estamos hablando de crimenes de estado, puesto que el suicidio es , por naturaleza, un acto de debilidad e impotencia ante unas circunstancias que nos sobrepasan. L a pregunta es ¿nos suicidaremos? ¿no seremos capaces de reaccionar? ¿porque?…un puñado de politicos y banqueros corruptos podrán con todos nosotros?

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Yo mismo 1 de noviembre de 2012 at 12:13

Cuando le tocaba llorar a las fuerzas de seguridad del Estado porque se sentían víctimas del terrorismo la sociedad se echaba a la calle en solidaridad con la policía y la guardia civil. Hoy le toca llorar a la sociedad del terrorismo de RUBAL-RAJOY (PPsoe)…y ¿qué hace la policía? Agredir sin contemplaciones. O sea cuando las víctimas son ell@s quieren hacer de su problema el de tod@s pero cuando es la sociedad la agredida por el terrorismo legal, se olvidan de posicionarse al lado del ciudadano y se convierten en perritos falderos del capitalismo llamando a los ciudadanos enemigos y tratándonos como basura. No nos olvidemos que Rubalcaba habría continuado con la política de deshaucios. Mirad Grecia con el partido socialista griego u Hollande (partido socialista francés) continúa con la política de recortes de Sarcozi. Por eso grito desde aquí: NO AL PACTO PSOE-IU en Andalucía. Si hay que cumplir la ley del PPsoe que gobiernen ell@s. Si a los ciudadanos no nos llegan las soluciones Psoe IU qué hacemos en el gobierno?. El recibo de la luz una hipoteca mensual (PPsoe) la bombona de butano lo mismo…estamos llenos de ruina por todos lados. Sólo volveré a votar IU si Sánchez Gordillo es candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía. De Valderas y de los demás no me fío.

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José Miguel Jiménez Carrillo 1 de noviembre de 2012 at 14:18

No son suicidios voluntarios-sólo lo son en la forma-.Son incitaciones al suicidio,cuyos responsables(cómplices) tienen nombre y apellidos,y que nuestro muy querido y sabio profesor-nuestro amigo- define muy acertadamente como «Crimen de Estado»,porque él nunca se olvida de poner los puntos sobre las íes,como persona honesta que es.A seguir luchando.Así inauguro mi intervención en esta excepcional web.Un abrazo.

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Moncho 2 de noviembre de 2012 at 10:23

Esto es falso: antes de la crisis también se suicidaban entre 9 y 10 personas al día. Lo he comprobado en la página web del INE, te animo a que lo hagas tú también.
Un saludo,

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Moncho 2 de noviembre de 2012 at 10:45

Mira esta ficha que me hice con los datos publicados por el INE, no me acababa de creer el tema y tuvo la paciencia de comprobarlo, ¡y la tasa de suicidios no ha aumentado significativamente desde 2004! No encontré datos de 2011, si los tienes te agradezco que me los pases.
instagr.am/p/Ra-r9jk9nf/
Un saludo,

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andresrguez 2 de noviembre de 2012 at 14:58

EL artículo es el ejemplo de cómo hacer sensacionalismo puro y duro a cuenta de los suicidios
1 – ¿Todos los datos? ¿Cuáles son esos datos? ¿Son directamente relacionados a cuenta de la crisis o hay más factores implicados en el suicidio?
¿Cuál es la serie histórica para permitir afirmar que hay relación directa con la crisis? ¿Sabrá por casualidad Tores López que a pesar del elevado número actual, estamos en el menor número de suicidios desde que se tienen datos?
http://politikon.es/2012/04/07/suicidios-y-crisis/
http://wonkapistas.blogspot.com.es/2010/03/cifras-de-suicidios-en-espana-1911-2008.html
2 – La relación políticas neoliberales y suicidios, es la una relación estúpida y torticera porque los países con mayor gasto en política social como los países nórdicos doblan y triplican la tasa de suicidios con respecto a los países que en 2010 ya estaban en crisis http://epp.eurostat.ec.europa.eu/tgm/table.do?tab=table&init=1&language=en&pcode=tps00122&plugin=1
Volvemos a caer en el error estúpido de suicidios y crisis de Grecia, cuando en realidad la series históricas demuestran que están en la etapa más baja desde que se tienen datos? http://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736%2812%2960422-X/fulltext
Señor Torres López, deje de manipular

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Isaac 2 de noviembre de 2012 at 16:11

Los recientes suicidios acontecidos por motivo de la crisis destapan no sólo una terrible estadística silenciada hasta ahora por los medios, según la cual tres suicidios diarios en España lo son por causas económicas, sino la sensación de que España se encuentra más cercana a la Grecia de la desesperación y la miseria de lo que muchos creían. Enlace relacionado: http://elfarodelacolina.blogspot.com.es/2012/10/suicidios-voluntarios-o-muertes.html

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Jano 2 de noviembre de 2012 at 21:42

Buenas tardes a todos.
Siento decepcionaros, pero estos criminales y sus perros (como muy bien los han definido por ahí) nunca serán juzgados por sus crímenes.
No creo que el suicidio sea la solución, pero -en todo caso- aquel que lo elija como «salida» tal vez debiera -antes- elegir un buen «objetivo» y llevárselo con él a la tumba. Tal vez entonces se empezaran a preocupar los que debieran estar no preocupados sino OCUPADÍSIMOS en que nadie considere que quitarse de en medio es una solución.
Por lo demás, en alguna parte he leído (y me parece acertada la observación), que el estado de bienestar es -dentro del capitalismo salvaje- una «anomalía histórica» provocada por el miedo a que los soviéticos pudieran contar -dentro de los extraradios de las grandes ciudades industriales de los años 50- con una «quinta columna» de obreros cabreados. Como al sombrajo se le cayeron los palos y los amos del mundo ya no tienen miedo (¡qué error!) tratan de acabar con dicha «anomalía histórica» esto es: el estado de bienestar. La idea «arrancó» en los 80 y poco a poco está llegando al final de sus objetivos. Lo malo, lo que no saben aún, es que están a punto de toparse con su peor enemigo: ellos mismos. Los soviéticos murieron de fracaso y los ultraliberales salvajes, morirán de éxito: cuando se tala el último árbol, se acaba el bosque.

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Fermes 3 de noviembre de 2012 at 14:12

Para los comentarios de los datos. Siempre los datos y estadísticas para confundir la realidad ¿Los datos y estadísticas se pueden manipular?, ¿Se puede cuantificar el sentido común con estadísticas?. Si se confirma solo un suicidio, solo uno, por motivo de la crisis, con sola una muerte probada es suficiente motivo para hacer responsable a los cómplices de asesinato y si sigue en crescendo que es lo que parece, habría que buscar un nueva definición, quizá: ¿Genocidio de clases?.
Sentido común y responsabilidad.

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Jano 3 de noviembre de 2012 at 19:32

andresgguez y moncho (he visto tus datos). La cuestión no es cuántos, si no por qué.
El hastío en las sociedades opulentas y la pura estupidez, (al margen de la enfermedad mental, que también se debiera estudiar) forman parte las causas que llevan al suicidio.
Así que solamente deberíamos ocuparnos de cuántos suicidios tienen como causa directa la crisi actual. Esa debe ser -y no otra- la estadística a tener an cuenta para el caso que nos ocupa.

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SiervoDeLaGleba3423423424 4 de noviembre de 2012 at 01:35

Dación en pago:
Contemplada, de forma torticera, en la ley hipotecaria desde 1948. Ningún gobierno se ha molestado en modificar una simple frase, para que en lugar de ser efectiva si se declara explícitamente en el contrato, sea efectiva si no se indica lo contrario de forma clara, con sus consecuencias. Valiente panda de jetas todos los miembros de la casta que apelan a la buena voluntad de la banca… Ni lo cambian ni lo han cambiado porque no les da la gana, como si todo el mundo fuese abogado y lo conociera o tuviese un abogado de cabecera… a que la gente VIP protegida por sus leguleyos y la banca no tiene ese problema…
Al que le interese, con poner en el buscador de su elección ley hipotecaria española artículo 140 o algo parecido lo podrá comprobar…
No sólo nos engañan, sino que está claro que nos toman por imbéciles. Sólo sus declaraciones buenistas y falsas deberían ser motivo para que el INDEPENDIENTE PODER JUDICIAL actuase de oficio, menuda estupidez acabo de soltar…

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Moncho 4 de noviembre de 2012 at 19:26

Jano, si conoces con certeza el porqué de todos esos suicidios es inútil discutir nada contigo.
Fermes, los datos al menos son objetivos. Genocidio y crimen de estado son palabras muy fuertes como para sustentarlas en impresiones, en lugar de en datos reales. Que yo sepa el suicidio no es un crimen, salvo que consideres un criminal al que se ha suicidado. Si hay un criminal entonces no es un suicidio, es otra cosa.
Si en 2005 se suicidaban más personas que en 2010, ¿qué tiene la crisis que ver con esto? Sospecho que poco, pero ante vuestras certezas no tengo más remedio que apartarme…
Saludos.

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